El pasado mes de marzo, una ciudadana fue coaccionada por la Policía Nacional y, posteriormente, detenida con el pretexto de la Ley Mordaza. Todo por dirigirse en catalán a los agentes. Ahora, la víctima ha presentado una denuncia contra los agentes al Juzgado de Instrucción de Terrassa, según ha informado Plataforma per la Llengua, que le ha facilitado asesoramiento y defensa legal. La ONG del catalán ha denunciado que los hechos son "constituyentes de cuatro delitos: de coacciones, de falsedad en documento público, de detención ilegal y contra la integridad moral".
A través de la denuncia de la ciudadana, la entidad pide al juzgado que requiera a la comisaría las grabaciones de las cámaras de seguridad y la identificación de los agentes, y que cite a declarar a los dos agentes que ya se han podido identificar gracias a la información que se incluye en las sanciones administrativas que los agentes impusieron a la víctima. Además, Plataforma per la Llengua ha hecho pública una grabación que hizo la misma ciudadana en la que se ve el trato que le dispensaron los agentes.
"Tienes que hablar en castellano, porque estamos en España"
Plataforma per la Llengua ha expuesto lo que vivió la víctima el pasado 4 de marzo cuando se disponía a renovar el DNI, su pasaporte y para tramitar las cartas de invitación de sus padres, unos documentos que permiten alojar en casa a personas del extranjero, ya que se trata de una profesora de catalán de origen marroquí. De entrada ya le pusieron trabas para hacer los trámites que necesitaba, pero el trato que recibió fue empeorando cuando la profesora se dirigía en catalán en los agentes, los cuales no le facilitaban acceder a la comisaria y le llegaron a espetar: "Tienes que hablar en castellano, porque estamos en España".
Hablando con los agentes, la profesora, espontáneamente, cambiaba del castellano al catalán. Hecho que le recriminaba en especial un agente, al cual la víctima finalmente le dijo que "aprender idiomas es una cosa buena" y que "como funcionario, iría bien que lo hiciera, porque la atención al ciudadano forma parte de su trabajo." Todo esto enfadó al agente, que la amenazó con sancionarla, ya que consideraba que le había levantado la voz.
Sin embargo, no fue hasta que la profesora se marchó de la comisaría, que se lamentó de que los agentes de la puerta no supieran catalán, y el agente que antes le había impedido acceder le gritó, le cogió el móvil y la detuvo por "faltar el respeto a un agente de policía". El policía afirmó que la mujer se había negado a identificarse, de manera que añadía otro delito a la lista para detenerla. Plataforma per la Llengua observa que: "la mujer en ningún momento se había negado a identificarse y la acusación es absurda, teniendo en cuenta que, justamente, estaba allí para renovar los documentos oficiales".