La Abadía de Montserrat ha inaugurado un nuevo espacio inmersivo para dar a conocer la historia, la vida monástica y los valores benedictinos. El nuevo espacio está situado a un espacio de 70 metros cuadrados anexo al Museo de Montserrat y tiene un gran valor histórico porque está donde todavía se conservan los muros medievales de acceso al monasterio, fechados del siglo XIV. El nuevo espacio está dividido en cuatro ámbitos donde diferentes elementos tecnológicos ofrecen una experiencia inmersiva en torno a la acogida, la comunidad, la espiritualidad y la esperanza. El proyecto se ha creado en colaboración con Mediapro Exhibitions y busca descubrir la vida monástica, los valores benedictinos y el hecho religioso utilizando la tecnología y los sentidos como canales para explicar su historia. Aunque el proyecto se ha hecho en el marco de la celebración del Milenario de Montserrat, será un espacio permanente vinculado al Museo de Montserrat.
Viaje interior por Montserrat
La nueva sala está estructurada en cuatro ejes temáticos: acogida, comunidad, espiritualidad y esperanza. En el eje de la acogida se ha destacado el espíritu "acogedor del monasterio" y se muestra a los vigilantes la historia y evolución del recinto, así como las múltiples representaciones de la Virgen de Montserrat y la Escolanía. En este espacio se encuentran columnas interactivas, proyecciones y cabinas insonorizadas pensadas para que el visitante pueda disfrutar de forma relajada de la música de la Escolanía. Mientras que el segundo eje, el dedicado a la comunidad, está formado por un audiovisual y diferentes vídeos interactivos que explican la historia de los muros de la sala, las actividades de la comunidad y también quien era el Sant Benet de Núrsia. El tercer eje, el de la espiritualidad, es un gran audiovisual inmersivo que recurre los conceptos clave del cristianismo. Y finalmente, el eje de la esperanza está formado por una pantalla reactiva en forma de pila bautismal que concluye el recorrido con un mensaje de esperanza y renacimiento.
A la inauguración han estado presentes el conseller de la Presidència, Albert Dalmau, y la presidenta de la Diputació de Barcelona, Lluïsa Moret. El proyecto ha costado 1,5 millones de euros, de los cuales la Generalitat ha aportado 1,4 millones, mientras que la Diputación de Barcelona ha financiado el acondicionamiento del espacio, que está valorado en 1,1 millones de euros. Dalmau ha destacado que el espacio es una "invitación a la espiritualidad" y a "visitar nuestra historia compartida y nuestros orígenes como país". Por su parte, Moret ha destacado que el espacio inmersivo "no solo refuerza la parte didáctica y explicativa de los orígenes de la abadía y de Montserrat, sino sobre todo los valores que implican".
El comisario del Milenario, Bernat Julio, ha destacado que la sala inmersiva quiere convertirse en un "viaje interior". "Pretendemos que no solo sea informativo, sino que sea una vivencia de los valores que se han vivido en Montserrat durante mil años". En este sentido, ha dicho que es un espacio abierto a todo tipo de visitantes, sean creyentes o no, pero admite que les gustaría que "las personas que visitan la exposición, sean de la religión, que sean, salgan con alguna cosa más de aquello que tenían cuando han entrado". Julio asegura que, de alguna manera, el espacio es un "llamamiento a la interioridad y al alma de la persona".