El barrio del Nou Campanar está situado en uno de los 19 distritos en los que está dividida la ciudad de Valencia, el histórico distrito de Campanar (nº 4 en el mapa adjunto), con 38.000 habitantes, situado al límite de València con el municipio contiguo de Mislata. El barrio está rodeado de grandes avenidas, centros comerciales, zonas verdes como el jardín del Turia o el Parque de Cabecera, donde se encuentra el Bioparc. Hasta la década de los 90, Campanar era prácticamente un pueblo de la huerta de Valencia, que creció en torno al campanario de una iglesia, rodeado de canales, terrenos agrícolas, olivares y zonas verdes. Pero su proximidad al centro de Valencia despertó el interés de un grupo de constructores que le pusieron en bandeja una oportunidad única a la alcaldesa Rita Barberà de construir un barrio nuevo, exclusivo, que dispondría de todos los servicios, centros comerciales, hospitales, comunicado con el centro a través de varias líneas de autobús y de metro, y con una perfecta conexión vial, al lado de la salida de Valencia hacia el A-3, la autovía que conecta con Madrid. La última promoción urbanística que se construyó es la que se convirtió en una trágica falla real, construida no de cartón piedra, sino con materiales que se vendieron como de máxima calidad y que en realidad contribuyeron a la rápida propagación del fuego.

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Mapa de los distritos de València (Ayuntamiento de València)
Situación de El Campanar (Wikipedia)

 

El nombre proviene de 'campo' y no de 'campanario'

En Barceló Experiencias, explican que "en el noroeste de València, hay un lugar donde el trasiego urbano y los coches desaparecen para dejar paso a la tranquilidad. De sopetón, parece que estamos en un pueblo en plena ciudad, y es que el barrio de Campanar fue durante muchísimo tiempo un área rural cuya vida giraba en torno a la huerta". Aunque el viejo barrio de Campanar cuenta con el campanario de una iglesia construida en 1507, "nuestra señora de la Misericordia (el templo pasaría a llamarse parroquia de Nuestra Señora de la Misericordia de Campanar en 1596 después de encontrarse en el pueblo la imagen de una virgen que se convertiría en objeto de la devoción local), el nombre en realidad proviene de campo y no de campanario", sigue explicando, y añade: "En el siglo XX, el barrio de Campanar cambió drásticamente su aspecto: las antiguas alquerías y huertas fueron desapareciendo a favor de nuevas viviendas de estética modernista".

Barrio del Campanar en la década de los 90 (Wikipedia)

El barrio también es conocido por su actividad musical, con una activa banda de música juvenil y con una de las escuelas de música más importantes del País Valencià, el aula de música DIVISE, en los coros y orquestas de la cual se han formado muchos músicos profesionales. Pero también tuvo relevancia mediática las noticias relacionadas con su falla, de la comisión fallera Pediatra Jorge Comin-Serra Calderona, conocida popularmente como la falla Nou Campanar, fundada en 2020 y que el año 2015 fue noticia porque quedó derrumbada por el viento. La falla Nou Campanar ha conseguido muchos premios a lo largo de su historia, que duró hasta 2016, cuando se disolvió definitivamente. Es curioso como la historia de la falla refleja perfectamente la historia del boom inmobiliario. El éxito de esta falla se dio, en gran parte, por las contribuciones económicas del presidente, el empresario inmobiliario Juan Armiñana, y otros inversores privados. Cuando en 2013, Juan Armiñana abandona la falla (su constructora había entrado en concurso de liquidación en el 2011), arrastró con él a la mayor parte de los falleros de la comisión. Después de un intento de dar un nuevo rumbo a la falla apostando por fallas de carácter experimental, acabó cerrando tres años después.

Un producto del 'boom' inmobiliario

El Nou Campanar, extensión del histórico barrio de Campanar, se urbanizó al rescoldo del momento previo al boom inmobiliario, durante el mandato de la desaparecida alcaldesa Rita Barberà y forma parte del legado urbanístico de la alcaldesa del PP entre 1991 y 2015 (que murió el 23 de noviembre del 2016), como también lo es el Nou Orriols, "O los PAI (Plan de Actuación Integrada) en Benimaclet, Benicalap o en la avenida de las Corts. Y algunos inacabados, fantasmagóricos, como el de las Moreras, junto a Nazaret, a quien el estallido de la burbuja inmobiliaria lo redujo a solar. En todo caso, espacios urbanos de agravio comparativo con los viejos barrios con quien comparten nombre. Edificios noveles donde vive la gente que puede pagar, mientras los que no pueden, caen en los Orriols, Campanar o Benicalap de siempre, sin zonas ajardinadas interiores ni piscinas comunitarias. La aluminosis enfrente del hipotecado, y en muchos casos desahuciado, progreso", explica el diario La voz del País Valencià en un artículo sobre las claves de los 24 años de Rita Barberà como alcaldesa de la ciudad, a la que relacionan "con una buena dosis de promotores, constructores, empresarios hambrientos por la adjudicación pública y animosos aventadores de humos", añade el artículo.

Edificios con "viviendas privilegiadas"

La mayoría de los edificios de Nou Campanar son relativamente nuevos, al crecer al amparo de la burbuja inmobiliaria de principios de los 2000. El edificio que quedó completamente calcinado en pocos minutos está situado entre las avenidas del General Avilés y del Maestro Rodrigo y forma parte de una promoción de la firma Fbex de Juan Parada Henares, financiada por Banesto, que venía "dos edificios vanguardistas y singulares" con "fachadas revestidas con un innovador material aluminio tipo alucobond" y la "máxima calidad en materiales de construcción con unas modernas instalaciones, acabados y equipamientos". La empresa aseguraba que se habían aplicado "rigurosos controles de calidad durante todo el proceso de edificación" de la promoción de 138 "viviendas privilegiadas". Fbex se hundió con el pinchazo de aquella burbuja, dejando una deuda de 27,7 millones con administraciones públicas después de entrar en concurso de acreedores.