El obispo de Girona, Francesc Pardo, ha muerto esta madrugada a los 75 años. Llevaba semanas ingresado a raíz de una llaga en el estómago, que lo obligó a internar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital a Josep Trueta de Girona. A mediados de marzo, el Obispado informó de que después de unos días en que parecía que había una progresiva mejora, de golpe Francesc Pardo volvió a empeorar y entró en situación crítica. Esta noche, el obispo de Girona ha muerto en el hospital. Llevaba más de trece años al frente de la diócesis. El Papa Benet XVI lo nombró el 16 de julio del 2008 y tomó posesión del cargo a mediados de octubre.
Francesc Pardo nació en Torrelles de Foix (diócesis de Sant Feliu de Llobregat/Alt Penedès) el 26 de junio de 1946. Estudió en la Facultad de Teología de Catalunya y fue ordenado sacerdote en 1973. Ejerció varios cargos en la archidiócesis de Barcelona. Entre los años 1973 y 1980 fue coadjutor de las parroquias de Santa Maria y de la Santíssima Trinitat, de Vilafranca del Penedès (población de donde fue arcipreste 1979-1980); posteriormente, y de 1980 en 1987, fue rector de Sant Sadurní d'Anoia (dónde fundó una cooperativa que promovió la construcción de 70 viviendas sociales), consiliario diocesano del Movimiento Familiar Rural y de los Jóvenes Rurales JARC (1982-1986). El año 1983 fue nombrado también rector de Monistrol d'Anoia. Entre los años 1990 y 1993 fue vicario episcopal de la zona del Penedès, Anoia y Garraf, y de 1993 en el 2006 ejerció como director del Centro de Estudios Pastorales de las diócesis de Catalunya. En 1997 se volvió rector de Sant Esteve de Granollers y entre 1999 y 2004 fue arcipreste de Granollers, tarea que compaginó entre 2001 y 2004 con la de vicario episcopal del Vallès Oriental. Al crearse el obispado de Terrassa se incorporó como presbítero, y asumió los cargos de Vicario General de Pastoral y Delegado Episcopal para la Economía (2004), a la vez que continuó como rector de Granollers.
Pardo y el independentismo
El 16 de julio del 2008 se hizo público su nombramiento para ocupar la sede vacante de Girona, y fue ordenado obispo el domingo 19 de octubre del 2008 en una ceremonia con el nuncio, dos cardenales, dieciséis obispos, doscientos curas y los abades de Montserrat y Poblet. En octubre el obispo Pardo pidió la liberación de los líderes políticos y sociales encarcelados y condenados con penas de prisión e inhabilitación por el 1-O. "La misericordia no va contra la justicia, sino que la perfecciona, la humaniza, y es la máxima expresión de la sabiduría" y "ahora tiene nombres como medida capacidad de perdón, necesidad de diálogo y afirmar la convivencia", expresó durante una homilía de la misa de Sant Narcís en Girona.
En otra ocasión, el obispo también habló del dictador Francisco Franco durante una entrevista: "Franco no tiene que ser enterrado en una basílica", dijo con contundencia al ser preguntado por dónde se tenían que depositar los restos del dictador. Pardo justificó este posicionamiento argumentando que el interior de iglesias o basílicas pueden ser considerados "lugares de honor", y consideró que sus restos tendrían que trasladarse a un cementerio. El obispo añadió que, aunque "toda persona tiene derecho a ser enterrada", entendía que si un dictador es enterrado en "un lugar de fácil visita, como una iglesia," podía resultar "inaceptable para la población".