Un total de 253 personas han muerto en la montaña, en Catalunya, desde el 2000 hasta los primeros meses de 2016. El principal motivo de las muertes son los accidentes entre los excursionistas, pero detrás les siguen los suicidios, las muertes naturales y los aludes. Los datos a los que ha tenido acceso El Nacional, son el balance de los 15 años que hace que trabaja la Unitat de Muntanya de los Mossos d'Esquadra. Los agentes estudian la escena del crimen en medio del entorno natural como si lo hiciera la policía científica y acceden al lugar como lo hacen los bomberos.

"La montaña hoy en día no es como antes", dice Ramón Arqué, jefe de la Unitat de Intervención de Muntanya de los Mossos. En una vía ferrata, por ejemplo, pueden pasar durante un fin de semana unas mil personas. "Hace 30 años los que iban a hacer alpinismo éramos siempre los mismos", añade. "Ahora no, ahora hay muchísima gente. La montaña se ha abierto al público, es mucho más accesible. Hay muchas empresas que se dedican a ello y que se ganan la vida". Y eso ha hecho variar también la manera de morir. "Te encuentras con situaciones duras", dice Arqué, mientras recuerda la muerte de 2 hermanas el año 2011 bajando del Puigmal en medio de una tormenta de nieve. 

 

 

El año 2008 fue el más trágico de los últimos 15, con 30 muertos. El cambio de hábitos, las modas y las facilidades para hacer cualquier práctica en la montaña ha facilitado el acceso de muchas personas que, a veces, o no van lo bastante bien equipadas o tienen un desconocimiento del deporte y el entorno. Las nuevas tecnologías también tienen que ver: "El móvil ha ido muy bien pero ha hecho mucho daño", dice el jefe de la Unitat d'Intervenció de Muntanya. "Antes ibas a hacer una ruta en el Pirineo de 5 o 6 horas a pie y te lo pensabas. Ahora no. Ponen el GPS. Pero el GPS no siempre funciona. De hecho, normalmente en alta montaña es fácil que deje de funcionar. La montaña se ha puesto de moda y es muy accesible".

Desde el año 2000 los muertos no bajan de 10 al año. Hay hasta 23 maneras diferentes de perder la vida en la montaña, según los Mossos.

 

 

La gran mayoría de muertos son por accidentes. Después hay el suicidios y los homicidios son residuales. Arqué recuerda uno en los últimos 15 años: Un padre que mató a los hijos y se suicidó tirándose por un barranco. La gran diferencia con el resto de muertos que deben investigar los Mossos, es que los hechos pasan a 2.500 o 2.700 metros de altura.

 

 

 

La investigación a cielo abierto

"Si no se hace una buena investigación del caso y no hay un informe pericial", las consecuencias de la muerte pueden derivar hacia otro lado, como el fraude. Según los responsables de la unidad de montaña, con ciudadanos extranjeros es importante hacer una buena investigación "para evitar que digan que habido irresponsabilidad de una empresa y poder, así, cobrar el seguro".

La Unitat d'Intervenció de Muntanya se activa cuando se da el aviso para un rescate al 112 y los bomberos comprueban que hay muertos. Es a partir de aquí que llaman a los Mossos para que hagan el levantamiento del cadáver, que tienen delegado por parte del juez. En la escena del crimen se hace el informe pericial y se envía al juez. Entre las escenas del crimen donde han trabajado los mossos de la Unitat d'Intervenció de Muntanya está el incendio de Horta de Sant Joan donde el 2009 murieron los 5 bomberos del GRAF de Lleida y Barcelona.

La unidad de montaña de los Mossos d'Esquadra se creó en el año 2000. El año 2008, la unidad pasa a depender de los Servicios Centrales. Actualmente tiene 28 agentes y depende del Àrea Central de Suport Operatiu, donde están las unidades especiales como las de subsuelo, aéreas, canina y tiro. Nació para dar cobertura a la seguridad en algunas instalaciones de montaña como las estaciones de esquí, algunas de ellas con la visita habitual entonces de cargos políticos -como toda la familia Pujol- o la familia real, una habitual de Baqueira. Cada año hay entre 15.000 y 20.000 usuarios en las estaciones de esquí.

El trabajo de estos mossos es el mismo que cualquier agente pero adaptada un medio más hostil como es la montaña. Donde no llega la dotación de seguridad ciudadana, llega la unidad de montaña. Se hace seguridad y prevención.

 

 

Mossos y bomberos

A lo largo de los años, sin embargo, los mossos de esta unidad se han especializado en investigar las muertes y también en ayudar en los rescates. "Los bomberos salvan y rescatan, a partir de aquí ya no hacen nada más. Toda la explicación al juzgado, víctimas e identificaciones lo hacemos nosotros", dice Ramon Arqué. Admite que "es difícil no pisar competencias, sobre todo en montaña, no tanto con agentes rurales, pero en las emergencias, sí. Porque no es como tráfico, que todos los operadores tienen las herramientas básicas para llegar. En la montaña es complicado. Quizás sólo llega bomberos y ya hace cosas antes de avisar". Y es que el primero que llega a la escena del crimen acostumbra a ser el bombero, y según los mossos no siempre se respeta el espacio tal como está para poder examinarlo bien después.

La unidad también hace patrullajes y revisa vías ferratas, y si se encuentra en una situación de emergencia también actúa, mientras llegan los bomberos: "Primero salvamos vidas. Nosotros dentro de nuestro patrullaje nos podemos encontrar a alguien accidentado, y lo primero que haces es atender a la persona y pides a través de la sala, el helicóptero" para hacer el rescate.