"Las feministas juntas y diversas, luchamos por unas vidas dignas para todas". Es un clamor que resume la manifestación feminista del 8 de marzo en Barcelona, que ha reunido a unas 40.000 personas según la Guardia Urbana —100.000 según las organizadoras—, que han reivindicado la diversidad y la lucha por los derechos de todas las mujeres, sin importar la orientación sexual, la procedencia, la edad, la identidad sexual y las capacidades físicas o neurológicas.
🟣 Huelga del 8 de marzo, DIRECTO | Manifestación 8M en Barcelona y Día de la Mujer
"Las sordas, las tullidas y las neurodivergentes" encabezan la manifestación del 8-M
Una gran pancarta con el lema de la manifestación, "huelga feminista contra sistema cishetero patriarcal racista y capitalista", ha encabezado la marcha, que ha empezado hacia las 18:30 h en la Gran Vía de las Corts Catalanas, a la altura de la plaza Universitat. La pancarta se ha dejado caer al suelo antes de que empezara la marcha para mostrar quién había detrás. "Tenemos que hacer visibles que somos diversas, somos las sordas, las tullidas y neurodivergentes, y vamos de la mano a tumbar el patriarcado", han reivindicado las organizadoras de la Asamblea 8-M para presentar un grupo de mujeres en silla de ruedas y con otros tipos de diversidad funcional. Visibilizar a este colectivo y denunciar el capacitismo ha sido uno de los objetivos centrales este 8-M.
Anaya Guerrero, educadora y sexóloga, trabaja atendiendo a personas con diversidad funcional a la asociación Tandem Team, y ha explicado a El Nacional.cat que en el contexto de un modelo capitalista, "hay cuerpos que no pueden producir como los cuerpos normativos" y por este motivo sufren agravios y discriminaciones. Guerrero defiende que si "no se nombra al capacitismo nos olvidamos de las personas con diversidad funcional, discas, tullidas, lisiadas, y de todos los cuerpos que no encajan más allá de los cuerpos trans", y que "no se puede hablar de feminismos sin incluir a las personas con diversidad funcional".
Jóvenes y grandes reclaman derechos y libertades para las mujeres
La marcha, la primera plenamente sin ninguna restricción después de la pandemia, ha empezado con fuerza y ruido, con batucadas, gritos y cánticos como "viva, viva, viva, la lucha feminista," "la noche es nuestra, ninguna agresión sin respuesta", entre otros. Las manifestantes, que eran mayoritariamente mujeres, llevaban prendas de ropa o accesorios lilas y carteles con mensajes reivindicativos, que como viene siendo habitual en los últimos años, a menudo se han inspirado en la cultura pop, como por ejemplo, en una de las últimas canciones de Shakira. Así "las mujeres no lloran, las mujeres actúan" o "creíste que me heriste y te volviste más dura", han sido algunos de los mensajes este año.
Sin embargo, también ha habido mensajes a favor de las mujeres trans, y el antirracismo, el aborto o para reivindicar los cuidados, entre otros. También, mensajes de agradecimiento y solidaridad. "Lucha aunque no te falte nada, porque a otros les falta de todo", decía la pancarta de Olivia, una joven de 15 años, que ha decidido hacer este cartel para mostrar la importancia de ser sororas con las mujeres que tienen menos oportunidades o menos privilegios. Aunque la sensación es que en los últimos años se ha avanzado en derechos, todavía hay mujeres que lo ven muy negro. "Todo mal", decía el cartel de otra manifestante, la Xènia, que explicaba que "el machismo, está presente en nuestro país y al final del día se acumulan un montón de cosas pequeñas", ha explicado a ElNacional.cat
El anticapitalismo, presente en la manifestación del 8-M
Un sector de la manifestación, detrás de una pancarta con el lema "el feminismo será anticapitalista o no será", ha encendido antorchas con las cuales ha instado a "quemar el sistema". Este grupo, que ha sido uno de los más activos en las proclamas, también ha gritado a la huelga general y ha denunciado la vulneración del derecho en la vivienda de muchas mujeres. "No se entiende, gente sin casa y casa sin gente," han exclamado.
La manifestación ha ido bajando el ritmo a medida que avanzaba por Gran Vía hasta el paseo de Sant Joan, donde ha continuado hasta las puertas del parque de la Ciutadella. A pesar de las divisiones existentes en el feminismo respecto de la prostitución y las mujeres trans, la marcha ha transcurrido sin incidentes y no ha habido ningún enfrentamiento. En el paseo Lluís Companys se ha leído el largo manifiesto, y el acto del 8-M ha concluido definitivamente pasadas las nueve y media. "Hemos dejado de estar aisladas y ya no hay marcha atrás, si las feministas nos autoorganizamos, somos imparables", han aseverado.