El departamento de Interior de la Generalitat ha anunciado la instalación de tres nuevos radares de tramo a la red vial catalana para combatir las muertes en la carretera.
El Gobierno instalará este verano dos radares en la autovía A-2 y uno en la autopista AP-7, según anunció este miércoles el conseller de Interior, Miquel Buch. A la rueda de prensa, Buch explicó que los tramos han sido seleccionados por su alta siniestralidad.
Servicio Catalán de Tráfico ha informado en su cuenta de Twitter que los dos radares en la A-2 se instalarán en Jorba-Igualada y el del la AP-7 en Santa Perpètua-Mollet.
La medida forma parte del plan de contención diseñado por el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) y la División de Tráfico de los Mossos d'Esquadra, a los cuales se puso en marcha en abril para responder al aumento de las muertes en las carreteras catalanas.
Durante el primer semestre del 2018 se ha disparado la mortalidad en las carreteras catalanas, con 92 víctimas mortales, un 42% más con respecto al mismo periodo del año anterior.