A pesar de la oposición de la mayoría de las comunidades autónomas donde habita el lobo, este ya no podrá ser cazado nunca más. La orden ha quedado publicada este martes en el BOE y prohíbe definitivamente la caza del lobo a todo el Estado español. Hasta ahora era considerado una especia cinergètica pero la medida se ha tomado ante el aumento de las subastas a Zamora y el control de una especie que se calcula que tan sólo quedan 2.500 en el conjunto de todo el territorio.
Eso es lo que especifica el BOE: "La conservación de la biodiversidad silvestre ha sido regulada, a escala estatal. El primer capítulo de este título establece la posibilidad de otorgar regímenes especiales de protección a aquellas especies, subespecies y poblaciones de flora y fauna silvestres la situación así lo requiera. Para eso, el artículo 56 de la ley crea la Lista de especies silvestres en régimen de protección especial. El Canis lupus Linnaeus, 1758 pasa a ser uno de ellos". Tan sólo se admite una excepción si "es informada su caza a la autoridad por motivos justificables" y relaciones con la "protección de la ganadería y los pastos que pudieran verse afectadas".
Mayoritariamente se podía cazar en el norte del río Duero y estaba estrictamente protegido en el sur de esta zona, donde sólo se podía capturar algún ejemplar con permisos especiales. Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria, así como asociaciones enramadas se han opuesto en la medida que entra en vigor el día siguiente de su publicación. Al otro lado, encontramos la oposición a estos con asociaciones a favor de los derechos de los animales que consideran que la medida sigue siendo floja. ASCE o WWF piden que el lobo sea considerado como un animal vulnerable y se incentive su preservación con políticas económicas y sociales. Así pues piden que su protección "sea integral". Las fotografías con que acompañan la denuncia hacen fredar.
Por otra parte, también aseguran desde estos colectivos que el lobo no es el responsable de los ataques a la ganadería: "Las pérdidas causadas por el lobo afectan en menos del 1% del ganado que en España pasta libremente en el campo. Sólo las enfermedades y la muerte natural de la ganadería generan pérdidas económicas muchísimo más elevadas, incluso campañas de saneamiento realizadas de manera consciente suponen pérdidas extraordinariamente superiores. Además, se ha demostrado que la picaresca o el fraude (reclamaciones falsas de ataques de lobos) pasa también en porcentajes elevados, superiores al 10% en algunas áreas".