Los Mossos d'Esquadra, en colaboración con la Guardia Urbana, detuvieron el 14 de enero cuatro miembros de un grupo criminal que explotaba sexualmente mujeres venezolanas en Barcelona. Se les acusa de un delito de tráfico de seres humanos y autores de la explotación de cinco chicas. Las captaban en su país de origen. Todas ellas tenían dificultades económicas y sociales y venían con la promesa de un trabajo que después no existía. Los cuatro detenidos también son de nacionalidad venezolana y miembros de una misma familia. Son una mujer y tres hombres, de edades entre los 25 y los 62 años. Dos de los hombres han ingresado en la prisión y el resto ha quedado en libertad con cargos.
La investigación empezó en agosto, cuando los Mossos supieron que un grupo formado por personas de la misma familia y de nacionalidad venezolana estaba captando chicas en su país para explotarlas sexualmente en la ciudad.
Investigadores de los dos cuerpos policiales comprobaron los hechos y constataron que había al menos cinco chicas explotadas.
Desarticulamos un grupo criminal que explotaba sexualmente mujeres en Barcelona. Investigación con colaboración de @barcelona_GUB https://t.co/IJTwlTkcvx pic.twitter.com/TSb790ynx7
— Mossos (@mossos) January 31, 2019
Uno de los hombres del grupo escogía a las víctimas en Venezuela por su precaria situación económica y social. Proponía a la chica en cuestión un trabajo en Barcelona como masajista. Cuando las mujeres llegaban a la ciudad, los miembros del grupo las acogían en sus domicilios, pero les retiraban el pasaporte y las privaban de cualquier libertad de movimientos. Para cubrir los gastos del viaje y de hospedaje tenían que pagar 12.000 euros en un plazo máximo de tres meses.
Las chicas se veían obligadas a ejercer la prostitución para satisfacer la supuesta deuda, con jornadas de hasta 16 horas continuadas. Siempre iban acompañadas de uno de sus explotadores. Cuando estaban enfermas o querían dejarlo, eran obligadas a seguir bajo la amenaza de publicar fotos suyas comprometidas en las redes sociales, con el riesgo de que sus familias supieran lo que estaban haciendo a Catalunya.
Los Mossos y la Guardia Urbana detuvieron los cuatro miembros del grupo y registraron los domicilios que tenían en el distrito de Nou Barris. Los detenidos pasaron a disposición judicial del juzgado número 26 de Barcelona el 15 de enero. Dos de los tres hombres ingresaron en la prisión. El otro hombre y la mujer quedaron en libertad con cargos.
La investigación continúa abierta y no se descarta que aparezcan más mujeres que han sido víctimas de la organización.
Las víctimas han sido atendidas por la Unidad Municipal contra el Tráfico de Seres humanos (UTEH) del Ayuntamiento de Barcelona.