Después de cerrar en 2023 como un año récord en todos los indicadores claves para ver el avance del cambio climático, es más que evidente que ya no hablamos de un posible futuro, sino de un palpable presente. Teniendo en cuenta que la crisis climática es una realidad, ¿cómo se traslada esta a la educación de los niños y los más jóvenes? Es necesario que en el proceso de aprendizaje se trate los motivos y los efectos del cambio climático. Sin embargo, a primera vista se hace difícil aterrizar aspectos complejos como, por ejemplo, las emisiones de gases de efecto invernadero y su efecto en el calentamiento global. En el marco del Día Mundial de la Educación Ambiental, se pone sobre la mesa la importancia de este en la formación de toda la sociedad en este aspecto y, especialmente, en el mundo educativo. ¿Qué peso tiene que tener? ¿Cómo se tiene que enseñar? ¿Hace falta una asignatura específica?
Hay varias aproximaciones teóricas a qué es, en sí, la educación ambiental. El Departament de Medi Ambient recoge como definición más extendida la siguiente: "La educación ambiental es un proceso permanente en el cual los individuos y las comunidades toman conciencia de su medio y aprenden los conocimientos, los valores, las destrezas, la experiencia y, también, la determinación que los capacitan para actuar, individual y colectivamente, en la resolución de los problemas ambientales". Es decir, sería posible concentrarla solo en una asignatura al currículum. La misma esencia de la educación ambiental va en contra de este planteamiento, como apunta Joan Gamero, pedagogo y miembro de la Comisión de Pedagogía y Escuela del Col·legi Oficial de Pedagogia de Catalunya: "Tú no te educas de forma parcelada, sino en global. La educación es desde que te levantas hasta que te vas a dormir".
De la misma manera que la complejidad de la crisis climática no impacta solo en una vertiente de la sociedad, la manera en la cual se imparte el conocimiento sobre esta tampoco. Gamero pone varios ejemplos: "Haciendo matemáticas, puedes hacer educación ambiental hablando de la selva, por ejemplo. Es transversal y aquí entra mucho el proyecto de cada centro". El pedagogo observación que para aquellos que hemos recibido la tradicional pueden encontrar difícil el concepto de trabajar la educación ambiental a través de proyectos que trasciendan varias materias. "No tenemos que pensar en modo contenidos, tenemos que pensar en modo actitudes y procesos. No se trata de integrar o no en una materia, sino que la educación ambiental está en todas partes. Es la forma de trabajar", subraya.
El papel de la familia en la educación ambiental
La implicación de los padres en la educación de sus hijos e hijas es fundamental y este caso no es una excepción. Gamero apunta el papel fundamental de la familia: "Está el dilema de que las familias educan y la escuela enseña, yo pienso que todos lo hacemos todo". En esta línea, el pedagogo marca que es muy importante que tanto el centro educativo como la familia se encuentren en la misma página. No olvidemos que los niños aprenden por imitación. Los adultos somos los espejos. Cuando digo adulto me refiero a familia y escuela. Se tiene que tener claro que en la medida de las posibilidades no tenemos que enviar mensajes contradictorios. Si reciclo la escuela y no reciclo, mal vamos porque los niños a la larga aprenden", expone como ejemplo.
Gamero también apunta que los niños pueden acabar influyendo a los padres: "Muchas veces las familias reaccionan cuando los niños actúan. Otro ejemplo, en las escuelas verdes y escuelas sostenibles, los alumnos no vienen con papel de plata, vienen con fiambrera. El niño ya se encarga de pedírselo a familia". Para que la colaboración familia-escuela en materia de educación ambiental sea exitosa, el pedagogo apunta a una piedra angular: la comunicación fluida.
Cómo afrontar los temas más duros
Hay aspectos de la crisis climática que pueden ser duros de explicar, no tanto por su complicación sino por el impacto humano que implican. Por ejemplo, el aumento gradual de la temperatura, la extinción de especies animales o la propagación de enfermedades por los cambios en el clima. En una entrevista en ElNacional.cat, la psicóloga experta en meteorosensibilidad y vicepresidenta de la Junta de Intervención Social del Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya, Núria Casanovas, apuntaba que la ansiedad climática afecta mayoritariamente a los niños y los jóvenes.
Teniendo presente que es una posibilidad que los niños acaben sufriendo ansiedad, Gamero recomienda no esconder nada, sino adaptarlo a la edad de cada niño. "Si son de ciclo infantil o ciclo inicial de primaria no te centrarás en el discurso de la catástrofe, sino que tienes que entrar en positivo, a partir del juego", ejemplariza, y añade: "A medida que se van haciendo mayores, puedes interactuar más en el sentido crítico y en el sentido de responsabilidad y que se puedan opinar y dar alternativas". Gamero reivindica que se puede hablar de todo con los alumnos, es más, se tiene que hacer por difícil que pueda parecer a los adultos.
La importancia de la educación ambiental
La escuela catalana tiene integrada desde hace años la educación ambiental, y hasta cierto punto se puede tener normalizado el efecto de esta integración. Sin embargo, este no es el caso en otros países. El Reino Unido se ha convertido en un ejemplo. En un informe elaborado por académicas del King College's de Londres, Melissa Glackin, Heather King, Rachel Cook y Kate Greer, se analiza cómo los últimos años de políticas conservadoras han arrinconado del currículum educativo la educación ambiental en la secundaria y cómo esto va en detrimento de los alumnos y su conocimiento y relación con el medio y el cambio climático. "Los contenidos de medio ambiente están ligados a cómo la agenda del Ofsted (regulador gubernamental) limita la acción de las escuelas", exponen, y reclaman un plan para introducir la educación ambiental de forma transversal a la escuela británica. Sin embargo, es un ejemplo de como este tipo de educación queda al margen ante gobierno negacionista o que no dan importancia a la crisis climática. En esta línea, Gamero remarca la importancia de la educación ambiental: "A veces este tema choca con los idearios de determinada parte de la sociedad, pero tenemos que mirar por el bien común y el bien común es buscar la sostenibilidad y tenemos que tomar partido".
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