El Col·legi de Metges de Barcelona (COMB) ha sancionado la doctora y monja benedictina Teresa Forcades con 18 meses de inhabilitación para ejercer la medicina para defender las propiedades antivíricas y antiinflamatorias del clorito de sodio, también conocido como MMS, y proponerlo para tratar algunas afecciones. La resolución acordada por la Junta de Gobierno del COMB que preside Jaume Padrós, a que ha tenido acceso EFE, rechaza todas las alegaciones de Forcades, que incluyó varios estudios que, según ella, avalan la evidencia de la seguridad del clorito de sodio y los indicios de la posible eficiencia en varias patologías.
El colegio profesional ha impuesto dos inhabilitaciones de 9 meses cada una por la divulgación del clorito de sodio que ha hecho la médico y religiosa y por haber mantenido "una conducta manifiestamente contraria, continuada y reiterada respecto de los requerimientos que le han sido efectuados". La resolución de sanción considera que Forcades ha defendido "públicamente de manera reiterada y continuada en varios medios de comunicación social las bondades del clorito de sodio, al que atribuye propiedades antivíricas y antiinflamatorias." "Esta divulgación -alega el COMB- lo ha hecho en su condición de médico, aprovechando la autoridad que esta condición le atribuye, conduciendo al equívoco y generado falsas expectativas a la sociedad, sobre todo en personas que pueden ser especialmente vulnerables por las enfermedades que sufren".
Reconoce que no es un medicamento pero tiene buenas propiedades
Aunque Forcades reconoce que el clorito de sodio no es un medicamento, defiende hacer más estudios por conocer sus bondades, mientras que el instructor del expediente argumenta que la monja ha mantenido una actitud contraria al Código Deontológico, "contraria a la buena fe, manteniendo un discurso que, además de falto de rigor científico, puede generar un grave riesgo para la salud de los ciudadanos que sigan la información indocumentada que facilita".
El expediente también recoge la opinión de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y del Servicio de Farmacología del Hospital Vall d'Hebron, que no dan valor a los estudios clínicos en que se basa Horconadas y entienden que la monja ha contravenido la norma 82 de Código de Deontología que dice que "el médico tiene que tener un cuidado especial en la difusión de resultados de experimentaciones por los medios de comunicación social que puedan conducir a equívocos y a crear falsas expectativas".
Forcades estudia el recurso
En declaraciones a la agencia EFE, Teresa Forcades ha calificado de "infundada" la sanción y ha anunciado que está valorando con sus abogados presentar un recurso contencioso administrativo. La monja médico cree que ha habido "arbitrariedad" en la incoación del expediente, sostiene que la sanción "es frustrante porque no ha tenido en cuenta los artículos científicos y publicaciones" y afirma que no ha incumplido ningún requerimiento del colegio profesional.
Forcades ha atribuido su inhabilitación temporal a la deriva del Col·legi de Metges por "imponer un discurso y praxis único sin aceptar la legítima pluralidad basada en la evidencia científica en el ejercicio de la profesión". En este sentido, ha puesto como ejemplo que el COMB ha eliminado las secciones colegiales de medicina homeopática, acupuntura y naturopatía y que la Universidad de Barcelona ha suprimido el máster de medicina tradicional china que impartía.
La doctora defensa que en ninguna de sus declaraciones indica el clorito de sodio como medicamento para tratar ninguna patología, aunque sí que ha divulgado la seguridad en las dosis estudiadas. La monja recuerda que la "eficacia antiinflamatoria e immunomoduladora del clorito por vía intravenosa" lo han confirmado artículos de Robert Miller publicados en la revista Muscle & Nerve en el 2022. Ha lamentado que el COMB no haya tenido en cuenta estos estudios y ha argumentado que la EMA (Agencia Europea del Medicamento) aprobó en el 2013 el clorito de sodio como medicamento huérfano para la administración endovenosa a la esclerosis lateral amiotrófica, es decir, "quedó aprobada su administración experimental".
Por el contrario, el COMB considera que está probado que el clorito de sodio y el MMS "son sustancias que suponen un grave riesgo para la salud y su indicación para uso humano y tratamiento de patologías está prohibida por las autoridades sanitarias, no existiendo ninguna prueba ni evidencia científica que se puedan utilizar para tratar o prevenir ninguna enfermedad".