Se ha muerto a los 89 años la trementinaire Emília Llorens, que divulgó este oficio ancestral. Era una de las últimas trementinaires que quedaba con vida y la que más ha contribuido a dar a conocer el antiguo oficio que, durante más de dos siglos, ejercieron las mujeres del valle de la Vansa y Tuixent (Alt Urgell) recorriendo a pie gran parte de Catalunya para vender hierbas curadoras y remedios tradicionales. La memoria de las trementinaires empezó a recuperarse ahora hace unos treinta años, con Emília Llorens como la principal referente a la hora de explicar el oficio. Será enterrada este miércoles en Cornellana.
Emília Llorens nació en Cornellana en 1934. A los 7 años, acompañó por primera vez su abuela Maria Majoral en el viaje que la trementinaire hacía por tierras del Lluçanès, la plana de Vic, el Montseny y la Selva. El viaje que hizo cuando tenía 9 años es el que recordaba con más emoción, porque vio el mar por primera vez. Siguió haciendo de trementinaire aprendiente hasta los 16 años, cuándo dejó el oficio "de ir por el mundo" para aprender a coser. En el año 2005 recibió el premio Trementinaire d'Honor que otorga la organización de la Festa de les Trementinaires.
¿Qué es el oficio de 'trementinaire'?
Las trementinaires eran mujeres originarias de zonas de montaña que se dedicaban a recolectar hierbas medicinales y aceites esenciales, así como a elaborar remedios y comercializarlos en masías y pueblos de Catalunya durante unas rutas que recorrían a pie. El oficio fue ejercido durante el siglo XIX y hasta bien entrado el siglo XX, permitiendo unos ingresos a familias que vivían de la agricultura y la ganadería en un contexto de autoconsumo. Solían hacer dos viajes cada año, durante los meses de menos trabajo: uno en otoño, del cual volvían por Navidad; y otro tan pronto como habían matado el cerdo y que duraba hasta la Pascua.
Las trementinaires viajaban acompañadas de una aprendiza, que a menudo era un miembro de la misma familia, y le transmitía los conocimientos sobre plantas, trementina, artes medicinales, circuitos de venta y clientes potenciales. Se hospedaban en casas particulares donde se las acogía a cambio de hierbas y remedios, de manera que no hacían gasto en la masía porque se alojaban allí donde las requerían. La última trementinaire en activo fue Sofia Montaner (1908-1996), que hizo el último viaje en 1984. La tieta de Emília Llorens, Càndida Majoral, murió a los 100 años en enero de 2018.
Iban cargadas con fardos llenos de hierbas, unas latas donde guardaban la trementina y los aceites, un podal para cortar y una pequeña romana de hierro para pesar los productos. La trementina era el producto principal utilizado en su oficio y del cual deriva la palabra "trementinaire": es una sustancia que se obtiene de la resina del pino encarnado, después de purificarla. De su destilación se obtienen dos productos: la esencia de trementina o aguarrás y la pega griega o colofonia. También utilizaban una trementina reelaborada a partir de la combinación de estos dos componentes, que podían comprar en abacerías y farmacias.
El año 1998 se inauguró en Tuixent el Museu de les Trementinaires, donde se explica la forma de vida rural en el valle de la Vansa y el oficio. Desde el año 200 se celebra anualmente la Festa de les Trementinaires, con actividades en diferentes pueblos del valle: Tuixent, Sorribes, Ossera, Cornellana, Fórnols de Cadí... De forma conjunta, también tiene lugar en Tuixent una feria dedicada a los productos rurales.