Desde 1998, desde el Convenio de cooperación transfronteriza en materia policial y aduanera firmado entre el Reino de España y la República Francesa rubricado en Blois, que se empezaron a poner en marcha y planificar los cuatro centros Cooperación Policial y Aduanera (CCPA) que actualmente están activos a lo largo de la frontera administrativa que separa los dos estados. El 1 de septiembre de 2003 pasó a ser operativo el CCPA del Pertús, en la comarca del Rosselló, con presencia de la Policía Nacional, la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera por la parte española y la policía y la gendarmería nacional y aduanas por la parte francesa.

En 2007 Mossos desembarca en el CCPA

Desde 2007 que los Mossos d'Esquadra también están presentes, como un cuerpo policial más, como organismo competente por la parte española para la ejecución y aplicación del Convenio de Blois de 1998. Desde entonces, y hasta ahora, que la policía catalana comparte mesa con la policía española y la policía francesa en este emplazamiento estratégico de la colaboración transfronteriza en materia de seguridad. ElNacional.cat ha podido entrar en el CCPA, siendo el primer medio que accede, para conocer qué tareas desarrollan los agentes de los Mossos que están destacados, bajo el mando del subinspector Xavier Vinagre.

El mismo año que la policía catalana terminó el despliegue territorial en todas las comarcas del país, donde ya había asumido el control del tráfico, también fue el año que sirvió para empezar a dar servicio en este centro de cooperación entre Francia y España en materia policial. El subinspector Vinagre explica a ElNacional.cat la importancia de la presencia de los Mossos d'Esquadra en este edificio, pasado el Pertús, en dirección Perpinyà, en un emplazamiento junto a la AP-7 ya en terreno bajo administración francesa.

 

La cooperación es necesaria para hacer frente a la delincuencia común que, en un territorio transfronterizo, y donde el Acuerdo de Schengen casi ha borrado los controles, es cada vez más habitual. Que las diferentes policías que trabajan a ambos lados puedan disponer de información al momento, de las bases de datos, pero también de inteligencia operativa, es clave para hacer frente compartiendo una sala como la del CCPA del Pertús o la de Melles, junto a Viella, donde hay un centro como este también con participación de la policía catalana. Hay uno tercero en Canfranc-Somport-Ordos, en Huesca, y también uno en Hendaia-Irun, con la presencia de la Ertzaintza —que consiguió el acuerdo con el Estado dos años después de que la policía catalana.

Los Mossos están presentes en el CCPA del Pertús de manera permanente / GRS

Interlocución con la policía francesa

Los Mossos asumen la interlocución con las policías francesas en el ámbito de su competencia, es decir, en territorio catalán, el gran abanico de la seguridad ciudadana, el orden público y el tráfico. De esta manera, la Policía Nacional y la Gendarmería francesa mantienen canales directos, están instalados en mesas que se tocan, con los Mossos d'Esquadra para poder resolver incidentes críticos en el momento, sean identificaciones de personas en territorio catalán que puedan tener cuentas pendientes con las autoridades de Francia o incluso para verificar la autenticidad de documentación que presenten personas de nacionalidad francesa en controles de carretera o de identificación policiales en las comarcas catalanas.

Esta información, que es siempre oficial y que se registra en los sistemas informáticos de las diversas policiales que trabajan en el CCPA, permite ser mucho más ágiles en la obtención de información que puede ser útil a los patrulleros de los Mossos o a los investigadores de la policía catalana.

Xavier Vinagre, subinspector jefe de los Mossos en el CCPA del Pertús / GRS

Hace pocas semanas, una gestión bilateral hecha entre los Mossos y la Policía Nacional francesa permitió arrestar a un hombre que tenía una orden de busca y captura pendiente en Francia. Aunque se identificó con una documentación falsa cuando fue detenido por agredir su pareja, los Mossos y la policía francesa pudieron hacer gestiones y pudieron saber concretamente quién era, con los datos que la policía catalana, desde el CCPA, compartió con la policía francesa casi en directo.

