Las prometió y las compró Montserrat Tura cuando era consellera de Interior el año 2006 y después de 12 años finalmente se empezarán a utilizar. Son las pistolas eléctricas, que toman el nombre Taser de la marca del fabricante y que los Mossos empezarán a utilizar en casos en que el estado de la persona que tengan que reducir los ponga en alto riesgo.

Tura compró siete pistolas Taser que se quedaron en un cajón al final de la legislatura y que su sucesor, Joan Saura, nunca quiso que los Mossos d'Esquadra utilizaran. Después de años de reivindicación del arma, Interior ha dado un paso alante y ha comprado las nuevas versiones de la pistola eléctrica, que además llevan una cámara que registra toda la actuación policial.

Después de Saura ningún otro conseller pensó en la Taser. Con Felip Puig se incorporó el proyectil de foam al armamento de los Mossos, y después se prohibió el uso de las pelotas de goma a raíz del caso Ester Quintana, pero no se volvió a hablar de la pistola elètrica hasta la llegada a la conselleria de Jordi Jané.

Hoy empieza la prueba piloto en Girona con las primeras pistolas eléctricas. Habrá cinco, con sus correspondientes cámaras, que se distribuirán en diferentes comisarías. A partir de aquí se irán desplegando en todo el territorio.

Pero para llegar hasta aquí han hecho falta años de gestiones y la formación de los agentes.

El 7 de junio del 2016, el Parlament aprobó el uso de la pistola eléctrica y el año pasado los Mossos acudieron a la cámara catalana a defender su uso. La cúpula del cuerpo, con Josep Lluís Trapero al frente, defendió las Taser en el Parlamento. Explicó que ya las utilizan algunos cuerpos de la Policía Local de Catalunya y que los Mossos las podrán utilizar para los casos de intento de suicidio, de autolesiones, ante personas alienadas y con un alto grado de excitación. Son actuaciones en que se necesita habitualmente la actuación de varios agentes y existe un riesgo alto. El mayor Josep Lluís Trapero defendía el uso de la Taser contra personas alienadas o drogadictas, ya que, en algunos casos, tienen más fuerza de lo que es habitual y son incontrolables. Trapero aseguraba hace un año en el Parlamento que una pistola eléctrica "nunca puede causar la muerte".

Un mes antes, en una entrevista en El Nacional, el director general de la Policía del momento, Albert Batlle, afirmaba que la Taser era "la alternativa a la pistola". "Esto no es un arma de uso indiscriminado. Es un instrumento de uso muy restringido", decía Batlle.

Los Mossos recorren a los datos del 2015 para defender el uso de la Taser y explicar los casos en que se utilizará. De los 20.000 incidentes del año pasado, 8.000 estuvieron relacionados con personas que tenían un estado de agitación, 6.000 fueron intentos de suicidio y 700, agresiones a policías.

La apuesta de Montserrat Tura

La Taser es uno de los modelos que se encuentran en el mercado. Es también la marca de las siete primeras pistolas eléctricas que compró a la exconsellera Montserrat Tura y que no se utilizaron nunca. Se quedaron en un cajón cuando llegó Joan Saura al departament.

Ahora la distribuidora tiene un modelo más avanzado que, además, se comprará con una cámara de vídeo incorporada que puede llegar a grabar hasta dos minutos antes de desenfundar la pistola. La cámara y todos los mecanismos de control del arma permiten garantizar su buen uso o, por lo menos, comprobar si se ha utilizado correctamente y emprender acciones contra los agentes que no siguen los protocolos.

 

¿Cuántas Taser se compararán y quién las llevará?

El Departament d'Interior tiene la intención de comprar 134 pistolas eléctricas. Habrá una en cada comisaría y también tendrán las unidades de intervención especial, como la Unidad de Seguridad Ciudadana (USC), el Área Regional de Instrucción de Atestados y Custodia de Detenidos, el Grupo Especial de Intervención (GEI), el área Regional de Recursos Operativos (ARRO) y la Brigada Móvil (BRIMO).

La compra y uso de las Taser incluye la redacción de nuevos protocolos de uso y la formación específica de los agentes.

¿En qué casos se utilizarán?

Los Mossos d'Esquadra utilizarán las pistolas eléctricas en casos en que el estado de la persona que tengan que reducir los ponga en alto riesgo, tanto a ella misma como a los agentes. Ante la comisión del Parlament, la cúpula del cuerpo defendió las Taser y detalló los casos en que se utilizaría. Son actuaciones en las que se necesita habitualmente la actuación de varios agentes y donde hay un riesgo alto. Queda todavía por saber si la Taser se podrá utilizar contra menores de edad, detenidos o personas que se escapan. Según los informes sobre su uso de los que se dispone, de cada 100 veces que se saca una Taser, solo se acaba utilizando en 14.

¿Qué provoca el impacto de una Taser?

La Taser genera un pulso eléctrico al agresor mediante unos cables conductores. No es como en las películas: la Taser no dispara una luz eléctrica electrocutadora, sino que projecta dos pequeños dardos con unos conductos de cobre que se clavan en el cuerpo del agresor y producen la descarga. La pistola eléctrica tiene un alcance de 7,6 metros.

Las pistolas eléctricas tienen un voltaje de 50.000 voltios y una intensidad de corriente de 2,1 miliamperios. Hasta los 0,1, la corriente hace cosquillas. De 0,1 a 10, provoca contracciones involuntarias. La duración de la descarga no será nunca superior a los 5 segundos, porque la misma pistola eléctrica se detiene. Y tampoco permite dos descargas seguidas: cuando se ha disparado, queda bloqueada y se tiene que desbloquear.