Novedades sobre el caso del policía español que se infiltró en el Sindicat d'Estudants dels Països Catalans (SEPC). A raíz de una pregunta parlamentaria, el departamento de Interior ha dado novedades sobre el caso y ha asegurado que no tenía conocimiento de la infiltración de este joven agente en varias asambleas de organizaciones vinculadas a la izquierda alternativa de la ciudad de Barcelona como el mismo sindicato estudiantil, pero también Resistim el Gòtic. Con todo, cuando la organización destapó el caso había algunos de los puntos que no cuadraban. El hombre se había podido apuntar en la universidad y en alguna acción donde participó como agente encubierto había sido identificado por los Mossos d'Esquadra. ¿Cómo es que, si los Mossos no estaban al corriente de esta operación, al identificarlo y pasar su DNI por la emisora no saltó que era falso o duplicado?
El conseller del Interior, Joan Ignasi Elena, en una respuesta a una pregunta formulada por la CUP en el Parlament de Catalunya, ha dado detalles técnicos de por qué motivo cuando el agente fue identificado no soltó ningún error ni ningún aviso a la policía catalana. El sistema no da como resultado 'error' si la persona que se identificaba utiliza un documento que no consta al Sistema de Información de la Policía (SIP). La base de datos no lo considera como un número incorrecto o alterado, y solo significaría que el ciudadano o ciudadana no consta como sujeto con antecedentes o precedentes de relevancia policial. De esta manera, el agente encubierto, que evidentemente no tenía antecedentes, ya que tenía un DNI falseado, no saltó como relevante para los Mossos d'Esquadra que lo identificaron durante su misión secreta.
La base de datos dio un DNI sin antecedentes
Según detalla Interior, el SIP, cuándo el DNI no tiene antecedentes no entra en más detalles, devuelve un mensaje que asegura que la persona identificada no tiene ningún requerimiento pendiente y tampoco ningún antecedente anterior. La policía no obtiene, en el momento de llevar a cabo la identificación, más datos relativos al perfil de la persona que las que puede obtener en sentido positivo o negativo respecto de su presencia en la base de datos del SIP. Evidentemente, la policía, si sospecha que un DNI puede estar doblado, puede hacer más tareas de control y verificación, aunque no se hacen de oficio, como en el caso de la identificación del agente de la policía española encubierto.
Desde Interior, en la respuesta al Parlament, remarcan que la mayoría de las personas no constan en esta base de datos, ya que no tienen antecedentes o ningún requerimiento judicial o policial pendiente. En el argot policial un DNI puede salir "marrón", que quiere decir que tiene antecedentes, y que normalmente se acompaña de un número, "marrón 10", es decir, que tiene 10 antecedentes. También puede ser "rojo", que quiere decir que tiene algún requerimiento: ya sea con el fin de ser notificado de alguna cosa o arrestado por alguna causa pendiente. La mayoría de gente, sin embargo, su DNI es "blanco", como el del policía español infiltrado en el SEPC, que, según Interior, no fue detectado.
"Cesar estas operaciones encubiertas"
El conseller Elena aprovecha la respuesta a la CUP para insistir en que está "absoluto desacuerdo con las infiltraciones" y que las justificaciones que hizo el ministerio fueron "inadmisibles". El conseller hizo llegar una queja al ministro del Interior español y le reclamaron, asegura, que "cesen" este tipo de actuaciones "no compatibles con el estado de derecho". Marlaska se comprometió, según el departamento de Interior.
Dos años infiltrado en Barcelona
La operación policial que sirvió para infiltrar a un joven durante dos años en movimientos de la izquierda independentista de Barcelona empezó cuando el agente fue nombrado funcionario del cuerpo de la Policía Nacional española. Uno de los primeros encargos fue viajar a Barcelona y como uno de los muchos isleños que se instalan a la capital de Catalunya, ir ganándose la confianza de otras personas relacionadas con asambleas de movimientos sociales y el mismo SEPC. Bautizado con el nombre de Marc Hernández Pon y un DNI falso empezó a ser los ojos y las orejas de la policía española en varias asambleas. Cuando le vio las orejas al lobo, desactivó la antena, lo retiraron y sin dar muchas explicaciones, desapareció. Fue entonces cuando una investigación de La Directa y las mismas organizaciones lo desenmascaró. Una de las dudas que quedaba era la participación de los Mossos en esta operación, sobre todo, sabiendo que "Hernández" había sido identificado en una acción, sin que nadie lo hubiera detectado.