Se ha muerto Kabosu, la perra de 18 años tras uno de los memes más icónicos de internet. La noticia la ha dado su responsable a las redes sociales, donde ha dicho que este viernes la shiba inu "ha pasado el puente del arco iris". "Se ha ido muy tranquila, sin sufrir, como si se durmiera mientras sentía el calor de mis manos acariciándola", ha añadido, antes de asegurar que "fue la perra más feliz del mundo". "Eso me hace la responsable más feliz del mundo", ha concluido, con un mensaje de agradecimiento a todo el mundo que le ha dado apoyo. El animal sufría cáncer desde 2022.
Kabosu fue la protagonista del meme Doge, que se hizo popular en el 2013. Originalmente, el meme estaba formado por la imagen de la shiba inu y un texto multicolor en Comic Sans (escrito mal de manera deliberada) que representaba una especie de sencillo monólogo interno. Hacia 2017, formatos irónicos de Doge ganaron espacio y sustituyeron el meme original, como ya es habitual en internet. Su fama es innegable, hasta el punto que fue el rostro de una de las criptomonedas más famosas: el Dogecoin, que llegó a tener una gran capitalización de mercado en 2021.
Kabosu, Doge y uno de los memes más famosos
La perra nació en 2005 en Japón y fue enviada a un refugio de animales. Una maestra de infantil, Atsuko Sato, la adoptó y le puso el nombre de Kabosu porque tenía la cara redonda como la fruta cítrica del mismo nombre. Las fotos que le hicieron al principio de la década de 2010 se hicieron virales por todo internet, protagonizando numerosos memes y tendencias los años siguientes. Su imagen más famosa es la que ilustra esta noticia, donde se ve la perra sentada en un sofá con una expresión curiosa. A partir de aquí, ha evolucionado hacia formatos de meme muy conocidos en las redes sociales. He aquí un ejemplo de plantilla:
Más allá del Dogecoin, Kabosu ha movido mucho dinero. En junio del 2021, sus imágenes se subastaron como NFT y se vendieron por unos 4,06 millones de dólares. Fue la subasta de NFT de memes más alta de la historia. Su responsable, Atsuko Sato, dio una parte importante del dinero a organizaciones ecologistas y humanitarias de Japón. Esto es solo una pequeña muestra de la importancia de esta shiba inu, que desde 2013 ha revolucionado la comunicación y la expresión en internet.