Se mantiene intensamente la lucha de los agricultores de Ponent contra los conejos. Ahora, guardas de caza de la Reserva Nacional Freser y Setcases han instalado jaulas trampa para poder capturar los conejos y posteriormente sacrificarlos en el coto de caza de Tàrrega. Es una de las acciones del plan de choque que se anunció el mes de febrero para combatir la plaga, desde que el Departament de Acció Climàtica declaró la emergencia cinegética. La medida consiste en capturar los conejos en los sitios donde están produciendo estos daños, en un sistema que hace que los conejos se estresen el mínimo posible mientras están atrapados, ya que las jaulas se revisan diariamente, según ha explicado a la ACN el jefe de la sección de actividades cinegéticas del Departament, Francesc Cases.
Los conejos quedan atrapados en las jaulas
Cases defiende que esta es la manera de actuar "de forma quirúrgica" donde está el problema, es decir, entre las guaridas de los conejos y los campos de cultivo. "Los conejos quedan atrapados y tranquilos hasta que los guardas pasan a revisar las jaulas y los recogen vivos" En este momento, los ponen en un saco y posteriormente los sacrifican. Los impulsores de la medida aseguran que el objetivo no es cazar el máximo número de conejos posible, sino comprobar que con las capturas se reducen los daños.
El Departamento ha empezado a actuar en diferentes zonas de tres comarcas donde se ha declarado la emergencia cinegética. Los conejos están provocando problemas en todas las comarcas de Ponent: Urgell, Pla d'Urgell, Noguera, Segarra, Segrià y Garrigues. Por este motivo, se anunció un plan de choque el pasado 17 de enero. De manera temporal, las actuaciones han sido asumidas por guardias de las reservas nacionales de caza de Catalunya hasta que esté a punto el dispositivo de brigadas de captura de conejos que entrarán en funcionamiento de cara a finales de la próxima semana.
La medida da frutos
Por su parte, Eduard Marçal, guarda de caza de la Reserva Nacional de Caza Freser y Setcases, ha explicado que ellos no son expertos en conejos, ya que acostumbran a trabajar con "grandes angulados" como rebecos, corzos o jabalíes. Con todo, asegura que los ha sorprendido la manera de actuar de los conejos que hay por la zona de la plana de Lleida. En este sentido, ha valorado positivamente el aprendizaje que están adquiriendo sobre comportamientos y métodos para poder capturarlos. "Era una especie que no dominábamos y de momento la cosa parece que da frutos", ha destacado. Por otra parte, Francesc Cases, ha insistido que las medidas, como la de las jaulas trampa o la prueba piloto con redes que se hizo la semana pasada en el estanque de Ivars i Vila-sana, son complementarias a la actividad cinegética que se lleva a cabo durante todo el año con el conejo. La proliferación de esta especie ha hecho que el periodo de caza se haya ampliado a todo el año.
Alejandro Domingo, campesino y presidente del coto de caza de Tàrrega, ha reconocido que la de la plaga de conejos es una realidad que no "es nada fácil" para el sector, ya que hay pérdidas económicas muy importantes y a muchas fincas incluso este año no se ha sembrado. En este sentido, ha valorado muy positivamente todas las herramientas que el Departament está poniendo a disposición para combatir y capturar los conejos. Domingo apunta a la caza como la medida más eficiente, pero no descarta que, en un futuro, quizás habrá que plantear que cada campesino tenga su parcela "resguardada" con sistemas como cerrados perimetrales para incrementar así la protección y evitar más daños.