Uno de los pocos consensos que hay actualmente entre todos los partidos políticos con representación en el Parlament de Catalunya es que los Mossos d'Esquadra tienen que tener equipos de orden público. Cómo tienen que ser y actuar los antidisturbios de la policía catalana, que ahora asume la Brigada Móvil (Brimo) y el Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) en diferentes grados y especializaciones, és donde más debate se genera entre los grupos parlamentarios y será Comisión de Estudio sobre el Modelo Policial del Parlamento de Catalunya quien se tendrá que pronunciar. Ya fue una comisión parecida, el año 2013, que prohibió a los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra utilizar escopetas de pelotas de goma. El año 2014 entró en vigor la prohibición y desde entonces que la policía catalana las ha abandonado; ahora en disturbios se usan las lanzaderas de foam, un armamento más preciso. La comisión actual puede acabar retirando las lanzadoras de foam de la calle y tener que obligar a la policía catalana a encontrar nuevas herramientas para enfrentarse a las algarabías.
Los Mossos d'Esquadra tienen sobre la mesa varias propuestas en paralelo al armamento que tendrá que llevar, o no, la Brigada Móvil. Una de las que se han estudiado y que está previsto que los técnicos del cuerpo pongan sobre la mesa a la misma comisión es la creación de un grupo de agentes de la misma Brimo que, sin uniforme policial y con material antidisturbios ligero, puedan practicar detenciones en caliente, es decir, durante el desarrollo de los potenciales incidentes.
Durante las zaragatas los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra utilizan varias técnicas para contener la masa, evitar que los manifestantes violentos ocupen posiciones a la policía y también, en caso de que sea necesario, disolver la concentración para evitar más incidentes. Actualmente, y según explican conocedores del modelo de orden público de los Mossos, las detenciones se hacen a posteriori. Grupos de paisano, de las brigadas de Información, siguen los violentos al finalizar las marchas o cuando el escenario lo permite, y cuando los han podido vincular con alguno de los incidentes, y con la colaboración de la Brimo, son arrestados.
Grupos propios de la Brimo de paisano para detener violentos
La propuesta hecha por expertos en orden público de Mossos pasa por dotar a la misma Brimo de efectivos propios, grupos que trabajarán de paisano y con material de protección ligero que permita entrar en la masa, identificar los violentos y extraerlos. De esta manera, aseguran desde los Mossos d'Esquadra, se permite aislar mejor a los actores violentos y actuar más quirúrgicamente sobre aquellos que están causando desórdenes públicos, y sobre todo, no tener que esperar a hacerlo al final de la marcha. Poder detenerlos en caliente permite también evitar que los enfrentamientos escalen. La policía tiene comprobado que cuando grupos reducidos de personas inician los enfrentamientos con la policía provocan un efecto llamamiento, que se podría evitar si la Brimo puede acceder, con seguridad, a la masa y detener los violentos.
Esta propuesta se mira al espejo, aunque con evoluciones y mejoras "marca Mossos", con los modelos de orden público que ya tienen en marcha otros países y que ya incorporan a sus unidades de intervención grupos de agentes de paisano pueden penetrar entre los violentos y detenerlos.
¿Qué nuevas herramientas podrán utilizar los Mossos?
Más allá de la táctica, los Mossos también necesitarán, si finalmente se retiran las lanzadoras de foam, técnica: ¿qué herramientas podrá asumir la Brimo y el ARRO para hacer frente a los disturbios? Los Mossos llevarán al Parlamento algunas propuestas, participando con sus técnicos y expertos en la comisión de Orden Público del Parlamento.
El comisario jefe, Josep Maria Estela, ya avanzó que los Mossos no son partidarios de usar perros o caballos en orden público, pero que hay otras herramientas que sí que se pueden valorar. Estela ha verbalizado alguna vez que sí que se podría valorar la utilización de mangueras de agua. Los Mossos disponen de una tanqueta de agua, solamente usada una vez, durante los disturbios de Urquinaona, que es muy poco operativa, por ejemplo, al centro de Barcelona. Oficialmente, la Prefectura de los Mossos espera a recibir las instrucciones del Parlamento para adaptar su operativa a las nuevas directrices políticas.
Las otras armas de la Brimo: gas, sonido, vallas y... las furgonetas
Más allá de la defensa policial, los escudos de protección y las lanzadoras de foam, los equipos de orden público de la Brimo dispone de otras herramientas para intentar controlar los desórdenes en Catalunya. Los Mossos d'Esquadra disponen, aunque no se han utilizado nunca, de lanzadores de gas OC, una mezcla de agua y pimienta que permite neutralizar, en el cuerpo en cuerpo, los alborotadores. El conseller Buch, bajo el mandato del president Torra, expuso el material y acabó, por el rechazo social, con una crisis de Govern y la destitución de la jefa de comunicación del departamento de Interior.
Este material, que sigue guardado en almacenes de Egara, se sacó a la calle también durante las manifestaciones de Can Vies, cuando los Mossos, por megafonía, avisaron de que lo usarían, cuando los manifestantes querían subir por la Rambla de las Flors, dirección montaña. Los agentes de primera línea se equiparon con máscaras para usarlo, pero finalmente no se llegó a utilizar. Si la policía catalana mantiene el modelo actual de distancia, esta herramienta, la del gas, tiene poca utilidad. Es interesante cuando, como en el caso de la Rambla, los policías son atacados cuerpo en cuerpo, teniendo en cuenta que la utilización de este gas evita el uso de herramientas más lesivas como las defensas.
La Brimo también dispone de un altavoz de gran potencia que permite, por un sonido muy penetrante, actuar sobre la masa para poder hacerla retroceder. Nunca se ha acabado de hacer funcionar de manera correcta y 100% efectiva, aseguran desde la policía catalana. Sí que se ha utilizado, algunas veces, por avisar, con mensajes en gran volumen, de eventuales intervenciones policiales.
Los Mossos también disponen de vallas, que se han colocado en varios puntos por la previsión de enfrentamientos o de incidentes, y, finalmente, los antidisturbios también tienen un arma más: las furgonetas. Aunque Interior niega usar lo que se conoce en el argot como "carrusel"; con un nombre mutado, "dispersión con vehículos" sí que se utiliza. La técnica, muy peligrosa, pero efectiva, contempla el movimiento de las furgonetas policiales por puntos donde quedan manifestantes violentos con el fin de poder moverlos y evitar nuevos grupos de alborotadores.