Poca gente sabe qué esconde en su casa un vecino. Muchas veces, hasta que muere, nadie lo acaba sabiendo. Es el caso de un hombre que vivía en un chalet apartado en Roquetes, cerca de Tortosa (Tarragona), que a finales de enero, después de varios días sin dar señales de vida, fue encontrado muerto. Los Mossos d'Esquadra entraron en su casa y los técnicos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) confirmaron que el hombre, de 60 años, estaba muerto. El informe forense confirmó que el hombre había muerto de manera biológica, después de sufrir una enfermedad durante años. Pero la sorpresa, más allá del macabro hallazgo, todavía tenía que llegar.
Los Mossos d'Esquadra descubrieron, repartido por la casa, donde vivía el hombre solo, una gran cantidad de material de propaganda nazi, armas blancas y tres armas de fuego. Pero no fue en la primera visita. Después de retirar el cadáver, y confirmar que no tenía signos de violencia, y también de confirmarlo con la autopsia, los agentes de la comisaría del Baix Ebre informaron a sus compañeros de Información, la unidad de la policía catalana que se encarga de luchar contra el terrorismo y los extremismos violentos.
Gran arsenal y propaganda nazi escondido en un chalet de Roquetes
Después de pedir autorización al juzgado, agentes de la Comisaría General de Información (CGINF) entraron en el chalet donde vivía el hombre muerto y encontraron un verdadero arsenal de armas, de fuego y blancas, y kilos de propaganda nazi, del III Reich y de grupos de extrema derecha de toda Europa. Según ha podido saber ElNacional.cat, entre todas las armas había 24 armas blancas como machetes, una pistola eléctrica y tres armas de fuego, con diversa munición. Entre la propaganda, también se han podido retirar banderas con simbología de las SS, cruces gamadas y otros elementos relacionados con Hitler y el régimen nazi.
El hombre que vivía en este chalet no estaba en el radar de los Mossos d'Esquadra y si bien tenía un gran número de propaganda y también armas de fuego, no era considerado peligroso para la policía catalana y los expertos en la lucha antiterrorista. Se trata de un hombre de nacionalidad brasileña, nacido el año 1962 y que sufría una enfermedad que lo ha ido consumiendo, hasta que murió, a su casa, y rodeado de su propaganda nazi. No consta que tuviera antecedentes ni que estuviera en busca y captura por ningún otro país donde hubiera podido estar antes de venir a vivir en este chalet apartado del término municipal de Roquetes, al Baix Ebre. La investigación sigue en marcha por si se le puede vincular con algún grupo supremacista blanco o de extrema derecha.
Grupos de extrema derecha instalados en Catalunya
Los Mossos d'Esquadra detuvieron el año 2020 en la Pobla de Cérvoles, en las Garrigues, a dos personas, dos hombres de nacionalidad española de 30 años, que tenían intención de crear, en este municipio, una comunidad para poner en marcha posicionamientos supremacistas, en lo que se consideró la primera investigación que se había hecho en España de este tipo de terrorismo de extrema derecha.
A pesar de ser arrestados y acusados de enaltecimiento del terrorismo racista, un juzgado de Lleida solamente les imputó delito de odio y evitó así que fueran investigados en la Audiencia Nacional. En el caso del nazi encontrado muerto en las Tierras del Ebro, según las fases iniciales de la investigación, todo parece indicar que se trata de uno "nostálgico" del régimen nazi de Adolf Hitler, sin potencial peligroso y sin vinculaciones con grupos activos violentos a nuestra casa.