La Iglesia catalana está de duelo por la muerte este Lunes de Pascua del papa Francisco, que ha fallecido esta mañana después de unos meses en un estado de salud delicado y de haber sido hospitalizado durante 38 días por una neumonía bilateral. El cardenal arzobispo de Barcelona y expresidente de la Conferencia Episcopal Española, Joan Josep Omella, ha alabado que Francisco ha seguido durando su vida y hasta sus últimos días el ejemplo de Jesús al "amarnos hasta la muerte" y estando "cerca de toda la gente", saliendo de su residencia en Santa Marta aunque estaba "muy débil" de salud y que los médicos le habían recomendado reposo durante meses.

Omella también ha destacado que el papa Francisco "se entregó a los más pobres" visitando países en guerra, humildes y donde los cristianos están perseguidos, "yendo a todas partes, hasta las periferias". "Eso es un testimonio que tenemos que guardar como un recuerdo precioso", ha apuntado el cardenal a Omella, que tendrá que ser llamado al cónclave pronto para ser uno de los que escogerán al sucesor de Francisco al frente de la Iglesia católica y que a sus 79 años cumplidos este mismo lunes será también, por lo tanto, uno de los posibles papables. La catedral de Barcelona abrirá a los fieles a partir de este mediodía la Capella de Santa Llúcia, con una foto memorial y un libro de condolencias.

El arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, ha destacado que Francisco ha sido "el Papa de los pobres", "un promotor de la paz mundial" e impulsor de una Iglesia abierta que no ha querido permanecer "cerrada en ella misma o recluida en una sacristía". Así lo ha apuntado el arzobispo en un comunicado, en el que reafirma que Francisco quería "una Iglesia que sale, que se enfanga en el camino". Según Planellas, también "ha sido un promotor de la paz mundial, yendo en contra de la barbarie de la guerra". El arzobispo de Tarragona ha destacado también de Francisco "la predilección especial para los pobres y los marginados, para los migrantes, para todos aquellos que sufren".

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El arzobispo de Tarragona, Joan Planellas

"Misericordia, proximidad y renovación"

El obispo de Lleida, Salvador Giménez, ha expresado la "gran tristeza" por la muerte de Francisco, a quien ha definido cómo un "signo vive de misericordia, proximidad y renovación para toda la Iglesia y para el mundo". En un artículo, Giménez ha afirmado que ha dejado "un legado imborrable" y que su manera de ser, "humilde, sencilla y profundamente evangélica, ha tocado el corazón de los creyentes y no creyentes de todo el mundo". Según el obispo leridano, "su sonrisa, su palabra clara, su denuncia profética de las injusticias y su voluntad firme de poner a los pobres en el centro del camino cristiano han sido una luz en medio de las tinieblas de nuestro tiempo".

El obispo de Girona, fray Octavi Vilà, ha lamentado la pérdida del papa Francisco y ha asegurado en un comunicado que "su huella perdurará en la Iglesia". Por este motivo pide a los fieles de la diócesis de Girona "rogar por su alma y por el futuro de la Iglesia". El obispo de la diócesis de Sant Feliu de Llobregat, Xabier Gómez, se ha sumado: "[Francisco] nos ha enseñado a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados", ha destacado. También ha mostrado "inmensa gratitud" por Francisco, a quien considera un "ejemplo" a seguir.

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Joan Enric Vives, arzobispo de Urgell (izquierda) / ACN

El arzobispo de Urgell y copríncipe de Andorra, Joan Enric Vives, ha destacado este lunes que la memoria del papa Francisco "perdurará por su servicio a los migrantes y a los pobres" y "por la ejemplaridad de su vida entregada". En una nota del obispado de Urgell, el arzobispo y el obispo coadjutor, Josep Lluís Serrano, dicen que Francisco "ha dado un gran ejemplo de bondad, de servicio en los más pobres y de la alegría del Evangelio", y "ha sido bueno y fiel hasta la muerte". A su vez, la diócesis ha mostrado su agradecimiento al papa Francisco por haber enviado a su secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, a presidir la fiesta de la Virgen de Meritxell en septiembre del 2023 y por haber elegido a Josep Lluís Serrano como obispo coadjutor de Urgell en julio del 2024.