El jueves por la tarde hay convocadas dos manifestaciones en el polvorín de Barcelona, en la Bonanova, donde dos bloques ocupados desde 2016 han explotado y generan tensión e incidentes que mantienen enfrentados a los vecinos y los okupas del Kubo y la Ruina. Desde las siete de la tarde, y desde Lesseps, los okupas han convocado una marcha para proteger las dos casas de la amenaza que ha lanzado la empresa Desokupa, que a las ocho ha convocado en la plaza de la Bonanova y ha avisado que con 50 de sus trabajadores tiene intención de vaciar los dos bloques okupas de manera extrajudicial.

Los Mossos d'Esquadra, tal como ha avanzado esta mañana ElNacional.cat, no permitirá que la empresa pueda llegar a acceder a los bloques y que ejecuten este desalojo no ordenado por ningún juez. Tal como pasó el martes pasado, la policía catalana desplegará un efectivo con Brigada Móvil (Brimo), ARRO y agentes de Información para evitar enfrentamientos y con el objetivo concreto que Desokupa no llegue a la puerta de las dos casas okupas para evitar, como todo parece indicar que podría pasar, una verdadera escabechina.

Incidentes durante el fin de semana

Desde Desokupa se ha calentado la jornada del próximo 11 de mayo después de incidentes que se han registrado este fin de semana, cuando los okupas han sido grabados con las caras tapadas con cascos y armas blancas en las manos, atacando a los vecinos que los últimos días les han plantado cara. Ahora mismo, y según ha podido saber ElNacional.cat, no hay ninguna denuncia por los hechos del fin de semana y la policía catalana, aunque lo han intentado de oficio, no han podido identificar a los okupas, que en los vídeos aparecen completamente con la cara tapada. Los okupas ya han avisado que estos episodios de tensión son "autodefensa" y que no se rendirán y que seguirán defendiendo las dos casas okupas, convertidas, aseguran, en "diana electoralista". Difícil situación.

Una de las dos edificaciones okupadas en la Bonanova / Foto: GRS

Los Mossos desplegarán mucha fuerza este jueves en la plaza de la Bonanova para evitar el encuentro entre Desokupa y los okupas, que ya han hecho una llamada para reclutar efectivos de otros lugares de Barcelona y del conjunto del área metropolitana. Sin embargo, más allá de este momento puntual, la policía está preocupada por los episodios de violencia que se pueden generar otros días, cuando no haya refuerzo policial de orden público. Esta noche, en una rueda de prensa de urgencia, el jefe de la policía catalana, el comisario Sallent, la subjefa de Barcelona, la comisaria Catà, y la portavoz del cuerpo, la inspectora Escudé, han explicado que desde el domingo los Mossos han desplegado, de manera permanente, efectivos de paisano y uniformados para evitar nuevos enfrentamientos violentos en la calle entre los okupas y los vecinos antiokupas.

Este dispositivo especial se mantendrá hasta que se calmen los ánimos, han asegurado los jefes de los Mossos d'Esquadra. Hay que recordar que si bien la policía quiere evitar el desalojo extrajudicial por el cóctel explosivo que puede generar, los Mossos d'Esquadra tienen pendiente desalojar, cuando llegue la orden judicial, las dos edificaciones, okupadas desde 2016.

El desalojo judicial, el mes de junio

El pasado 23 de marzo estaba previsto el desalojo de una de las casas, pero se detuvo hasta conseguir el orden de las dos, para poder hacerlo de manera coordinada y efectiva en las dos casas, que se tocan pared con pared. Está previsto que el mes de junio el juez que lleva el caso ordene el desalojo y que los Mossos activen el dispositivo que dejaron a medias hace un mes y desalojen a los okupas del Kubo y la Ruina. La policía, al mismo tiempo, sospecha, por el análisis de las personas que se han detectado en el interior, que la operación no será fácil y que los okupas intentarán resistir de manera activa. En los preparativos del desalojo de marzo, antes de la explosión mediática preelectoral, los okupas prepararon la casa con vallas de obra para evitar la acción de la policía.