Irmgard Furchner, conocida popularmente como la "secretaria del mal" por su papel en el entramado nazi, ha muerto a la edad de 99 años. Furchner trabajó como mecanógrafa para el comandante de las SS del campo de concentración de Stutthof, Paul-Werner Hoppe, en una instalación al norte de la actual Polonia entre junio de 1943 y abril de 1945, y fue condenada por complicidad en 10.505 casos de asesinato en el marco del plan de exterminio del pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial. Furchner murió el 14 de enero, aunque no ha sido hasta este lunes que se ha dado a conocer la noticia.

Intento fallido de revocar la condena

En agosto del año 2024, el Tribunal Supremo alemán ratificó la condena de dos años de cárcel a Furchner, después de que su equipo legal intentara sembrar dudas sobre si ella tenía que ser considerada cómplice del exterminio nazi. Defendían que no existían pruebas claras de su participación y que no tenía conocimiento de los asesinatos en masa.

Por su parte, la Audiencia Provincial de Itzehoe también consideró probado que con su trabajo había ayudado a ejecutar el plan de asesinar sistemáticamente a miles de prisioneros. De hecho, era en la oficina del comandante —donde trabajaba—, donde se gestionaban las llegadas masivas de judíos y era imposible que no se diera cuenta de lo que sucedía.

La condena contra Furchner fue la primera contra un civil acusado de participar en el Holocausto, y a pesar de que la sentencia fue simbólica, debido a la avanzada edad de la exsecretaria, abrió la puerta a llevar a juicio a otras personas de edades similares y así honrar la memoria de los millares de muertos en los campos de concentración. "Para las víctimas es importante ser escuchadas por una instancia oficial", ha dicho en declaraciones al diario Süddeutsche Zeitung el catedrático de Derecho de la Universidad de Erlangen, Christoph Safferling, que se ha ocupado en varias publicaciones del tratamiento judicial de los crímenes nazis.

"Siento mucho lo que ha pasado"

Furchner mantuvo un perfil bajo durante toda su vida. La exsecretaria evitó siempre hablar con la prensa, salvo en diciembre de 2021, un par de meses después del inicio del juicio, cuando se mostró arrepentida por lo ocurrido. "Siento mucho lo que ha pasado. Me arrepiento de haber estado en Stutthof en ese momento. No puedo decir más", confesó a los medios. En el momento de los hechos, la secretaria no tenía ni 21 años y fue juzgada por un tribunal de menores.

La mujer también fue noticia por intentar escaparse de la residencia de ancianos donde vivía y así evitar el juicio. Furchner se subió a un taxi e intentó huir sin éxito, ya que la policía la detuvo pocas horas después, andando por una carretera en dirección a Hamburgo.

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