En los últimos tres días, una sesentena de crías de tortuga boba han salido de sus huevos en la playa de la Mar Bella (Barcelona) para dar sus primeros pasos y adentrarse hacia las profundidades marinas. Un espectáculo de la naturaleza que es muy común en otros lugares del Mediterráneo, pero insólito en una playa de Barcelona.
De hecho, es la primera vez que una tortuga boba pone huevos en la capital catalana, ha explicado a El Nacional la oceanógrafa Sílvia Giralt, responsable de la fundación de CRAM del nido del Poblenou. "Es la primera vez que una tortuga Caretta Caretta (nombre científico) hace un nido en una ciudad tan grande del Mediterráneo español", ha precisado Giralt.
Cambio climático
Eso, ha argumentado Giralt, es consecuencia directa del cambio climático. Hasta ahora, su principal sitio de nidificación estaba en el otro lado de la ribera del Mediterráneo. En concreto, en países como Turquía, los del Norte de África o incluso Grecia. Ahora bien, el incremento de las temperaturas en estas zonas les ha obligado a buscar nuevos sitios donde poner los huevos. Un hecho que ya de por si es insólito porque, normalmente, las tortugas vuelven a criar en la misma tierra donde nacieron.
Sin embargo, Giralt ha apuntado que, seguramente, cada vez será más común ver imágenes como las que se han vivido en los últimos días en la playa de Barcelona. En concreto, ha detallado que la temperatura durante el periodo de incubación de este reptil es clave para determinar posteriormente el sexo.
Así pues, si esta es de 29 grados centígrados, el 50% serán hembras y la otra mitad machos. En cambio, si la temperatura es superior, la mayoría de recién nacidos serán hembras y si es inferior, machos. En este sentido, Giralt ha argumentado que ahora estos reptiles buscan zonas más frías para evitar una sobrepoblación de hembras.
Ahora bien, si la tortuga boba que ha puesto los huevos en la Mar Bella ha conseguido la paridad es toda una incógnita, ya que se desconoce el sexo de estos reptiles hasta la edad madura. "Seguro, seguro, nunca lo sabremos, porque sólo se sabe cuando llegan a la maduración sexual, a los 15 o 20 años, que es cuando presentan el morfismo sexual que nos permite saber si son machos o hembras", ha puntualizado Giralt.
Han nacido antes de lo previsto
A mediados de julio, la tortuga nidificó en la playa de la Mar Bella. En total, puso 77 huevos, de los cuales 60 se quedaron en el nido, nueve se los quedó el CRAM y otros ocho el Zoo de Barcelona. Con eso, ha relatado Giralt, se quería garantizar que, aunque fuera por incubación artificial, nacieran estos huevos, ya que el destino de los de la playa era incierto.
Durante este tiempo, la fundación, junto con voluntarios, ha custodiado en la playa los huevos, independientemente de si el sol picaba con fuerza o caía el diluvio universal. Por eso, instalaron una tienda de campaña en la arena, para vigilar que nadie estropeara los huevos y garantizar que los pequeños reptiles pudieran hacer su proceso de incubación sin sufrir ningún daño.
Las últimas crías de tortuga de la playa salieron ayer de sus huevos. También han eclosionado los del CRAM y todavía no han visto la luz los del Zoo. En un principio, el tiempo de incubación es de entre unos 45 a 70 días, por lo cual se esperaba que nacieran a principios de septiembre. Ahora bien, han visto la luz antes de tiempo y justo cuarenta días después de que su madre enterrara los huevos bajo la arena. La oceanógrafa ha precisado que eso se debe a las elevadas temperaturas, que han propiciado que nazcan antes.
Una vez fuera de los huevos, han recorrido el tramo de arena hasta llegar al mar. Luego nadan rápidamente para abandonar cuanto antes la tierra continental y esconderse en las profundades marínas. Aquí, se esconden bajo trozos de madera o detrás de algas, por ejemplo. Los primeros días se alimentan con una reserva vitelina que se guardan del huevo alrededor de cinco días. "Les da energía y alimento necesario hasta que aprenden a cazar", ha destacado. En estos primeros días, además, se alimentan de crustáceos o pequeñas medusas.
Giralt desconoce si otra tortuga boba elegirá Barcelona como lugar para nidificar. Ahora bien, normalmente, estas ponen los huevos en la tierra donde nacieron. Por eso, dentro de veinte años, estas mismas tortugas que han dado sus primeros pasos en la playa de Barcelona, podrían volver a la Mar Bella para dar vida a sus crías.