Después de semanas de confinamiento y en plena desescalada de la crisis sanitaria del coronavirus, los niños podrán volver a disfrutar este verano de actividades de ocio. Serán unas actividades sin duda diferentes de otros años, que serán seguras y que cumplirán las recomendaciones decretadas por las autoridades sanitarias, pero que serán más necesarias que nunca. La Fundación Pere Tarrés ha abierto estos días las inscripciones a los casales y colonias, en los cuales cada verano participan más de 34.000 niños y jóvenes, y, como cada año, lo hace con una idea muy clara: garantizar que ningún niño se quede sin actividades de ocio los meses de verano.

Es por eso que la entidad pone en marcha este martes una nueva edición de su campaña solidaria anual “Cap infant sense colònies”. El objetivo es conseguir fondos con el fin de ofrecer becas a los niños y jóvenes que se encuentran en situación de más vulnerabilidad. Y lo hace con el convencimiento que la educación en el ocio ayuda a paliar los efectos de las desigualdades socioeconómicas y a generar oportunidades sociales y educativas.

En relación al anuncio que el departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat de Catalunya hizo este lunes de incrementar hasta 4,65 millones el presupuesto para becar a las familias en situación vulnerable, la Fundación valora muy positivamente esta decisión de apoyo al ocio y a las familias catalanas: "Eso hará posible que el ocio se pueda universalizar este verano que es muy necesario para los niños", ha valorado Xavi Nus, presidente del Moviment de Centres de Esplai Cristians Catalans de la Fundación Pere Tarrés.

Recuperación emocional y alimentación

Y es que este verano la Fundación Pere Tarrés quiere poner el foco en dos aspectos: por una parte, la necesaria recuperación emocional después de semanas de confinamiento que en algunos casos de familias en situación de vulnerabilidad han sido duros: los educadores y educadoras de los centros socioeducativos de la Fundación que desde el principio de la crisis acompañan niños y familias en situaciones de riesgo social se encuentran diariamente con situaciones difíciles: la pérdida o la precarización de los trabajos, que de un día para el otro ha provocado una grave bajada de los recursos económicos para cubrir las necesidades diarias de higiene y alimentación; la falta de recursos materiales, informáticos o de conectividad para garantizar una educación y un desarrollo saludable a los niños y adolescentes de la familia; problemas de convivencia familiar causados por el confinamiento en viviendas a menudo muy reducidos o compartidos o la disminución de las redes de apoyo familiares a causa de la situación global.

Todo eso ha supuesto un incremento de la carga emocional que ya soportan habitualmente estas familias y la aparición de situaciones de angustia y estrés que han impactado de manera evidente en los niños. De aquí que las actividades de ocio sean este año más necesarias que nunca, a fin de que estos niños, niñas y jóvenes cuenten con un verano "reparador" que los aligere de estas tensiones.

En segundo lugar, la campaña se centrará especialmente en la alimentación infantil. Tener una buena alimentación es básico para que los niños y adolescentes tengan un crecimiento óptimo, pero muchas de las familias con menos recursos económicos no tienen acceso a comprar alimentos frescos, hecho que dificulta llevar una dieta equilibrada. Según el Informe sobre la infancia vulnerable a Catalunya de la Fundación Pere Tarrés, el precio de los alimentos saludables ha subido un 70% en los últimos años mientras que la comida procesada o azucarada es cada día más barato, hecho que ocasiona que muchas familias no se puedan permitir hacer una dieta equilibrada.

Además, también también se prevé ampliar durante el mes de agosto las actividades de educación en el ocio para familias en situación vulnerable que se organizan desde hace años para atender aquellos niños, adolescentes y jóvenes en un periodo en que muchos recursos no están disponibles. Este año, se prevé que sean más los colectivos con necesidades educativas y sociales durante el mes de agosto.

Desde el año 2010, la Fundación Pere Tarrés ha becado a 29.982 niños en situación de vulnerabilidad. El año pasado, más de 34.000 niños y jóvenes participaron en alguna de las actividades de verano de la Fundación Pere Tarrés, y de estos, 4.171 lo hicieron becados a través de la campaña "Ningún niño sin colonias". Desde la Fundación constatatan que los niños becados en años anteriores no han dejado de estar ya que su situación de vulnerabilidad, lejos de mejorar, se ha agravado con la crisis sanitaria y social. Eso hace prever un incremento importante en las peticiones de becas que se recibirán.

 

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