La operación antiterrorista de la Guardia Civil que se llevó a cabo en Salt y que acabó con cuatro arrestados en este municipio del Gironès no era un caso aislado. El dispositivo policial se llevó a cabo en otros puntos del Estado y también en otros países de Europa y en Estados Unidos contra una red de propaganda yihadista. La Guardia Civil detuvo a cinco personas más en las Canarias y Andalucía, de las cuales dos han ingresado a prisión. Los detenidos en Salt, sin embargo, han quedado en libertad.

Esta batida antiterrorista, que se ha bautizado como Almuasasa, ha servido para desconectar servidores que se utilizaban para difundir propaganda terrorista por todo el mundo en más de 30 idiomas. Lo ha liderado la Guardia Civil española, pero ha contado con la participación de Alemania, Países Bajos, los Estados Unidos e Islandia, y ha permitido desmantelar la infraestructura crítica que alojaba páginas web y plataformas de comunicación vinculadas al grupo terrorista Estado Islámico (EI). Según Europol, quién ha coordinado la explotación de la investigación, estos servidores servían para dar base técnica a múltiples medios asociados al Daesh y utilizaban para difundir propaganda y mensajes que incitan al terrorismo a nivel mundial.

Propaganda en más de 30 idiomas

Las investigaciones que han acabado con la explotación del caso esta semana arrancaron en el año 2022 cuando la Guardia Civil identificó medios vinculados a la Fundación I'LAM, un centro multilingüe relacionado con Estado Islámico que operaba con infraestructuras tecnológicas avanzadas. La intervención ha incluido la incautación de servidores en Alemania, Países Bajos, Estados Unidos e Islandia y detenidos en el Estado español. Los sitios web y canales de comunicación, como estaciones de radio, una agencia de noticias y productora, Al Hayat Media Center, y las fundaciones Al-Furqan, Al-I'tisam, Furat, Ajnad, la editorial Al-Himma, la revista semanal An Naba, y las revistas Rumiyah, Dabiq, Dar al Islam, Konstantiniyye e Istok, entre de otras, y contenidos de redes sociales, tenían un alcance global.

Comunicaban directivas y eslóganes del Estado Islámico en más de treinta idiomas, incluyendo el español, el árabe, el inglés, el francés, el alemán, el danés, el turco, el ruso y el indonesio. En las diversas entradas y registros en varios países se intervinieron terabytes de información que ahora se tendrán que analizar por si pueden derivar en nuevas investigaciones judiciales contra los detenidos u otras personas.

detencio yihadista salto
Detención de uno de los yihadistas de Salt

Nodos para difundir información

La difusión de estos contenidos se hacía de forma descentralizada a través de las redes sociales y aplicaciones de mensajería. Se trata de una estrategia de comunicación multiplataforma de una magnitud que no se había visto nunca antes, aseguran desde la Europol, y donde los arrestados en Salt hacían de nodos para difundir la información -entre los detenidos hay menores de edad y también personas con problemas mentales. Además, la investigación ha permitido constatar la financiación a partir de un entramado basado en el uso de criptomonedas para poder mantener activa toda esta red. A través de los portales web se lanzaban campañas de financiación para obtener fondos a partir de enlaces y códigos QR.

La propaganda digital, tirada desde decenas de portales y canales de distribución, en webs públicas y también en páginas web en la Dark web, es el denominador común de la radicalización y la auto-radicalización de las personas que los últimos años han protagonizado acciones terroristas por toda Europa. Los denominados lobos solitarios, sin estructura, organización ni financiación, pueden activarse y cometer acciones terroristas por estos llamamientos a la guerra santa que se emiten desde estos canales que ahora, en parte, se han desmontado en esta operación del Servicio de Información de la Guardia Civil. Cortar la propaganda es clave en la nueva estrategia policial para evitar que estas personas, muchas veces inestables, puedan tener acceso a esta información de proselitismo que inunda las redes sociales.