Las plagas en Catalunya cada vez son más habituales, uno de los más damnificados son los agricultores. El gran enemigo de los viticultores catalanes este año vuelve a ser la invasión del mosquito verde. Los agricultores empiezan a notar sus efectos ahora que acaba el verano, y ya ha hecho un grito de alerta, en especial las viñas son las más perjudicadas. Hacía más de una década que este pequeño insecto no causaba tan dolores de cabeza a los agricultores. A causa de las temperaturas de este verano, la plaga se ha multiplicado sustancialmente. El insecto afecta directamente a los principales nervios de las hojas, ya que se alimenta de la savia de las cepas. El efecto es muy perjudicial si no se detecta rápidamente, ya que frena el desarrollo vegetativo de las plantas, que se quedan amarillas. El ataque del mosquito hace que las hojas se sequen y, por lo tanto, evita que se haga la fotosíntesis y la maduración de la uva, e incluso, afectar al desarrollo de las cepas el año siguiente.

¿Cómo es el mosquito?

El mosquito verde (Empoasca vitis), tiene una longitud de entre 2 y 3 milímetros, de color verde y alas traslúcidas. En su fase larvaria, se sitúa debajo de las hojas, donde es más visible y fácil de controlar, pero al crecer van saltando por encima de las hojas y los adultos quieren. Así consiguen convertirse en plaga. Desde la Generalitat se afirma que es difícil valorar los daños y fuentes de Sanidad Vegetal de Barcelona opinan que "la plaga parece que es más espectacular de lo que finalmente podría acabar siendo". Los viticultores han detectado el crecimiento de la presencia de este mosquito, pero especialmente a las comarcas del Penedès, así como a otras zonas vitivinícolas como Tarragona, Montsant, Priorat, Empordà, Terra Alta y Conca de Barberà, y está provocando una alarma en varias Denominaciones de Origen.

Hay una serie de medidas que se pueden tomar para intentar combatir la amenaza del mosquito verde. Los agricultores han empezado a utilizar productos bioinsecticidas que actúen con un potente efecto de choque para intentar eliminar rápidamente las poblaciones de insectos. Las medidas preventivas serán claves para minimizar los daños y proteger la producción de vino.

Alerta por la vendimia de este año

El mosquito verde es uno de los desafíos a los cuales los viticultores tienen que hacer fuente en un contexto de cambio climático, donde las altas temperaturas y la sequía ya afecta la calidad y cantidad de la uva. En este sentido, Unió de Pagesos calcula que la vendimia se reducirá este año cerca de un 40% por término medio al conjunto de Catalunya a causa de los efectos de la sequía. En un comunicado, el sindicato agrario alerta de una bajada generalizada del rendimiento de las viñas a todas las DO. Comparando los datos de este inicio de septiembre con las de ahora hace un año, Unió de Pagesos apunta que la caída de cosecha ha sido especialmente acentuada en Costers del Segre (-85%), Pla de Bages (-73%) y Priorat (-68%).

Aparte de los efectos de la sequía, Unió de Pagesos apunta que parte de la cosecha se ha perdido por la presencia del hongo mildiu durante la segunda quincena de julio y por los ataques del mosquito verde. La falta de producto, destaca al sindicato, ha hecho subir los precios que han pagado las bodegas a los campesinos por cada kilo de uva. Con todo, el sindicato señala que "todavía no son suficientes para la rentabilidad del sector". Finalmente, Unió de Pagesos pide a la Generalitat un programa de ayudas económicas para compensar las pérdidas y poder afrontar la replantación de las viñas muertas.