Pregunta de quesito de Trivial: ¿cuál será la noche más corta del 2023? Si tu respuesta ha sido "Pues la noche más corta del año es, como siempre, la de San Juan, es decir, la del 23-24 de junio", nos entristece comunicarte que fallaste la pregunta (y te quedaste sin quesito). La verbena de San Juan tiene un montón de mitos, pero quizás el más conocido de todos ellos es precisamente la creencia enraizada en la sociedad de que esta fiesta coincide con la noche más corta del año. En realidad, la noche que ostenta este título es siempre la del día del solsticio de verano (al final del todo te contamos más sobre este día, si te apetece). Y este día cambia cada año: oscila entre el 20, 21 y 22 de junio. Por ejemplo, en 2022 el solsticio fue el 21 de junio, igual que en 2021, pero en 2020 fue el 20 de junio. Si la noche más corta del año es siempre, siempre, siempre, la del solsticio de verano, ¿por qué la sociedad tiene tan inculcada la idea de que la noche de San Juan es la más corta? Todo se trata de un baile de fechas y, para entenderlo, hay que hacer un viaje en el tiempo para remontarse a la celebración original.
 

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La verdad sobre el gran mito de la noche de San Juan

San Juan es una de las muchas fiestas populares que tiene un origen pagano, es decir, que se remonta a creencias anteriores al cristianismo y al judaísmo (por ejemplo, los dioses olímpicos de la Antigua Grecia son considerados paganos, según esta definición). Las religiones paganas tenían muchas celebraciones y rituales tanto en el inicio como en el final de las estaciones. Las sociedades de aquel entonces eran sobre todo agrícolas, así que veneraban todo lo que tuviera que ver con las cosechas. Querían que los dioses de la naturaleza tuvieran misericordia con ellos y les ayudaran a cosechar todo tipo de alimentos mientras mantenían lejos al mal tiempo u otras amenazas como las plagas. Uno de los dioses venerados era el propio sol que, en aquel entonces, era personificado como Zeus, Hera o el resto de divinidades del Olimpo. Por eso el objetivo de muchas fiestas paganas relacionadas con la llegada de nuevas estaciones era rendir tributo, y tener contento, al dios sol.

Una de estas fiestas se producía en la noche más corta del año, es decir, en el día del solsticio de verano. Existen muchas teorías y especulaciones sobre qué pretendían los paganos con esta protoverbena de Sant Joan. Quizás creían que los espíritus malignos tenían más poder durante esa noche (enfurecidos, tal vez, por la brevedad de su reino sombrío), así que las sociedades de antaño bailaban y cantaban toda la noche, refugiados cerca del fuego, para ahuyentar a estas malas energías. O tal vez se quería dar fuerzas y ánimos al Sol, ya que en verano los días son más largos, y existía el temor de que el rey celestial muriera de sobreesfuerzo. Finalmente, se creía que el Sol estaba eternamente enamorado de la Luna, y decidía pasar la noche del solsticio de verano junto a ella. Así que los mortales celebraban este amor tan cósmico y, de paso, realizaban rituales para potenciar la fertilidad durante los meses venideros. Lo importante aquí no es esclarecer el motivo original de la fiesta pagana del solsticio de verano, sino recordar que el antepasado de la fiesta de Sant Joan siempre se celebraba durante la noche más corta del año.

Hogueras de la noche de Sant Joan a Barcelona / Foto: Europa Press
Verbena de la noche de Sant Joan en Barcelona / Foto: Europa Press

Si originalmente la fiesta pagana que acabó siendo San Juan se movía cada año para producirse exactamente en la noche más corta, ¿por qué hoy en día San Juan se celebra siempre en la noche del 23-24 de junio? Pues porque se produjo el proceso de cristianización, como también ocurrió con San Valentín, Navidad o Halloween. Básicamente, la religión cristiana cogió muchas de las fiestas paganas y las adaptó con sus propios elementos con el objetivo de facilitar la conversación de pueblos y comunidades al cristianismo. 

San Juan, como fiesta pagana cristianizada, se llama precisamente así porque su "protagonista" es Sant Joan Baptista (el que bautizó a Jesús según varías fuentes y creencias). Según la Biblia, San Juan nació el 24 de junio, concretamente por la noche. Para que el resto de familiares supieran de esta gran noticia, su padre, Zacarías, ordenó que se encendiera una enorme hoguera para que la pudiera ver todo el mundo. Debido a la cercanía del nacimiento de este santo con la fiesta pagana del solsticio de verano, se decidió reconvertir esta última en una celebración en honor a San Juan, y su fecha quedó entonces fijada en la noche del 23-24 de junio. Se mantuvieron elementos paganos como la importante presencia del fuego, y se añadieron elementos cristianos como las hogueras. Y, en el inconsciente colectivo de la sociedad, quedó remanente la idea de que la verbena de Sant Joan se celebra en la noche más corta del año... aunque ya hace siglos que esa afirmación dejó de ser cierta.

¿Y cuándo es la noche más corta del 2023?

La noche más corta del 2023 no será la de la verbena de San Juan, sino la del 21 de junio: esa es la noche del solsticio de verano. Por cierto, a lo largo del artículo se ha hablado mucho sobre el solsticio de verano, pero no se ha aclarado exactamente qué es y cuál es su relevancia dentro del mundo de las estaciones, más allá de que marque el inicio del verano. El solsticio se llama así porque es el momento del año en donde el sol llega a su máxima elevación durante mediodía. Durante los días siguientes, la altura máxima del sol durante mediodía parece inamovible, como si el astro rey se hubiera quedado congelado; y precisamente en latín solstitium (solsticio) significa literalmente sol quieto. ¡Ahora ya sabes qué es exactamente el solsticio de verano!