El conmovedor caso del suicidio de Ivan, un menor transexual de 12 años (a pesar de que la familia y conocidos le seguían diciendo Alana), que el martes se tiró al vacío de un tercer piso en Sallent con su hermana gemela Leila, que está ingresada en el hospital en estado muy grave, vuelve a abrir muchos interrogantes, además de dolor. El próximo diciembre hará ocho años que la administración catalana tomó conciencia que tenía que garantizar los derechos de los menores transgénero, cuando Alan, un menor de trans de 17 años de Rubí, se quitó la vida, después de vivir una gran depresión y padecer acoso. Alan fue uno de los primeros menores en Catalunya, que en el 2015 consiguió que un juez le permitiera el cambio de nombre en su DNI, con el apoyo de la asociación Chrysallis, de familias de Infancia y Juventut Trans*. Entonces el Síndic de Greuges abrió una investigación, como la actual síndica en el caso de Ivan, ante las denuncias que los dos hermanos habrían sufrido acoso en el instituto por su condición de migrantes, pobres e, Ivan, por haber expresado que su identidad sexual.

Catalunya, a raíz del caso de Alan, aprobó protocolos de identidad de género para los centros educativos, como permitir cambiar el nombre sentido del menor en los expedientes educativos y permitirle ir al lavabo y a los vestuarios con los que se identifique. Y el Departament de Salut, con el conseller Toni Comin, aprobó la instrucción 14/2017 para desplegar un nuevo modelo de atención sanitaria a las personas trans en Catalunya, en la cual se fija que no se tiene que tratar la transexualidad como una patología (la disforia de género es un concepto proscrito en la ley catalana11/2014), sino como una diversidad social, y se permitió cambiar el nombre de los menores trans en la tarjeta sanitaria. Es un modelo consensuado con entidades y activistas, aglutinados en la plataforma Trans*forma la Salud (el asterisco indica la inclusión de todas las identidades).  A pesar de la mayor sensibilización y recursos, las agresiones a personas trans se han disparado en Catalunya. Y la muerte de Ivan es un fracaso colectivo.

Hablamos con Natalia Aventín Ballarín, presidenta de la asociación Euforia. Familias Trans-Aliadas, que reúne a unas 300 familias por todo el Estado español, para entender qué ha fallado y qué podemos hacer para garantizar los derechos de los menores transexuales.

¿Les ha sorprendido el suicidio del menor trans de Sallent?
No, no nos ha sorprendido. Aunque la sociedad está más concienciada, nos encontramos continuamente con situaciones de personas trans que las famílias no las acompañan, ni los centros educativos o es la institución donde hay incredulidad e incluso se mofa. Cada vez se hace mejor, pero no bien del todo. Y hay mucho sufrimiento.

Cada vez se hace mejor, pero hay mucho sufrimiento de personas trans porque no se las acompaña

En Catalunya se hicieron protocolos educativos y sanitarios.
Tenemos protocolos. Otra cosa es que el centro lo active, que la familia lo solicite. No sé cuál era la situación de Ivan, si la familia lo respetaba o no. He visto que las personas que hablan de él o familiares, hablan de Ivan todo el rato en femenino, y por lo tanto alguna cosa fallaba. Si se dice que él quería que le hablaran en masculino y siguen hablándole en femenino es que alguna cosa falla. ¿Se dice que era una persona muy agradable y atenta, entonces qué motivo hay para que se siga hablando de él en femenino si te lo ha pedido que lo hagas en masculino?

¿Qué falla cuando pasa un caso como el de Ivan?Falla la sociedad, los centros educativos y la familia. Iván era muy joven, tenía 12 años, y seguramente no sabía que hay protocolos en el centro y que hay una ley que lo protege. Bastante tenía que le respetaran la identidad. No se si tenía asociada alguna otra circunstancia, pero el tema de la identidad no estaba resuelto. Y eso es maltrato continuado, y de toda la sociedad. No se te permite el desarrollo libre de la personalidad. Y hay una repercusión sobre otras personas trans.

Si los medios de comunicación y las personas hablan de Ivan en femenino cuando él quería ser tractado en masculino, genera un efecto multiplicador perjudicial a otras personas trans

¿Qué quiere decir?
Sobre todo los jóvenes trans. Si ven que los medios de comunicación y las personas a las que entrevistan, siguen tratando a Ivan en femenino y por su nombre registral aunque dicen que había pedido que se le llamara Ivan, genera un efecto multiplicativo del maltrato. El mensaje es que no te dejarán nunca ser. Entiendo que puede haber desconocimiento, no mala fe.

¿Qué es lo primero que hay que hacer cuando un menor expresa que no se identifica con el sexo que ha nacido?
Hay una cosa básica que es que hay que respetar el nombre y el género de la persona en el lenguaje. No cuesta dinero ni implica nada más que palabras y puede hacer muy feliz a la persona. Y no entiendo porque la gente utiliza un nombre y un género que hace daño. Se tiene que respetar el nombre y el género que expresa el menor, sino es maltrato.

No cuesta dinero ni implica nada más que palabras y puede hacer muy feliz a la persona si  se respeta su nombre y género

¿Qué trabajo hacen en Euforia?
Tenemos un programa de acompañamiento a las personas trans, de apoyo, y también trabajamos con familias. Tenemos unas 180 personas, que nos consultan, que necesitan ayuda porque las familias no acompañan y viven en situación muy precaria y hay que ayudarlas y que no queden en la calle si tienen rechazo familiar. Somos muchas las familias que respetamos y acompañamos, pero también sigue habiendo muchas familias que no respetan.

