Ha muerto este jueves a los 88 años Maria Victòria Molins, conocida como Viqui Molins, monja barcelonesa que se dedicó a los cuidados de los más vulnerables al barcelonés barrio del Raval, donde ayudó a drogadictos y prostitutas a lo largo de algunas de las décadas más duras en el céntrico distrito de Ciutat Vella. Nacida en 1936 en la Bonanova, en una familia acomodada y religiosa con nueve hijos, con 19 años se hizo monja teresiana para ayudar a los necesitados y con tiempo se convirtió en lo que ella misma definaia como una monja "de calle". Fue una de las fundadoras del Hospital de Campaña de Santa Anna, erigido en 2017 para atender a migrantes, sintecho y personas en riesgo de exclusión social. Molins obtuvo la Creu de Sant Jordi, la máxima distinción de la Generalitat, por sus tareas humanitarias.
Colaboradora habitual de medios digitales como Catalunya Cristiana y Catalunya Religió con incisivos artículos sobre la Iglesia, además de su vertiente social por los desfavorecidos, Viqui Molins ha sido autora de libros de temáticas variadas como de educación, problemáticas sociales o sobre la religiosa Santa Teresa. Incluso había escrito crítica de películas y de literatura. De hecho, cuando acabó el noviciado a la Compañía de Santa Teresa de Jesús, la polifacética religiosa estudió Filosofía y Letras en la Universitat de Barcelona y durante años se dedicó a la enseñanza en varias escuelas de su congregación, en Barcelona, València y Madrid. También ejerció tareas editoriales, como directora de Ediciones STJ. Incluso ha puesto un pie en la política, ya que en 2017 fue en las listas de Junts per Catalunya por la demarcacion de Barcelona.
Con todo, en 1985, a raíz de unos viajes a Latinoamérica y África, la religiosa sintió una llamada a cambiar su estilo de vida y su manera de profesar la fe y decidió vivir junto a los más vulnerables y los marginados. Así lo explicaba ella misma en julio del año pasado en una entrevista con El Nacional: "A pesar de que empecé dedicándome a la enseñanza, enseguida lo llevé hacia el terreno que me interesaba. En los años ochenta me empecé a inventar salidas que no existían para llevarme los estudiantes en las barracas de la ciudad. Después, un verano, fuimos a Angola, y el verano siguiente, a Nicaragua, a hacer voluntariado. Allí tuve una experiencia fortísima. Cuanto más tiempo pasaba con los más pobres, más me daba cuenta que mi vocación eran ellos".
Desde entonces, pidió a la congregación un traslado desde el Colegio Teresiano del Ganduxer (Sarriá-Sant Gervasi) al Raval, y compaginó las tareas intelectuales con la atención a las personas en riesgo de exclusión social del céntrico barrio barcelonés. Allí atendió a prostitutas y drogadictos y, de hecho, en 1995 se fue a vivir a este enclave del Gòtic. Molins señaló siempre a la también monja Genoveva Masip como referente de caridad y atención a los necesitados. En 2022, su sede en el Carrer de la Cera del Raval tuvo que cerrar por su avanzada edad y por falta de relevo. La religiosa se ha dedicado sus últimos años a colaborar con el Hospital de Campaña de Santa Anna, que ayudó a fundar en 2017.
Creu de Sant Jordi, doctora honoris causa y escritora adaptada en el cine con éxito
Viqui Molins fue también una figura mediática, por supuesto por sus tareas sociales, y también por su obra. Su nombre resonó también cuando el director de cine Javier Fesser adaptó un libro suyo, "Alexia, historia de amor y dolor de una adolescente" (1987), para filmar la exitosa película "Camino", ganadora del Goya a mejor película en 2008. Su trayectoria también ha sido premiada: el 2015 la Generalitat le otorgó la Creu de Sant Jordi, el máximo reconocimiento de la administración catalana; el mismo año fue investida doctora honoris causa por la Universitat Ramon Llull, centro privado religioso, a propuesta de la Facultat d’Educació Social i Treball Social Pere Tarrés; y también aquel mismo verano fue pregonera de la Fiesta Mayor del Raval, su barrio de adopción durante años.
Numerosos mensajes de pésame, de la política a las entidades
Al saberse de la muerte de Viqui Molins, numerosas personalidades han salido a expresar su pésame por la religiosa. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha destacado de ella que siempre se recordará "su gran tarea ayudando las personas más vulnerables". Por su parte, el expresident de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, ha enaltecido la "huella en el corazón" que deja en miles de personas "su bondad y humanismo cristiano" y también su "lealtad insobornable a la Catalunya de la gente, especialmente de los más desvalidos". También se ha pronunciado el consejero de Justicia, Ramon Espadaler, que ha valorado Molins como un "referente de humanismo cristiano y de defensa de la igualdad en la dignidad de las personas". El secretario general juntaire, Jordi Turull, por su parte, ha afirmado de Molins que era "absolutamente ejemplar y coherente con su religiosidad". También han emitido comunicados de pésame la Fundació Pere Tarrés o los Jesuitas de Barcelona.
Lamento la mort de la monja Viqui Molins, cofundadora de l'Hospital de Campanya de Santa Anna, al Gòtic de Barcelona, i Creu de Sant Jordi el 2016. Sempre recordarem la seva gran tasca ajudant les persones més vulnerables. EPD
— Salvador Illa Roca (@salvadorilla) February 20, 2025
La Viqui Molins ha viscut per als altres d’una manera generosa i activa. Ha deixat petja en el cor de milers de persones per la seva bondat i humanisme cristià, per la seva lleialtat insubornable a la Catalunya de la gent, especialment dels més desvalguts. El seu cor continuarà… https://t.co/aoQHT5IttB
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) February 20, 2025
Colpit per la mort de la Viqui Molins. Una persona absolutament exemplar i coherent amb la seva religiositat.
— Jordi Turull i Negre (@jorditurull) February 20, 2025
Tot un referent en la lluita incasable pels més vulnerables i també per la seva profunda estima i compromís amb Catalunya.
El nostre condol a familiars i amics. Al cel… pic.twitter.com/XXRJw9Q24o