La lucha contra la crisis climática es un consenso global. Así se desprende de la encuesta sobre el cambio climático más grande que se ha hecho nunca y que ha presentado este jueves el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). La investigación, elaborada conjuntamente con la Universidad de Oxford, GeoPoll y el gobierno del Reino Unido, revela que el 80% de las personas de todo el mundo quieren que sus gobiernos tomen medidas más enérgicas y contundentes para hacer frente a la crisis climática y el 72% quiere una transición energética rápida para dejar de lado el uso de combustibles fósiles. Además, el 86% de los encuestados quieren que los países dejen de lado las disputas geopolíticas y trabajen juntos para hacer frente al cambio climático —especialmente en los países africanos (88%), Latinoamérica (86%) o Europa (80%) o Asia y Oceanía (78%) y menos en Norteamérica (66%)—. Un consenso "especialmente sorprendente dado el contexto mundial actual de conflictos y nacionalismo en auge", valora la dirección del PNUD en su informe.

Para la encuesta han sido entrevistadas telefónicamente más de 73.000 personas de 77 países diferentes, con sus 87 idiomas diferenciados. Los países escogidos comprenden el 87% de la población mundial total. "Los resultados son contundentes: la ciudadanía de todo el mundo quiere que sus líderes trabajen más allá de sus diferencias y actúen de manera urgente, con valentía, para luchar contra la crisis climática", ha valorado al dirigente del PNUD, Achim Steiner. Destacando el "nivel de consenso realmente sorprendente", Steiner ha instado a los líderes mundiales a tener muy presentes estos resultados cuando adquieren nuevos compromisos climáticos siguiendo el Acuerdo de París. "Este es un tema en el cual casi todas las personas, en todas partes, podemos estar de acuerdo", ha apuntado.

Consenso de descarbonización entre los países más contaminantes

El consenso también es bastante amplio en algunos de los países que más gases de efecto invernadero emiten, según muestra la encuesta, que ha cogido como muestra 20 de estas potencias contaminantes. La demanda de acciones más contundentes se sitúa en el 66% en Estados Unidos o Rusia, en el 67% en Alemania, en el 73% en China, en el 77% en Sudáfrica y en la India, en el 85% en Brasil, en el 88% en Irán e incluso en el 93% en Italia. También cabe destacar que entre los principales productores de petróleo, carbón y gas hay de igual forma amplios consensos para avanzar en la descarbonización, la transición energética que olvide los combustibles fósiles: el 89% de los nigerianos, el 80% de los chinos, el 76% de los alemanes, el 75% de los saudíes, el 69% de los australianos y el 54% de los estadounidenses. Por el contrario, tan solo el 7% de los encuestados han descartado que su país tenga que alcanzar esta transición.

La ansiedad climática, en auge

Una interesante aportación de esta macroencuesta de Naciones Unidas es la inclusión de una pregunta sobre un fenómeno del cual últimamente se ha hablado mucho: la ansiedad climática, es decir, la preocupación y proliferación de síntomas de malestar psicológico relativos al miedo por las consecuencias del cambio climático y las predicciones apocalípticas. Según la investigación de Oxford y el PNUD, el 56% de los encuestados admite que piensa en la crisis climática al menos una vez al día o a la semana y el 53% afirma estar preocupado. La mayoría de los más preocupados o concienciados son personas de los países menos desarrollados, entre el 59% y el 63%. En el caso de estados insulares, la preocupación sube al 71% de la población.

Aparte, el 69% de las personas de todo el mundo afirman que la conciencia del cambio climático influye en sus decisiones como, por ejemplo, dónde vivir, donde trabajar, qué comprar o a dónde viajar. Especialmente en el caso de las personas de los países menos desarrollados, en donde son el 74%, y en grado más bajo también en Europa occidental (52%) y a Norteamérica (42%). En este sentido, el investigador del Departamento de Sociología de la Universidad de Oxford Stephen Fisher destaca el valor de la macroencuesta, en la que se ha hecho un esfuerzo para incluir "personas de grupos marginados en las partes más pobres del mundo".

En suma, en esta segunda edición de la encuesta del clima de PNUD —la primera fue en el 2021, y más limitada— han participado más de setenta países de todo el mundo. Incluyendo en la muestra más de un 10% de encuestados que nunca habían ido a la escuela o provenientes de entornos marginalizados en lugares en desarrollo. Alemania, Argelia, Argentina, Australia, Arabia Saudí, Barbados, Benín, Bangladés, Bután, Brasil, Burkina Faso, Canadá, Camboya, Colombia, Costa de Marfil, Corea del Sur, Comores, Egipto, España, Estados Unidos, Ecuador, El Salvador, Etiopía, Francia, Filipinas, Grecia, Guatemala, Ghana, Honduras, Japón, Kenia, Laos, Países Bajos, República Democrática del Congo, Madagascar, Mozambique, Níger, Nigeria, Suecia, Sudáfrica, Sudán, Sri Lanka, Samoa, Tanzania, Túnez, Uganda, Zimbabue, República Dominicana, Haití, México, Nicaragua, Paraguay, el Perú, Reino Unido, Iraq, Italia, Jordania, Marruecos, China, Fiyi, India, Indonesia, Myanmar, Nepal, Pakistán, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón y Vanuatu.