Uno de los cuatro agentes de los Mossos de Esquadra acusados de una agresión racista, detención ilegal y hacer un atestado falso, ha justificado su actuación y la de sus compañeros ante el tribunal de la Audiencia de Barcelona que los juzga. "Tenía una actitud muy agresiva, nos insultaba y escupía", ha afirmado el agente, conductor de la unidad policial, este miércoles, en la tercera sesión del juicio. El agente ha explicado que aquel 13 de noviembre de 2020 identificaron a una decena de personas en Ciutat Vella porque era de noche y se habían saltado el toque de queda fijado por la pandemia de la covid-19. Mientras registraba a uno de los chicos, escuchó un golpe fuerte, se giró y vio al cabo en el suelo encima de un joven. Ha asegurado que el cabo le decía que se calmara, y que él le puso una rodilla encima para retenerlo. "¿Cuántos agentes estuvieron encima de él al mismo tiempo?", le ha preguntado el fiscal. Ha contestado que tres, y el cuarto agente, que le ató las piernas, sustituyó al tercero. También ha indicado que en la minuta firmó el relato de su actuación y que si el joven tenía lesiones, "fue por su resistencia".
En el primer día del juicio, Ignacio Andrés explicó que solo reprochó al cabo que no persiguiera a un hombre que se había quedado con 5 euros de su amigo. "No fue humano lo que me hicieron, me torturaron", declaró el lunes el joven. La actuación violenta de los Mossos fue ratificada por una vecina que grabó la detención con el móvil, vídeo que es la prueba clave contra los agentes. El conductor, que solo ha contestado a las preguntas del fiscal y de las defensas, ha insistido en que su actuación fue correcta, y con el uso del bastón policial para golpear y retener al joven en las piernas. "¿Qué riesgo corrían?", le ha preguntado el fiscal, y el agente le ha contestado que actuaron por su seguridad, y que el chico se resistió mucho, incluso para entrar en el vehículo policial. También ha admitido que uno de los compañeros les avisó de que les estaban grabando, y ha asegurado que actualmente saben que "les graban siempre, y por eso su actuación es exquisita". La sesión continúa este jueves con el interrogatorio de los otros agentes. Además, el fiscal y las acusaciones indicarán si elevan sus peticiones de prisión a definitivas.
Castigo elevado
Inicialmente, la Fiscalía pide 8 años y medio de prisión y 16 años de inhabilitación para los agentes por esta polémica detención. En concreto, solicita a cada uno de los agentes 4 años de prisión por el delito de falsedad documental; 3 años de prisión por el delito de lesiones; 6 meses de prisión por el delito de detención ilegal, y 18 meses de prisión por el delito contra la integridad moral. La acusación popular, ejercida por Irídia, eleva la petición de castigo hasta 15 años de prisión y 22 de inhabilitación para cada uno de los cuatro agentes.
El Departament de Interior aplicó al cabo la medida cautelar de suspensión de sueldo y empleo durante un año y medio, y apartó a los cuatro investigados de la zona en la que estaban. El conductor ha indicado que hace 24 años que está en el cuerpo y que actualmente trabaja en seguridad ciudadana; es decir, que sigue patrullando en las calles.