El crimen organizado siempre va un paso por delante de la policía. Sobre todo, con negocios rentables como el narcotráfico. Los Mossos d'Esquadra, para intentar que esta desventaja no sea tan pronunciada, han apostado para mejorar técnicamente para poder combatir este tipo de delitos que cada vez son más habituales en Catalunya. La presión en el sud de la Península ha hecho que las mafias que entran hachís desde Marruecos necesiten encontrar otras vías de entrada, y estas las han encontrado en la costa de Catalunya. Zonas, como las Terres de l'Ebre, el Maresme o la parte norte, en el Empordà, que permite a los narcos llegar más próximos a Francia, que sirve de puerta de entrada a Europa, y también en una zona donde hay menos vigilancia.

Refuerzo a la guerra del narcotráfico desde el aire

Los Mossos d'Esquadra han reforzado los últimos años las investigaciones en tierra para poder combatir las organizaciones que están instaladas aquí y que sirven de apoyo logístico a los narcotraficantes y ahora han dado un paso más. Desde este mes de marzo que se ha aumentado la presión al narcotráfico con un nuevo dron de ala fija que sirve para patrullar la costa catalana en busca de estas entradas clandestinas de hachís y también de cocaína.

ElNacional.cat ha podido acompañar los operadores de la Unitat de Drons del Área Central de Mitjans Aeris (ACMA) en uno de los primeros vuelos tácticos al Maresme con este nuevo dron adquirido por la Direcció General de la Policía. Los especialistas en drones de los Mossos d'Esquadra han estado los últimos meses haciendo formación de un aparato que la policía catalana es pionera en su utilización en el sur de Europa.

 

El nuevo dron de ala fija de los Mossos permite vuelos mucho más largos, operar fuera de la vista del piloto y con distancias de trabajo que pueden llegar a los veinte kilómetros desde el punto de salida. También volar sobre el mar y con cámaras de grabación y de vigilancia que permite, a mucha distancia y, por lo tanto, sin ser detectado por los objetivos, conseguir imágenes de matrículas y de otras informaciones necesarias para investigaciones o seguimientos policiales.

En esta operación, una de las primeras ya con el servicio en marcha, los operadores de vuelo de los Mossos d'Esquadra han desplegado el dron de ala fija sobre la costa, en Arenys de Mar (Barcelona). Desde una furgoneta aparcada en la playa han marcado al aparato una ruta, según sus intereses y los puntos a controlar, de acuerdo con los investigadores, y cuando ha sido la hora, ya sin sol, el dron ha despegado -lo puede hacer de manera vertical, ganando así también capacidad operativa- y ha recorrido los puntos de la ruta. Si bien el dron puede volar de manera automática, con la ayuda de la inteligencia artificial, los operadores son los que se encargan de hacer el control de las cámaras y también pueden modificar el vuelo en tiempo real para acercarse o seguir algún objetivo en concreto. Las posibilidades son exponenciales y permite, aseguran los especialistas en estos aparatos de la policía catalana, un salto de gigante con el control, vigilancia y seguimiento de espacios de este tipo. Cuando el dron despega es casi imposible de detectar desde el suelo.

Ahora, con este dron, los Mossos ya pueden decir que van un paso por delante de los narcotraficantes. Pero los mismos agentes saben que esta ventaja es temporal. El tráfico de drogas mueve ingentes cantidades de dinero y temen que los narcotraficantes también opten pronto por hacer uso de estos drones para neutralizar los drones policiales o, incluso, para hacer transportes de drogas con aparatos no tripulados.

Más drones

La Unitat de Drons de los Mossos d'Esquadra han adquirido varios drones, según las necesidades y especialidades de cada servicio, y preparan también un despliegue territorial por todo el país para conseguir que cada región policial también disponga de unidades preparadas para poder volar y ofrecer este tipo de servicio a los operativos del territorio. El dron de ala fija, además de la vigilancia de la costa catalana, también permite, explica Eric Morales, agente de la Udron, hacer vigilancias a peticiones de investigadores en casos de crimen organizado, narcotráfico o terrorismo y también para hacer patrullaje aéreo para combatir robos en infraestructuras críticas, como las líneas del AVE.

Imagen de dos operadores de vuelo de los Mossos d'Esquadra, en Arenys de Mar / GRS

La mayoría de servicios que hará este nuevo aparato de los Mossos serán a petición de las unidades de investigación, territoriales o centrales, si bien no descartan también poder hacer patrullajes de vigilancia e inteligencia en zonas de la costa catalana, sobre todo, con el objetivo de reforzar esta guerra, hoy por hoy, sin cuartel, que los Mossos intentan hacer al narcotráfico.

Por tierra, mar, aire y ciberespacio

Con esta apuesta por el control del espacio aéreo, con los drones, los Mossos sigue su línea de acción que pasa para ejercer de policía nacional e integral y quedarse solo en el despliegue territorial, por el suelo, también se quiere controlar el mar -con drones y la Policía Marítima- y también el ciberespacio. Con el despliegue de la policía del mar y la policía del aire, los Mossos también están apostando por la tecnificación, este dron nuevo sería uno de los casos prácticos, un aparato que hibrida la parte humana con la inteligencia artificial, pero la policía catalana quiere ir a más y tiene varios proyectos en marcha para apostar por la inteligencia artificial para transformar a la policía.