Cuando pudo ser plenamente identificado, se pudo saber que tenía una orden de ingreso en la prisión por una condena de cinco años, si bien el juzgado francés no había publicado en el sistema de búsqueda europeo esta orden de detención. Al saber que estaba en Catalunya, y detenido, la policía francesa informó al juzgado y el juez tramitó la orden de detención, que los Mossos formalizaron, a la espera de que fuera extraditado en Francia para responder de sus cuentas pendientes. Este es uno de los muchos casos que la estrecha colaboración entre los Mossos y las policías francesas permite resolver casos.

Inteligencia operativa desde el Pertús

Más allá de solo comprobar si un ciudadano francés parado en Figueres tiene en vigor o no su permiso de conducir, el CCPA esconde un potencial que el subinspector Vinagre pone de relieve. Más allá del prestigio y de validación internacional que reciben los Mossos d'Esquadra por parte de dos policías potentes como son las de la República francesa, permite a los Mossos d'Esquadra trabajar la inteligencia operativa, la que permite a las unidades de investigación de las comisarías de Catalunya conseguir una información a la que sería imposible de llegar o el circuito sería muy largo.

La caporal jefa de turno da novedades al subinspector, en el CCPA / GRS

Disponer de información de hechos delictivos relevantes en la zona de la Catalunya Norte, bajo administración francesa, y teniendo en cuenta la movilidad que tienen los delincuentes, a ambos lados de la frontera, permite mejorar la coordinación. Esta inteligencia operativa ofrece información relevante sobre individuos, vehículos y hechos delictivos detectados y permite ser más efectivos a la hora de combatirlo. La sala del CCPA también sirve de nodo de comunicación entre los Mossos y la policía francesa en casos de persecuciones transfronterizas, uno de los últimos acuerdos conseguidos y que permite a la policía catalana entrar en territorio bajo administración francesa algunos kilómetros con el fin de poder seguir vehículos de interés o que hayan cometido algún tipo de delito en territorio catalán. Esta información en tiempo real también permite la colaboración en otros incidentes, como accidentes de tráfico, incendios en la zona transfronteriza y posibles incidentes de orden público que corten o afecten la zona de influencia del paso de la frontera por la autopista AP-7.

El futuro del CCPA del Pertús

Esta herramienta, hasta ahora desconocida, de la policía catalana, de contacto directo con las otras policías que trabajan en la zona, como la policía francesa, teniendo un contacto directo, brazo con brazo, ha permitido durante estos años, a pesar de los recelos de la policía española, un aumento de la eficacia operativa de una policía, los Mossos d'Esquadra, que quiere ser integral y nacional.

Pero el servicio que se ofrece desde esta sala del CCPA no es 24/7, y no por la falta de voluntad por parte de los Mossos d'Esquadra. Cuando el centro está cerrado, los fines de semana y los días que es festivo en los dos estados, las comunicaciones se pueden hacer igualmente, pero se tienen que hacer mediante las salas de coordinación interpolicial —la sala del CCPA de Viella alarga más el horario, pero también cierra por la noche—, un hecho que alargan las gestiones y, sobre todo, las respuestas. La petición de Mossos es poder ampliar el horario de apertura del centro y disponer de agentes destacados en el Pertús cada día, 24 horas.

Al mismo tiempo, también se está trabajando, a escala de los estados, poder ampliar la capacidad de estos centros. Ahora mismo los Mossos d'Esquadra pueden pedir y recibir información solo de las policías francesas, si bien existen, por toda Europa, decenas de estos centros. La policía catalana, ahora mismo, si quiere pedir información en caliente —para investigaciones de crimen organizado o terrorismo, hay otros canales— no lo puede hacer con policías de otros países de la Unión Europea, aunque estén en centros como los del Pertús. Para Vinagre sería un paso importante que la policía catalana, en estos casos, pudiera también mantener contacto directo con, por ejemplo, la policía italiana o rumana, para poder hacer gestiones relevantes de manera ágil en incidentes en marcha.