La mítica discoteca Big Ben de Golmés, en el Pla d'Urgell, ya tiene fecha de reapertura: el próximo 5 de octubre. El complejo de ocio reabrirá las puertas en una nueva etapa bajo la gestión del Grupo Búnker, que efectuó la compra del espacio el pasado mes de noviembre por cerca de más de un millón de euros. Big Ben abrió las puertas el 19 de marzo de 1976, aprovechando que en la población vecina de Mollerussa se celebraba la Fira de Sant Josep, uno de los acontecimientos que concentraban a más visitantes en la comarca. La discoteca se convirtió en un complejo que incluía cafetería, restaurante, sala de fiestas y bolera, pero entró en decadencia a principios de los 2000, a raíz del cambio en las preferencias de ocio nocturno de la generación del momento, y cerró puertas definitivamente el año 2015.

Después de nueve años volverá a abrir las puertas este otoño y las entradas se podrán comprar a partir de este viernes 22 de febrero a las 20 horas en la web de Ticketmaster. La portavoz del Grupo Búnker, Romina Andrioli, ha explicado que se pondrá a la venta un único abono para las sesiones del 5 de octubre, 9 de noviembre y 5 y 7 de diciembre, por 156 euros (39 euros cada día) y con dos consumiciones por sesión. El abono será transferible y no nominal, con un acceso para cada jornada.

Big Ben busca a un público más adulto

Tal como recoge el medio Comarques de Ponent, por ahora Big Ben no será como la mayoría de discotecas actuales donde triunfa el reggeaton, en la mítica sala leridana se podrá bailar música de los 90 y 2000 en la sala grande (Plató), música de los 80 en la sala Planetari, techno y house en el antiguo pub, y pop español en la sala Univers. Además, apunta que la entrada será para mayores de 18 años con el fin de enfocar la programación a un público adulto.

Un proceso de compra largo

Andrioli explicaba a finales del pasado mes de noviembre que la operación de compra de la discoteca Big Ben empezó en el 2019 y que se ha alargado durante todos este años por varios obstáculos burocráticos. Finalmente, remarcó que habían conseguido hacerse con la "joya de la corona" de la zona y que esperaban recuperar el espíritu que durante tantos años la situó como un referente del ocio nocturno. Aunque Andrioli no precisó el importe final que pagaron por el complejo ni tampoco la cantidad de dinero que prevén destinar, la instalación estaba en venta por 1,3 millones de euros.

Por su parte, el alcalde de Golmés, Jordi Calvís, puso en valor que cuando el complejo cerró en julio de 2015, desde el consistorio se insistió a la entidad bancaria en la necesidad de que hubiera vigilancia permanente para tal de evitar que el edificio se acabara degradando o incluso hubiera ocupaciones. Esto ha permitido una mínima conservación que ahora avala la reapertura, añadió el pasado otoño.