Hoy no se realizará el desalojo que estaba previsto y ordenado por el Jutjat de Primera Instància número 8 de Barcelona en un bloque del Eixample de Barcelona, el conocido como Casa Orsola. La comitiva judicial, con uno de los letrados de la Justicia, se ha acercado hasta la esquina de la calle de Calàbria con Consell de Cent, frente a la Casa Orsola, y después de reunirse con Josep Torrent, el vecino que debía ser desahuciado, se ha decidido aplazarlo hasta el martes a la madrugada, a las cinco. Desde primera hora de la mañana más de unas 800 personas, según la Guardia Urbana, se han concentrado frente al bloque para evitar este desalojo.

 

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha informado que la comitiva judicial ha acordado "aplazar el lanzamiento debido a la imposibilidad de llevarlo a cabo en condiciones de seguridad". El objetivo era desalojar a un hombre que lleva más de veinte años viviendo allí y que ha visto cómo la propiedad del bloque, un fondo de inversión, no les ha renovado el contrato para hacer pisos turísticos de lujo. Este desalojo, del primer vecino que se encuentra en esta situación en este bloque en el centro de Barcelona, se ha convertido en mediático y ha generado que mucha gente, también personajes públicos y políticos, se hayan sumado a la protesta.

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El vecino que ha de ser desahuciado acompañado de miembros del Sindicato de Inquilinas / Carlos Baglietto

Convocatoria para el martes a la madrugada

El autodenominado Sindicato de Inquilinas ha convocado una concentración el lunes por la tarde, con música en directo, y también a las tres de la madrugada, frente a la puerta del bloque para evitar que, tal como ha anunciado el juzgado, se pueda llevar a cabo este desalojo que estaba programado para hoy, pero que la presión popular ha hecho que no fuera posible y se haya tenido que aplazar hasta el martes a la madrugada. Cuando el Sindicato de Inquilinas ha comunicado la decisión a los cientos de concentrados, se han oído gritos de victoria por el aplazamiento pero también gritos de "vergüenza" por el señalamiento de una nueva fecha. Uno de los portavoces del movimiento ha asegurado que se ha detenido por la presión social, las 800 personas que había frente al bloque, y también por la presencia de prensa, que les ha generado vergüenza de echar a una persona de su casa. El lanzamiento que se debía ejecutar hoy da cumplimiento a la sentencia del Jutjat de Primera Instància número 8 de Barcelona, sentencia confirmada por la Audiencia de Barcelona.

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