La anunciada aplicación del artículo 155 de la Constitución pone a los Mossos entre la espada y la pared. A nadie se le escapa que en el momento en que se despliegue la intervención del Estado español del autogobierno catalán, el major de los Mossos, Josep Lluís Trapero, quedará destituido y sustituido por un mando del Estado.
Se prevé que el 155 haga mover algunos mandos. Los más optimistas esperan una "aplicación quirúrgica" del artículo, pero tienen interiorizado que Trapero y el núcleo duro de la Dirección General de la Policía quedará desintegrado. Cada vez es más que probable la prisión preventiva para Trapero si la Fiscalía saca adelante la ampliación de la denuncia por la inacción de los Mossos el 1 de octubre. Y cada vez es más improbable una desobediencia global del cuerpo porque, algunas fuentes internas, recuerdan que "la desobediencia es lícita pero no es una opción para los cuerpos policiales".
Tampoco ayuda a las investigaciones puestas en marcha después del 1 de octubre sobre las actuaciones de algunos agentes durante el referéndum. La Fiscalía y la Audiencia Nacional tienen 41 vídeos de actuaciones de Mossos el 1-O donde se ven algunas actuaciones como la confrontación entre unos agentes con la Guardia Civil. Desde la Dirección General de la Policía se argumenta que han sido actitudes individuales, pero Asuntos Internos acabó abriendo Informaciones Reservadas a los agentes a partir de esta presión que llega desde Madrid. Por este motivo ahora se están abriendo informes a los mossos que trabajaron el 1 de octubre.
Desde la Dirección General de la Policía no hay posicionamiento oficial de qué pasará cuando se aplique el 155 más allá de la consigna de siempre que es hacer el trabajo siguiendo las órdenes de quien mande.
Con este escenario, la preocupación entre mandos y agentes es evidente.
Todos a la expectativa
Mañana el sindicato de mandos SICME se reúne para hacer un posicionamiento oficial ante la situación. Su portavoz, Francesc Carabassa, espera a la reunión antes de hacer valoraciones, pero admite que "estamos preocupados".
Todos los sindicatos coinciden en que no hay ningún otro remedio que obedecer. "No tenemos ningún tipo de margen de maniobra", remarca el portavoz del sindicato mayoritario SAP-UGT, Valentín Anadón. Lo mismo piensa Toni Castejón, del Sindicato Mossos d'Esquadra, que cree que no pueden hacer otra cosa que obedecer: "El marco legal obliga. No hay margen para la desobediencia". "Desobedecer tiene consecuencias", observa Castejón, que pone como ejemplo todas las investigaciones abiertas a partir del 1-O, por lo tanto, "todo el mundo sabe que se está jugando el trabajo y el sueldo".
"Tenemos que obedecer las órdenes dentro de la legalidad", dice David José del Sindicat de Policies de Catalunya. "Si las órdenes no se ajustan a derecho, tienes la obligación de no cumplirlas", añade. "Si hay un trabajo que está regulado en todo, es la policía", dice José. Y añade que no se pueden seguir órdenes contra la ley: "Cuando estás trabajando, esta es la única realidad que hay".
Territorio comanche
Con la autonomía suspendida "nos adentramos en territorio comanche", dice el sindicato mayoritario de los Mossos, donde "hay un amplio margen de discrecionalidad". Su portavoz, Valentín Anadón, remarca que "siempre hemos rechazado el 155, es un fracaso de la política y hasta el último minuto pediremos un acuerdo". Sin embargo, ahora que la aplicación parece inminente, espera "un relevo de pocas personas y significativas", por lo tanto, un relevo que no sea masivo entre mandos y agentes. De hecho, coincide con Castejón en que la aplicación del 155 "afectará sobre todo la línea de mandos".
Josep Miquel Milagros de USPAC coincide en que "no afectará a la base del cuerpo" y da por hecho que "habrá desobediencia por parte de algunos", aunque admite que serán minoritarios y que será "alguna cosa puntual". José también apunta que no cree que cambie nada en el "trabajo del día a día", un trabajo que remarca que es "imprescindible para la sociedad".
Milagros se mantiene firme en la necesidad que no hay que aplicar el 155: "Yo quiero que no se aplique. Somos un cuerpo suficientemente profesional y con autosuficiencia para hacer nuestro trabajo que es hacer de policía".
¿Qué prevé el 155?
El acuerdo del Consejo de Ministros en cuanto a la aplicación del 155 en materia de seguridad es muy claro y se basa en cuatro puntos.
El primero es el cese del consejero de Interior, en este caso, Joaquim Forn, y todos los cargos designados por él. El acuerdo dice concretamente: "de las autoridades dependientes, el ejercicio de sus funciones corresponderá a los organismos o autoridades creados o designados por el Gobierno de la Nación". Estos nuevos cargos podrán "dictar instrucciones directas y de obligado cumplimiento a los miembros de la Policía de la Generalitat de Catalunya".
El ejecutivo de Rajoy plantea el "despliegue de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado en Catalunya" y que trabajen coordinados con los Mossos, pero también tiene previsto sustituir los Mossos por el Cuerpo Nacional de la Policía o por la Guardia Civil.
El acuerdo del Consejo de Ministros alerta de la obligación de cumplir con las órdenes, y que "en el caso de incumplimiento" de las mismas, esto "puede ser constitutivo de responsabilidad disciplinaria" y recuerda que "se podrá proceder a su exigencia", alertando de que la ley prevé responsabilidades penales y patrimoniales.