La economía española va "como una moto" o "como un cohete" y la perspectiva es que continúe así a corto plazo, pero la ciudadanía todavía lo tiene que notar. En contraposición a los buenos datos macroeconómicos, factor positivo que han destacado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Salvador Illa, en comparecencias recientes, en el día a día la percepción ciudadana a menudo puede ser diferente. El número de catalanes que declaran llegar con dificultad a final de mes aumenta y se sitúa en el 47,6%. Así se desprende de los últimos datos —correspondientes al 2024— que aporta la encuesta de condiciones de vida que elabora el Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat) y que se ha publicado este jueves. Eso supone un pequeño aumento del 1,1% con respecto a la encuesta de 2023. A su vez, el porcentaje de población que dice llegar a final de mes con facilidad disminuye nueve décimas y se sitúa en el 52,2%.
Estas dificultades económicas para llegar a final de mes se notan, por ejemplo, en las privaciones materiales que también subraya la encuesta de Idescat. El 35,2% de la población, más de un tercio, declara que no podría hacerse cargo de un gasto imprevisto de 800 euros —9 décimas menos que en 2023. El porcentaje de población que alega no poder permitirse mantener la vivienda a una temperatura adecuada es el 17,6% de la población. Aquí hay que destacar, sin embargo, que la cifra supone una disminución de 2,5 puntos porcentuales con respecto al 2023. A su vez, aumenta la población que declara no poder permitirse una semana al año de vacaciones, al 30,4% de los catalanes, mientras que en 2023 era del 29,8%.
Un cuarto de la población está en riesgo de pobreza
En datos generales, la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social en Catalunya es del 24%, casi un cuarto de la población. El año 2023 la cifra era similar, del 24,4%. En el caso de los menores de 16 años, la tasa sube además de un tercio: al 34,9% de los menores encuestados —eso supone 1,7 puntos porcentuales por encima del 2023—. En relación con la actividad económica, las personas paradas presentan una tasa de riesgo de pobreza o exclusión social más elevada, del 49,5%, aunque ha disminuido 6,1 puntos porcentuales con respecto al 2023. En el caso de las personas que viven solas, la tasa de pobreza es del 17,4%.
La encuesta de condiciones de vida también aporta datos en cuanto a los ingresos, incluyendo las prestaciones sociales, con datos correspondientes al 2023. Los ingresos medios netos de los hogares catalanes son de 41.959 euros. Unos 16.546 euros por persona. Estos datos suponen un aumento del 7,9% y del 4,5%, respectivamente, con respecto al año anterior. Un aumento considerable que, no obstante, no ha disminuido significativamente el número de hogares que afirman no llegar a final de mes, tal como se desprende de los datos expuestos inicialmente.
Las ayudas reducen la tasa de pobreza del 40% al 24%
Las transferencias sociales (incluyendo las pensiones) han hecho incrementar la renta inicial de las familias un 33,7%, apunta Idescat. El 60,8% de los hogares han recibido al menos un tipo de prestación social (prestaciones por vejez, desempleo, supervivencia, ayudas a los hogares, enfermedad o invalidez). Del total de hogares que han recibido prestaciones el año 2023, un 57,1% han sido por vejez y supervivencia (55,1% el año 2022), un 29,0% por paro (30,4% el año 2022) y un 33,9% han sido beneficiarias de algún otro subsidio o prestación (33,6% el año 2022). Estas ayudas por parte de las administraciones son fundamentales a la hora de evitar la pobreza extrema, dado que la tasa de riesgo de pobreza antes de recibir ninguna transferencia social es del 40,1%. Al recibirlas, la tasa baja al 24% al que se ha referido anteriormente.
Satisfacción media con la vida de 7,2 sobre 10
El año 2024 las personas hacen una valoración media de satisfacción global con su vida de 7,2 puntos sobre 10 (igual en las mujeres que en los hombres), una décima menos que en 2023. La población que está en riesgo de pobreza declara estar menos satisfecha en términos globales con su vida (6,8) que la que no lo está (7,2). Por otra parte, la media del grado de confianza de la población en las otras personas es un 6,3 (6,4 en las mujeres y 6,2 en los hombres), una décima menos que el año 2023. En este caso, las personas que están en riesgo de pobreza también muestran una puntuación media menor (6,1) que las que no lo están (6,3).