Todavía no hay fecha exacta, pero se espera que los dos juzgados diferentes que llevan las demandas de Sareb para recuperar las dos casas okupadas de la Bonanova, el Kubo y la Ruïna, no tarden. Los Mossos, sin embargo, tienen el trabajo avanzado y saben que el desalojo, el día que se ordene, será complicado e intenso. La policía catalana ya diseñó un operativo para el pasado 23 de marzo para desalojar el Kubo, pero la inteligencia policial pidió pararlo para hacerlo de manera conjunta con el de la Ruïna, cuando el juez lo permita. Las dos casas, protagonistas de esta campaña electoral en la ciudad de Barcelona, están conectadas por el interior y habría hecho improductivo un desalojo solo en una de las dos edificaciones.

🔴 Desalojo okupa en la plaza de la Bonanova hoy, DIRECTO | Última hora del Kubo y la Ruina
 

A la espera del día D en la Bonanova

La policía catalana sospecha que el desalojo será intenso, los colectivos okupas que habitan en las dos casas han hecho un llamamiento a otros grupúsculos antisistema próximos y los Mossos d'Esquadra esperan una respuesta hostil el día que se tenga que hacer el desalojo. Los analistas de la policía han detectado los últimos días más presencia en las dos casas, que, al mismo tiempo, desde que supieron que podían ser desalojados, se bunkerizaron con trampas, vallas de obra y cristales rotos en las paredes exteriores.

Los Mossos d'Esquadra, el día que reciban la orden judicial, de madrugada, desplegarán efectivos de la Brigada Móvil para asegurar las dos casas y poder hacer efectiva la orden judicial que se espera que dicte el juzgado de primera instancia número 39 de Barcelona para recuperar la Ruïna. Se tendrá que sumar a la que ya ha dictado el juzgado de primera instancia número 1 de Barcelona para desalojar el Kubo, y que está esperando la del juzgado 39.

Agentes de la Brimo de los Mossos d'Esquadra, en el centro de Barcelona / Foto: Carlos Baglietto

Justo este miércoles se ha celebrado el juicio por la demanda que Sareb, la propietaria de los dos bloques, presentó con el fin de pedir el desalojo de la Ruina. En una vista oral de unos diez minutos de duración, el abogado de los okupas ha pedido este miércoles suspender el procedimiento por el hecho de que la Sareb, como gran tenedor, habría incumplido la ley 24/2015 porque no ha ofrecido alquiler social a los ocupantes. La magistrada ha desestimado la petición y ha dicho que eso puede suponer una sanción administrativa por parte del Ayuntamiento, pero no permite suspender la tramitación del proceso de desahucio. Con el proceso visto para sentencia, ahora falta que la magistrada, si lo acepta, ordene el día, o la horquilla de días, en los cuales se tendrá que hacer efectivo el desalojo.

Los Mossos plantan cara a los okupas

Con este compás de espera antes del desalojo, este martes colectivos prookupas organizaron una manifestación para llevar la confrontación al centro de la ciudad después de semanas de tensión en la parte alta, donde grupos de vecinos y colectivos de extrema derecha han querido desalojar extrajudicialmente las dos casas y han acusado a los okupas de generar inseguridad. La marcha arrancó desde la plaza de la Universitat, pero no pudo avanzar hacia el centro de la ciudad por el fuerte despliegue de los Mossos d'Esquadra.

 

El objetivo de la policía catalana fue evitar que los manifestantes, que tenían intenciones violentas, según los analistas de Información, pudieran acceder al Raval, en Ciutat Vella, un lugar, donde hubieran jugado con el factor campo a favor. Son callejones complicados para actuar con equipos de orden público si se generan incidentes. La policía, además, también organizaron filtros de seguridad en las salidas del metro y a las llegadas a la plaza para evitar que los asistentes a la marcha lo hicieran con materiales peligrosos. En estos filtros se detectó pirotecnia. La alerta entre los canales de difusión de los colectivos okupa de los filtros hizo que algunos de los asistentes giraran cola.

La marcha intentó avanzar por Pelai y por ronda de Sant Antoni y se encontraron a la Brigada Móvil de cara. Finalmente, se marcharon por la Gran Vía, en dirección Llobregat. Los Mossos cortaron todas las calles de la banda mar de la Gran Vía para evitar que los manifestantes giraran en dirección Ciutat Vella. La marcha siguió hasta Sants, pasando por plaza de España. Durante la manifestación se agredieron periodistas y se hicieron destrozos en media docena de entidades bancarias. Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación por daños, pero celebran que el dispositivo, que tenía como objetivo prevenir y disuadir, funcionó. Fuentes de la policía catalana aseguran que uno de los otros objetivos también era marcar una clara línea al colectivo okupa de cara al desalojo y posibles manifestaciones que se puedan hacer después cerca del Kubo y la Ruina.