El imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, pasó desapercibido a los cuerpos y fuerzas de seguridad por falta de comunicación de la policía española y catalana y de estas con el aparato judicial, según The New York Times. El diario atribuye principalmente a las autoridades españolas esta disfunción en un reportaje publicado este jueves.

El diario norteamericano trata de mostrar cómo el imán captó a los doce jóvenes para transformarlos en la célula yihadista que perpretró los atentados de Barcelona y Cambrils antes de ser desarticulada por los Mossos D'Esquadra.

El Times insiste en la pésima relación entre policías españolas y la catalana a causa del clima político generado por el procés, pero recuerda que "las autoridades policiales catalanas protestan desde hace tiempo que no se les permita trabajar con organismos de inteligencia extranjeros como la CIA".

Por sistema

"La información recogida por los agentes de inteligencia antiterrorista que no se incorpora a las acusaciones y sentencias no se pone a disposición de las autoridades locales por sistema", añade el Times en alusión al Departament d'Interior y a los Mossos.

Un tipo de información que habría sido decisiva para prevenir el atentado señala "los informes de conducta en prisión —lugar que que ya se considera factor importante de radicalización—, que parece que no son ampliamente compartidos" entre policías.

Sin embargo, Abdelbaki Es Satty era conocido por las autoridades judiciales y antiterroristas españolas desde hace al menos diez años como mínimo, según explica al diario Fernando Reinares, director del Programa sobre Terrorismo Global del Instituto Elcano de Madrid.

"Hace una década, Es Satty contactó con el entorno en Catalunya de la red terrorista de los atentados [del 11-M] a los trenes de Madrid y, posteriormente, en la prisión, con un miembro de esa misma red terrorista," dice Reinares.

En este sentido, el alcalde de Ripoll, Jordi Munell, se queja a los periodistas del Times de que la policía local debería haber sido advertida sobre el peligro que representaba el imán. Para Munell, "la información que alguien tenía no llegó a quien debía tenerla". El gobierno español no la facilitó a las autoridades catalanas, añade.

Habilidad

El diario se sorprende de "la habilidad de un reclutador de terroristas experimentado [el imán], que parece entrenado para mantener un perfil bajo de modo que nadie pensara en examinar su pasado".

Según los expertos en terrorismo yihadista  consultados por el Times, la técnica de captación de Se Saty "proviene directamente del manual de reclutadores de Al Qaeda, con los cuales había entrado en contacto por primera vez como mínimo hace once años. Esta vez puso en práctica estos métodos para seleccionar y preparar a los jóvenes reclutas para Daesh".

Los "analistas de inteligencia norteamericanos" consultados por el diario "creen que Es Satty estaba bien conectado con miembros de Daesh", pero insisten que necesitan más tiempo para averiguar si estos contactos han jugado algún papel en los atentados de Barcelona y Cambrils.

También explica que Es Satty no había sido presentado al Consell Islàmico de Catalunya, organismo que evalúa y autoriza a los imanes, según declara el coordinador del Consell, Jamal Elattouaki.

El reportaje está firmado por tres periodistas, uno en Ripoll y dos en Barcelona. Han colaborado los corresponsales en España y en Irak, y tres reporteros más en Barcelona, París y Washington.