Díptico informativo de la associación Euforia. Familias Trans- Aliadas

¿Y los centros educativos?
Hace tiempo que hacemos charlas en centros educativos. Hay que te llama porque alguna persona del equipo educativo está sensibilizada. Somos una entidad sin subvenciones públicas, y lo hacemos con recursos propios y gratuito si nos piden formación algunas de nuestras familias, o al profesorado en línea.

¿La administración hace el trabajo?
No hay políticas de sensibilización. Al contrario, con todo el ruido de la aprobación de la ley trans, lo que ha sucedido es que se han legitimado discursos muy agresivos contra las personas trans. Lo que se ha hecho es dar voz contra las personas trans, y se habla de las cirugías, y si se beneficiarán de la ley de violencia machista si cambian de sexo... Rebatir estos discursos es absurdo, no tiene ni pies ni cabeza. La verdad es que la mayoría de personas trans lo que quiere es que las respeten, recibir un buen trato y ya está, y que las hagan sentir cómodas, como al resto.

Con la ley trans se han permitido discursos muy agresivos contra las personas trans, que si quieren cirugías, que si beneficios... La mayoría de personas trans lo que quiere es que la respeten

¿Después de esta tragedia, qué se tendría que hacer en el instituto de Sallent de estos dos hermanos a gemelos? ¿Y a los que supuestamente los acpsaron?
No se tiene que cargar contra todo el instituto ya que seguramente no todo el mundo estaba dentro de este grupo de acosadores. También se tiene que decir que los centros educativos son espacios donde hay mucha violencia, porque eres trans, eres de fuera, o no tienes dinero o tienes mucho...Los centros educativos son un reflejo de la sociedad, haces lo que ves en tu casa, a tu entorno. La reflexión es más sencilla: ¿Qué tipo de sociedad estamos creando porque pase eso? Y después, hay personas que por desconocimiento han actuado así, y hay que formarlas y que lo entiendan, y que no se permite reírse de ninguna persona. Debe ser tan duro lo que están viviendo en aquel instituto que emocionalmente es difícil. Cuándo hacemos charlas, y explicamos la realidad de una persona, proponemos que al acabar, si quieren, se den un abrazo y ves a la gente al final llorando. A veces, la persona acosadora no entiende lo que pasa. Las personas jóvenes son muy empáticas y cuando les explicas lo que pasa y empatizan, lo ven de otra manera. No es una situación sencilla para nadie.

¿Por lo tanto?
No se tiene que criminalizar a las personas, sino formarlas y sensibilizar. Y ayudar personalmente a la persona asediada porque lo lleva a su mochila.

Con la aprobación de la ley trans han aflorado discursos muy intransigentes
Por una parte, se ha ampliado la sensibilidad y la gente lo ha conocido. Y, hay una parte mala: un discurso que no era políticamente correcto se ha legitimado. Y se ha legitimado no solo por la extrema derecha y el integrismo más religioso, sino que el problema que hemos tenido es que ciertos posicionamientos de poder han hecho un daño terrible.

Representantes de la asociación Euforia. Familias Trans-Aliadas. / Foto: Cedida

¿A quién se refiere? ¿A ciertos grupos feministas?
Yo pertenezco a una asamblea feminista. Las personas que dan apoyo a la ley Trans y a las personas trans somos las mujeres. No es ciertos que los grupos feministas no den apoyo a las personas trans. Sí que es cierto que algunas mujeres que son de la élite están en contra de las personas trans. Es el sistema clasista que nos oprime desde donde has nacido, los recursos que tienes...A estas opositoras les importa romper el techo de cristal, pero no quieren saber nada de suelos pegajosos. No tienen sensibilidad hacia la población migrante, que viene de territorios con otras formas de entender el género. Este género tan marcado proviene de Europa. En Asia hay hasta cinco géneros reconocidos. Hay que reconocer que el sistema clasificatorio no es correcto porque acaba oprimiendo a muchas personas, y por lo tanto habrá que revisarlo para que todo el mundo tenga la oportunidad de vivir en las mejores condiciones. Este discurso en contra, no es de la sociedad en general, sino de unas privilegiadas.

Las mujeres defendemos a las personas trans. Solo hay una élite, que quiere romper techos de cristal pero que no quiere saber nada de suelos pegajosos; de migrantes, pobres

¿Se ha dejado cosas la ley trans?
Sí. Por ejemplo, se ha dejado fuera del reconocimiento de identidad en el Registro Civil de menores de 12 años. No se ha legislado, en verdad. A las personas no binarías no se les ha dado ninguna solución, a las personas migrantes tampoco.

En Catalunya, el año 2017 se reconoció a los menores trans y se permitió el cambio de nombre en su tarjeta sanitaria.
Sí eso está muy bien. Pero si va Aragón, al País Valencià o a una otro comunidad autónoma y tenga que demostrar quien es, pues tendrá un conflicto con el sistema. Te dejan en una situación de vulnerabilidad porque tendrás que explicar quién eres porque no coincide tu número de residencia con la tarjeta de sanidad. Y aquí nos ha quedado un trabajo por hacer. Y,  las familias, estamos batallando, pero también hay unas familias reaccionarías que fomentan el maltrato. Y si desde la administración y las familias no entienden que es maltrato, mal vamos.

 La mayoria de familias acompañamos, pero también hay familias reaccionarias. Si ellas  y la administración no entienden que es maltrato, mal vamos

¿Quién son estas familias reaccionarías?
No es cierto que las familias con menos recursos sean las más intransigentes. Lo que sí que es cierto es que la precarización de la sociedad lleva que tengamos menos tiempo para escuchar, para cuidar y eso provoca que tengamos una juventud con problemas de salud mental importantes, y eso afecta más a personas vulnerables como las personas trans. Nos queda mucho trabajo por hacer.