En Francia se ha desencadenado un nuevo movimiento de denuncia sexual. A raíz del escándalo del exeurodiputado Olivier Duhamel en que Camille Kouchner lo ha acusado de haber violado repetidamente a su hijastro cuando era menor, son muchos los que también han explicado su caso personal. Para poner contexto, Kouchner lo ha explicado en su libro La familia mayor y la víctima era el hermano gemelo de la autora cuando tenía 14 años. Además, los franceses están conmocionados porque la imagen de Duhamel era impecable y estaba considerado uno de los académicos más prestigiosos.
Bajo la etiqueta #Metooinceste y el movimiento feminista en Twitter Nous Totes, muchos han escrito sus malas experiencias en Twitter: "Era mi abuelo", "El tío genial de la familia","Pasó desde que tenía 6 años hasta los 14", son algunos de los comentarios que se pueden leer. Siguiendo el modelo del movimiento mundial #Metoo para denunciar agresiones y acosos sexuales, el nuevo hashtag quiere englobar testimonios que confirman la falta de protección infantil que muchos han sufrido con abusadores sexuales dentro del ámbito familiar.
Desde Nous Totes lamentan que "las personas que cometen el delito de incesto provienen de todos los ámbitos de la vida, los adultos reaccionan poco o mal cuando las víctimas se lo confían y las señales enviadas por las víctimas nadie las escucha". El movimiento cree que "existe la oportunidad de detectar esta violencia muy rápidamente y pararla", defendiendo sobre todo campañas masivas de prevención y una mejor formación para los profesionales que trabajan en contacto con los niños. El sábado por la noche, la etiqueta #Metooinceste ya ocupaba el segundo lugar de las tendencias francesas en Twitter.
Más testimonios: "Tenía 5 años. Una noche, el hermano de mi madre me robó la inocencia (...) En un segundo tenía 100 años"; "Yo jugaba al Lego. Él se acercó por mi espalda y dejé de vivir"; "La primera vez tenía 3 años, mi primo tenía 14. Tenía miedo. Toda una vida de trauma y amnesia durante años". El incesto sigue siendo un tema profundamente tabú en la sociedad francesa, aunque se dice que es un problema importante en Francia, casi una de cada diez personas han sufrido un caso. Y de Twitter a los medios de comunicación. Incluso algunas víctimas han hablado en primera persona en un plató de televisión.