Carlos Ferrando, una leyenda de la prensa rosa, pionero de la crónica social, ha muerto a los 76 años en Madrid. Ha sido una muerte inesperada, el periodista se encontraba bien de salud, según relatan sus amigos, que han quedado consternados, como el mundo de las noticias del corazón, en que ha recibido con sorpresa y desolación la noticia que ha avanzado Libertad Digital. Ferrando no respondía a las llamadas de sus amigos y se levantó la voz de alarma. La actriz Alejandra Grepi, íntima del periodista y una las personas del círculo de amistades que tenía llave de la casa de Ferrando, fue quien fue al domicilio porque era la única que se encontraba en Madrid. Cuando ha entrado en la vivienda, todavía lo encontró deshidratado pero con vida. Tenía el pulso muy débil y los servicios de emergencia intentaron reanimarlo, pero sin éxito. El cuerpo de Carlos Ferrando ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense donde se le practicará la autopsia para determinar las causas de la muerte, aunque algunos medios aseguran que se ha podido deber a los efectos de un golpe de calor.

Ferrando llevaba unos años retirado, aunque todavía realizaba alguna colaboración televisiva de vez en cuando. Tenía un fiel entorno y amigos que cuidaban y estaban pendientes de él, por eso empezaron a preocuparse cuando el periodista, aunque no siempre estaba pendiente del móvil, no daba señales de vida ni respondía las llamadas. Entre esos amigos se encontraban Alejandra Grepi, César Heinrich, Álex Gutiérrez, la periodista Karmele Eizaguirre y su marido John Zabala, que han quedado muy afectados. Ellos son los que han estado a su lado y los que han disfrutado de la compañía y de las innumerables anécdotas que había acumulado Ferrando durante todos los años en lo que ha seguido de la vida de los famosos grandes estrellas, con algunas de las cuales compartió amistad, como Rocío Jurado, Sara Montiel, Pedro Almodóvar, a quién le presentó a Penélope Cruz. Aunque Ferrando tenía un hermano y una sobrina con los que no tenía trato, los amigos se consideran su verdadera familia y están pendientes de la decisión del juez y de la Policía para hacerse cargo de los restos mortales, incinerarán y asumirán todos los gastos, según explica la revista Lecturas.

Referente y con un estilo inconfundible


Carlos Ferrando nació en Cartagena en 1948 y cuando tenía cuatro años se trasladó con su familia a vivir a Sabadell. En 1969 se instaló definitivamente en Madrid, donde desarrolló toda su carrera profesional. En un principio, ejerció como secretario de la actriz Esperanza Roy y fue también jefe de prensa de Pedro Almodóvar, Ana Belén e Imanol Arias antes de empezar a hacerse un nombre como periodista. Escribió de cine en la revista Fotogramas, y posteriormente se especializó en la crónica social y la prensa rosa en Diario 16, pero el salto a la popularidad le dio como colaborador de televisión. En 1997 apareció en el programa De domingo a domingo, presentado por Belinda Washington en Telecinco, y un año después su fama se amplificó cuando Javier Sardà le fichó para comentar la crónica social de Crónicas Marcianas, pero solo duró un año porque no compartía la línea sensacionalista del programa. También colaboró en programas como Sálvame ¡Qué tiempo tan feliz!, junto a María Teresa Campos.

Ferrando es considerado un referente y pionero como Jesús Mariñas, al que le unió una gran amistad. Creó escuela por su estilo inconfundible, irónico, incisivo, mordaz y vehemente, tan inconfundible como el puro que le acompañaba, y acabó muy desengañado de la profesión, sentimientos que plasmó en el libro que publicó hace dos años, La delgada línea rosa.