En plena crisis de seguridad en todo el país, con los incidentes con armas blancas disparados y una sensación de inseguridad creciente en muchos barrios y ciudades de toda Cataluña, la consellera de Interior, Núria Parlon, ha mantenido la primera reunión de trabajo con los máximos mandos del cuerpo de los Mossos d'Esquadra este miércoles por la mañana en Egara, el complejo central de la policía catalana. La consellera se ha reunido, acompañada del secretario general del departamento, Tomàs Carrión, y del director general, Josep Lluís Trapero, con el jefe de los Mossos, el comisario Miquel Esquius, su número dos, la comisaria Alícia Moriana, y también los jefes de las regiones policiales y las comisarías superiores y generales del cuerpo. Es la primera reunión de trabajo -oficial- que hace Parlon junto con Trapero con los jefes de la policía. La semana pasada los reunió en el departamento de Interior para anunciarles que haría cesar al comisario Eduard Sallent y a la comisaria Rosa Bosch de la cabeza de la Prefectura y que al día siguiente nombraría a Trapero, hasta entonces mayor, director general de la Policía, un cargo político.
Primera reunión de trabajo
La consellera se ha reunido con los máximos mandos en una reunión a puerta cerrada que ha servido para un primer contacto con todos los mandos, la mayoría ya operativos, después de las vacaciones, y para empezar a poner manos a la obra en esta nueva etapa que la de Santa Coloma ha encargado, en la seguridad del país, a Josep Lluís Trapero. La titular de Interior y Seguridad Pública ha destacado que Cataluña dispone de datos de seguridad que son buenos, pero ha pedido a los jefes de la policía catalana centrarse "en problemas como las armas blancas, las agresiones sexuales, y la pequeña delincuencia que afecta el sentimiento de seguridad en nuestros barrios".
Durante su discurso, la consellera ha puesto el foco en los ocupas y ha pedido "ser contundentes en la lucha contra las ocupaciones ilegales que generan conflictos en los barrios más vulnerables". "No podemos permitir que otras ocupaciones incrementen la conflictividad. Nuestra respuesta debe ser efectiva y ajustada a la realidad del territorio". Núria Parlon, cuando fue alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, fue muy dura contra las ocupaciones delictivas y dotó a la policía local de equipamiento y protocolos para actuar con contundencia contra ocupaciones y evitar que se pudieran cronificar.
En estos momentos, todavía no se ha conocido si Parlon tiene intención de replicar este modelo en todo el país, pero el director general de la Policía, Trapero, también ha calificado de "grave problema" las ocupaciones. En su discurso, ya sin uniforme -ni corbata ni insignia de la Generalitat-, el director general también ha puesto sobre la mesa "la multirreincidencia, el crimen organizado, los delitos sexuales". Habrá que ver si se puede revertir el modelo actual, más garantista, y aplicar la mano dura que Parlon ha desplegado en Santa Coloma en los últimos años.
Los cambios de Trapero al frente de los Mossos
Trapero, que se espera que haga más cambios en la nueva estructura de mando de los Mossos, y que los nuevos destinos de Sallent y Bosch, en la región metropolitana sur -hasta ahora comandada por Esquius- y en la Comisaría General de Inspección y Evaluación -donde estaba hasta ahora Trapero- no sean los únicos, ha asegurado que "se necesita un cuerpo policial con un liderazgo firme de sus mandos alineado con este encargo del nuevo gobierno de mejorar la seguridad y su percepción". Los cambios que Josep Trapero hará en la escala superior del cuerpo, con los máximos mandos, se irán viendo en las próximas semanas, con nombramientos de personas de su confianza. La consellera también les ha avisado. Quiere "identificar aquellos aspectos que funcionan bien y, sobre todo, aquellos que no, para poder hacer los cambios necesarios", ha apuntado. "No debemos tener miedo a decir lo que pensamos, porque solo así podremos avanzar hacia una sociedad más segura y justa", ha asegurado a los mandos que la escuchaban atentamente en la sala magna de Egara.
Inseguridad en Cataluña
"La convivencia y la cohesión social se preserva gracias a la seguridad. Y seguiremos trabajando para garantizarlo", ha asegurado la consellera a los mandos de los Mossos, recordando que en su etapa en la alcaldía de Santa Coloma una de sus apuestas ha sido la seguridad de todos los barrios para así conseguir más libertad, convivencia y cohesión social. La carpeta que ha recibido Parlon, ahora mismo, no parece fácil.
La seguridad -o el "sentimiento de seguridad", como lo ha dicho la consellera- sufre uno de los momentos más críticos en Cataluña, aunque los datos de las juntas locales de seguridad que se hacen en todo el país sirvan para mantener un relato de normalidad. Este mes de agosto se han contabilizado más de 50 incidentes con personas heridas con armas blancas, unos datos que podrían ser superiores, según los datos del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), cada día se ha atendido a dos personas con heridas de estas armas en Cataluña. Tres personas han muerto apuñaladas en Cataluña durante el mes de agosto, un número que crece si tenemos en cuenta también los de junio y julio, donde, sin ir más lejos