La histórica militante del PSUC, luchadora antifranquista y fundadora de la Asociación Mujeres del 36, María Salvo, murió ayer en Barcelona a los 100 años de edad. Salvo hace formar parte de la lista electoral de la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, iba en la posición número 41. Colau ha lamentado la muerte de la que fue expresidenta de la Asociación Catalana de Presos Políticos del Franquismo (ACEPF), y ha calificado Salvo de "mujer libre, fuerte, lúcida y generosa".
A través de twitter le ha dedicado estas palabras: "Adiós querida amiga. Hasta siempre Maria Salvo. La mejor, la más bonita, la mujer libre, fuerte, lúcida y generosa que todas querríamos ser. Gracias Maria porque por lo que tú fuiste, muchas otras podremos seguir avanzando. Te recordaremos y te amaremos siempre". Dos fotos en blanco y negro muy emotivas han acompañado el despido.
El conseller Raül Romeva, desde la prisión, también ha escrito: "Tristeza en saber la muerte de Maria Salvo. Gracias, Maria, por habernos enseñado durante más de 100 años a combatir el fascismo y a no rendirnos. Te quedas con nosotros. No te olvidaremos, no os podremos olvidar nunca. Descansa en paz".
El president del Parlament, Roger Torrent, también ha recordado a la luchadora antifranquista: "Nos ha dejado una gran mujer, a una luchadora por la libertad y por la memoria. Que su sacrificio y su lucha no caigan en el olvido!. Y la consellera de Justícia, Ester Capella, ha recordado que Salvo fue la presidenta de la Asociación de Expresos Políticos del Franquismo y para muchas de nosotras un referente".
Otras formaciones políticas también han dado el pésame por|para la muerte de Salvo, como la Lagar: "Una triste noticia. Nos deja la luchadora antifranquista a Maria Salvo. Un fuerte abrazo a familiares, amistades y compañeras". También instituciones como la Universidad Politécnica de Catalunya: "Nos ha dejado a Maria Salvo, que fue investida Honoris Causa por la UPC por su implicación en la lucha antifranquista y su papel en la recuperación de la democracia. Descanse en paz".
La Asociación Catalana de Expresos Políticos del Franquismo (ACEPF) ha informado de la muerte de Salvo en un comunicado en que recuerda que el pasado mes de mayo la difunta recibió un caluroso homenaje por|para su centenario. "Tuvimos la oportunidad de recordar su trayectoria centenaria. Una vida larga, dura, difícil, pero también de una vida intensa, llena de sentido, siempre luchando contra la injusticia, para conseguir a una sociedad sin explotadores ni explotados, una sociedad de libras e iguales, donde la mujer no esté situada en un plan inferior, en definitiva, luchando siempre por un mundo mejor".
De Salvo, la asociación ha destacado que "pagó un precio muy alto por su compromiso. Los dieciséis años que estuvo encarcelada, las torturas que soportó, las consecuencias que tuvo que sufrir, han marcado su vida, que durante muchos años compartió, feliz, con su compañero Domènec Serra, un hombre extraordinario con el cual coincidían en ideas, trabajo político, militancia en el PSUC y filosofía de vida".
Una vida ligada a la lucha por los derechos democráticos
El año 2005 la Generalitat le otorgó la Cruz de Sant Jordi. Hija de un maderero ebanista que participaba en movimientos obreros y de un ama de casa, católica practicante y analfabeta, vivió su infancia en el barrio de Les Corts, donde, cuando cumplió 13 años, dejó la escuela para empezar a trabajar de portera en una finca y después fue costurera y planchadora. En 1935 empezó a frecuentar los centros culturales de Esquerra Republicana, pero influenciada por la novia de su hermano mayor ingresó finalmente a las Juventudes Socialistas Unificadas de Catalunya (JSUC).
En 1936 se afilió a la UGT y en 1938 se hizo cargo del comité de propaganda en Barcelona de la JSUC, aunque un año más tarde tuvo que exiliarse en Francia, donde estuvo internada en campos de concentración hasta que fue obligada a volver a España y en 1941 fue detenida a Madrid y encarcelada en la prisión de Les Corts de Barcelona y condenada por un tribunal militar a 30 años de prisión. Pasó 16 años toma|presa a Zaragoza, Madrid y Segovia y al ser liberada fue desterrada en Santander, donde, como miembro clandestino del PSUC, luchó contra el franquismo y consiguió volver a Barcelona.