El Consejo General del Poder Judicial  ha multado por falta grave por retrasos injustificados a dos de los magistrados que formaron parte del tribunal de la Audiencia de Navarra que condenó a los miembros de La Manada en abril de 2018 por abuso sexual. Raquel Fernandino ha sido sancionada con una multa de 1.500 euros y su compañero Ricardo González con otra por 700 euros.

El promotor de la Acción Disciplinaria del Consejo, Ricardo Conde, abrió un expediente disciplinario contra ambos por retrasos en el dictado de resoluciones y les dio traslado para que presentaran alegaciones. En sus respuestas, ambos hablaron de la repercusión negativa que tuvo tanto a nivel personal como en su trabajo diario la reacción social a la sentencia, en la que condenaron inicialmente por abusos la violación grupal de una joven en los Sanfermines de 2016.

Falta grave

La investigación, derivada de una inspección rutinaria del Consejo, afecta a Ricardo González -el magistrado que hablo de jolgorio en su voto particular discrepante- y su compañera Raquel Fernardino-, y ha concluido que hubo retrasos reiterados e injustificados en su trabajo que han sido calificados como falta grave regulada en el artículo 418 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.

Según los datos recogidos por la inspección, a finales de 2018 había tres sentencias pendientes de dictar cuyas ponencias correspondían a estos magistrados de juicios celebrados en junio y diciembre de 2017 y en mayo de 2018, además de medio centenar de recursos de apelación pendientes

Dada la antigüedad de algunos de los asuntos reflejados en dicha certificación, el pasado mes de junio se requirió a los magistrados González y Fernardino que procedieran al dictado de las resoluciones pendientes en un plazo de dos meses, si bien al concluir este tiempo algunos procedimientos seguían sin haber sido evacuados.

Retrasos

Por lo que se refiere a González, el informe detalla que su rendimiento llevaba varios años siendo inferior a los objetivos de cumplimiento previstos: en 2016 alcanzó un 63% -estuvo de baja por enfermedad una semana-; en 2017 su productividad llegó al 72%, en 2018 volvió a bajar hasta el 69,5% y en 2019 no superó el 75,5%. 

En sus alegaciones, Fernandino señalaba que muchas de las resoluciones pendientes iban a ser dictadas en breve. También alegaba al hecho de haber formado parte de la Junta Electoral Provincial en las elecciones generales de noviembre de 2019, lo que incidió notablemente en el desempeño de su labor en la Audiencia.

Impacto del caso La Manada

A esto se añadía, según la magistrada, el gran impacto que el caso de La Manada que tuvo en todos los ámbitos de la vida de los magistrados de este órgano -tanto personal como social y profesional- y que repercutió también en el dictado de resoluciones por parte de esta sección de la Audiencia de Navarra.

González, por su parte, también aludió a la negativa repercusión -por estrés y desazón- que tuvo en el tribunal de La Manada la reacción social a la sentencia que dictaron por abusos sexuales, que afectó y sigue afectado incluso a su ámbito familiar.

Imagen principal, una de las protestas contra la sentencia que condenó a La Manada / ACN