La misteriosa llegada masiva a las costas mediterráneas de unos pájaros parecidos a los pingüinos ha sorprendido a todos los expertos, especialmente por el preocupante estado en el que llegan. Los investigadores de la Fundación Alive han detectado una llegada masiva de alcas, que entran a los puertos a alimentarse o calentarse con la salida de las aguas de refrigeración de los barcos de pesca. El alca se trata de una especie emparentada con los pingüinos que durante el año suele habitar en el noroeste del continente Europeo y que, a causa de la crisis climática, podría estar cambiando su ruta migratoria habitual. Cada verano aparecen alcas en las aguas del Mediterráneo, pero normalmente se encuentran en alta mar. Los temporales han arrastrado una gran cantidad en el Mediterráneo, y su estado de debilidad facilita que se puedan ver desde los puertos y las playas de la costa catalana. En Mallorca, Córcega y Grecia también han aparecido algunos ejemplares, unos muertos y otros agonizando.
En condiciones normales, estos pájaros que llegan a cuenta gotas en invierno se alimentan de pequeños peces en zonas litorales de entre 20 y 40 metros de profundidad y aguantan bien el frío. Los expertos consideran su comportamiento muestra que se encuentran un "estado de salud muy deteriorado". Por eso, se ha activado el cuerpo de Agents Rurals, que está recogiendo todos los ejemplares muertos o enfermos que llegan. Los ejemplares de esta especie, incluida como "vulnerable" en el catálogo de fauna amenazada de Catalunya, serán estudiados y se trabaja en un plan de gestión para proteger y salvar la especie. Por su parte, el Institut Català de Meteorologia, por ejemplo, ha contabilizado este mes 458 ejemplares vivos y 24 muertos, el 5,2% de las observaciones, mientras que en todos los años acumulados de observaciones en Catalunya se habían avistado 1.170 ejemplares, y solo uno de ellos muerte. La Generalitat de Catalunya analiza si pudieran ser portadoras de gripe aviar por los cadáveres encontrados en las playas.
Entre gaviotas, gaviotas, charranes patinegros, pardelas y alcatraces... 21 alcas (Alca torda) mínimo delante del delta de la Tordera.
— Javier Romera (@XavierRomeraC) November 27, 2022
Desgraciadamente, como muchas otras localidades, también una alca agonizante en la playa. Será el final de muchos de los que han llegado... pic.twitter.com/fas3eEEQp1
Fuga de temporal
Los expertos trabajan sobre la hipótesis que el alca haya hecho lo que se conoce como 'fuga de temporal'. Es decir, que haya huido de unas condiciones marinas muy duras en el Atlántico Norte, con vientos y olas muy fuertes que les impedían alimentarse, y se haya debilitado. Ricard Gutiérrez, biólogo, técnico de Fauna Litoral y Marina del Servei de Fauna y Flora del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, detalla en esta línea que los pájaros "habrían empujado una migración importante sin haber acumulado grasa previamente y, por eso, llegan en tan malas condiciones en la costa catalana".
La teoría se ve reforzada por la llegada de algunas especies de gaviotas exóticas a las costas occidentes europeas y a sitios como el interior de Catalunya, donde habrían sido empujadas por estos temporales atlánticos. Por ahora, los centros de recuperación de fauna de Catalunya están analizando los restos de alcas recogidas con el objetivo de analizar si los individuos que presentan un estado de salud débil son adultos o jóvenes y otras posibles causas ambientales que los hayan debilitado. De momento, los Agentes Rurales siguen recogiéndolos y preguntan a la población que los avise si se detectan. En paralelo, se ha empezado a trabajar en un plan de gestión de la especie para ayudar a la conservación en las áreas de invernada del litoral catalán. El trabajo lo llevará a cabo la Universidad de Girona, con el mismo equipo que ya hace tiempo que trabaja en el plan de gestión del Corvo marino mariño, otra especie de pájaro marino que se encuentra en la sección de vulnerables del catálogo de Catalunya.
¿Qué es una alca?
El alca - Alca torda en su nombre científico - es un pájaro marino que en Catalunya aparece solo en invierno, proveniente de las áreas de cría del Atlántico Norte, y lo hace normalmente en un número bajo de individuos cada invierno. Tiene una población mundial alrededor de 700.000 parejas, en un 70% nidificando en Islandia, y es considerada una especie casi amenazada en todo el mundo. En Catalunya, la especie se encuentra a la lista de pájaros vulnerable del Catálogo de fauna salvaje autóctona amenazada y, por lo tanto, es susceptible de medidas de gestión y conservación.