Los servicios de inteligencia americanos no descartan nada sobre el origen de los misteriosos objetos que los últimos días han interceptado sobrevolando Norteamérica. Textualmente, el general Glen David VanHerck, el jefe del Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (Norad, del acrónimo en inglés), asegura que no se descarta nada en este momento a preguntas de los periodistas americanos sobre los cuatro objetos voladores no identificados que se han localizado y abatido sobre el cielo americano y del Canadá los últimos días. Incluso, para no cerrar la puerta en nada, tampoco descartan que el origen pueda ser alienígena o extraterrestre.
Más allá de esta respuesta tópica, la información más seria que dispone el Departamento de Defensa y la administración Joe Biden es que los objetos son de origen terrícola y, como mínimo uno, el primero, es un globo espía enviado desde Beijing. Menos información ha trascendido de los otros tres, objetos metálicos de diferentes formas, sin pilotos ni tampoco sistemas de propulsión. El primero, el globo, fue detectado el pasado 4 de febrero y desde entonces se han abatido, hasta ahora, tres más, todo y que de formas diferentes. Las teorías sobre su origen han despertado el interés de mucha gente, también de aquellos a quienes les encantan las teorías de la conspiración.
A pesar del enorme desconocimiento y el mar de dudas que rodean estos sucesos, este lunes, en una rueda de prensa de la Casa Blanca, la portavoz del ejecutivo ha afirmado que descartan "indicios alienígenas" en estos objetos. Aun así, ha explicado que no conocen el origen y seguirán investigando para obtener más datos de estos artefactos. "No hay indicios de alienígenas o de actividad extraterrestre. Quería asegurarme que el pueblo estadounidense lo sepa y es importante que lo digamos desde aquí", ha afirmado la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en su rueda de prensa diaria.
¿Qué sabemos hasta ahora de los objetos voladores no identificados?
Han abatido cuatro. El primero el pasado 4 de febrero. Después de detectarlo y analizarlo a distancia, Joe Biden dio la orden de hacerlo caer e intentar recuperar todo el material posible para poder investigarlo y aclarar de donde había salido aquel globo. Nadie lo reivindicaba ni confirmaba su propiedad. Según la inteligencia americana el globo había volado por encima de infraestructuras críticas y tenía origen chino.
El 10 de febrero los Estados Unidos abatieron un segundo objeto volante no identificado, en Alaska. El día 11, en la frontera con el Canadá, y después de un acuerdo entre Biden y el primer ministro Justin Trudeau, el ejército americano abatió un tercer objeto con un F-22. Este domingo, 12 de febrero, la Defensa americana abatió un cuarto objeto volante no identificado en la zona norte del estado de Michigan. Este último objeto volaba a unos 6.000 metros, tenía forma cilíndrica y fue abatido con un misil disparado desde un avión militar F-16 de las fuerzas aéreas americanas.
¿Qué son estos objetos voladores no identificados?
Nadie lo sabe. Los Estados Unidos no descartan nada, de momento. Hoy por hoy, incluso, ni lo relacionan y la inteligencia americana lo trata como casos diferentes en los cuatro casos. El primero, el globo de color blanco que acabó en el mar, y los otros tres, que eran objetos cilíndricos metálicos. En el primer caso, sí que casi todo el mundo asegura que se trata de un objeto de espionaje de origen chino, pero hay más dudas sobre el origen de los otros tres que se han avistado y abatido este fin de semana.
El del día 10 era grande como un coche pequeño, el del sábado, día 11, en cambio, tenía forma cilíndrica, y el abatido el día 12 tenía una forma, según fuentes del gobierno americano, octogonal. Las investigaciones que está haciendo Defensa, el FBI y también la policía estatal del Canadá tendrán que ayudar a dar pistas.
¿Los objetos aéreos no identificados son peligrosos?
Hasta el momento ninguna fuente oficial ha dado detalles sobre la peligrosidad de estos objetos, más allá del riesgo que suponen para la aviación civil, los aviones comerciales, en caso de impacto. Los informes que Biden ha pedido a sus analistas de inteligencia tendrán que ayudar a aclarar si la presencia de estos objetos volantes no identificados sobre el cielo de los Estados Unidos puede llegar a ser un peligro para la seguridad nacional, ya sea por un posible riesgo de destrucción o para el espionaje que pueda hacer una potencia extranjera, sea China o cualquier otro potencial enemigo de los americanos. Si bien en el momento que los Estados Unidos abatieron el globo desde China se puso el grito en el cielo, no ha habido ninguna reacción del gobierno Xi Jinping cuando se han hecho caer los otros tres objetos no identificados.
¿Cada vez hay más OVNI -o FANI, cómo se los dicen ahora?
Estos "fenómenos aéreos no identificados", FANI -UAP, unidentified anomalous phenomenon, en inglés-, cómo se ha bautizado, para evitar el más preocupante OVNI, de objeto volador no identificado -UFO en inglés-, aunque quiera decir lo mismo, son cada vez más frecuentes. Haber abatido tres en pocos días podría generar preocupación, pero Melissa Dalton, subsecretaría de Defensa para la Defensa Nacional, y tal como recogen varios medios americanos, ha asegurado en una rueda de prensa en el Pentágono que después de la aparición del globo detectado hace unos diez días se modificaron los radares con el fin de ser más sensibles en las capas donde se había avistado el globo con el fin de poder interceptar más, un hecho que, podría haber hecho que se detectaran más objetos de estos.
¿Y pueden ser extraterrestres?
Más allá de las declaraciones del general Glen David VanHerck, ideales para hacer un titular, no hay ninguna información que apunte en la dirección que los objetos voladores no identificados abatidos por el ejército americano tengan origen fuera del planeta Tierra. Estos FANI no son platillos volantes ni hay ninguna evidencia de que puedan haber entrado desde fuera y menos haber sido enviados por extraterrestres que quieran iniciar la conquista de la Tierra. "De momento", siguiendo la lógica del general Glen David VanHerck.