Molins de Rei está de Fiesta Mayor este fin de semana y todos recuerdan los incidentes del año pasado, cuando, después de los conciertos, se ensuciaron unas fiestas en honor a San Miguel que hasta entonces habían sido tranquilas en este municipio del Baix Llobregat. Grupos de jóvenes, de diversas nacionalidades, incendiaron un concesionario, hicieron barricadas en medio de la calle y se enfrentaron a la policía. Este año, sin embargo, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Molins de Rei han diseñado un dispositivo de máximos para evitar que se repitan los incidentes y, de momento, a falta de la última noche de fiestas, que terminan este lunes, ha funcionado. El dispositivo de la Fiesta Mayor se ha hibridado también con el plan Daga reforzado, que este fin de semana ha saturado las calles por todo el país con controles para luchar contra las armas blancas.
Bajo la dirección del inspector Jordi Gómez Felices, jefe de la comisaría de los Mossos de Sant Feliu, de la que depende Molins de Rei, medio centenar de agentes, entre unidades de la policía catalana, de la policía de Molins de Rei y de la Policía Nacional, han desplegado estas noches un dispositivo de control de la llegada de personas, cientos, con el tren a la estación del centro del municipio. Todos los que llegaban eran registrados rápidamente por agentes, también con el uso de detectores de metales, y, si era necesario, eran identificados en un segundo filtro más exhaustivo y sancionados si se detectaban drogas, armas u otros objetos prohibidos.
Cinco detenidos en toda la noche
Este sábado, cuando ElNacional.cat pudo seguir el dispositivo desde dentro, desde las nueve de la noche hasta la medianoche —imperiosamente detenido cuando hizo acto de presencia el Camello de Molins, un elemento de fuego central de la Fiesta Mayor de San Miguel— se realizaron registros y se intervinieron cinco elementos prohibidos: dos navajas, dos sprays y un pasamontañas. Además, en las identificaciones de la Policía Nacional, se detuvieron a dos personas que se encontraban en territorio estatal incumpliendo la ley de extranjería, y los Mossos detuvieron a un menor de edad que llevaba drogas. A pesar de las aglomeraciones en la plaza de la estación, los filtros funcionaron y con la llegada del último tren se desmontó el dispositivo. La atención, entonces, se trasladó a otros puntos.
El año pasado, los conciertos de la Fiesta Mayor se hacían en la zona centro, pero este año, para evitar esta presión a los vecinos y también para disponer de espacios más abiertos para actuar ante posibles accidentes, el consistorio ha trasladado el escenario al parque del Llobregat, donde se trasladó toda la fuerza policial para evitar nuevos incidentes como los del año pasado. Se trata de un espacio amplio, pero hacia las tres de la madrugada se superó el aforo permitido, de 4.800 personas, y fue necesario desplegar efectivos de orden público del ARRO y de la Brigada Móvil (Brimo) para controlar el gran número de personas que querían entrar al espacio a pesar de que ya se había superado el aforo. En 15 minutos se recuperó la situación. Aun así, una persona fue arrestada tras lanzar una lata de cerveza contra la línea policial. Durante la noche, que fue muy tranquila, como también la de viernes a sábado —solo se denunció un robo con violencia y dos hurtos—, se detuvo a una segunda persona en la zona de conciertos por un supuesto delito de lesiones. Algunos conatos de pelea y enfrentamientos pudieron ser sofocados por la fuerza policial presente en la zona. A diferencia del año pasado, esta vez se desplegaron hasta seis furgonetas de orden público, entre ARRO y Brimo.
Nuevo escenario, más policía
En las entradas del municipio, agentes de Tránsito de los Mossos d'Esquadra realizaron diversos controles, también enfocados a la detección de posibles armas blancas en los vehículos. En total, se realizaron más de 125 controles con una decena de positivos y un par de vehículos inmovilizados. En toda la noche, sumando las armas y objetos prohibidos intervenidos en el filtro del tren, se retiraron un total de diez armas blancas. Las imágenes del año pasado en Molins de Rei ya han quedado para la historia. El operativo de máximo nivel de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana y el cambio de ubicación parecen haber dado frutos. No hay término medio. Los conciertos de este sábado de Ginestà y La Nit del Canet darán paso al final de fiesta, este domingo, con las actuaciones de Ambauka y del fenómeno del verano, Figa Flawas.