Dos días después de la operación de Oliver, el niño que tuvo que viajar desde México hasta Barcelona para extirparle un tumor cerebral al hospital Sant Joan de Déu, el niño se encuentra bien, "mucho mejor de lo que nos esperábamos". Con estas optimistas palabras ha resumido el padre de la criatura, Alejandro Romero, el estado de su hijo después de que el miércoles fuera operado con éxito y se le consiguiera extirpar un 90% del tumor cerebral. "Oliver está bien, despierto, reactivo, se mueve, habla un poco, nos ve y nos reconoce", ha celebrado Romero en las puertas del hospital barcelonés, una felicidad que llega después de unas semanas de angustia, desde que los médicos mexicanos le diagnosticaron a su hijo de solo dos años y medio este tumor cerebral y le pronosticaran menos de un mes de vida si no se lo extirpaban. "Estamos muy contentos", ha celebrado su padre, una alegría compartida con los neurocirujanos que lo han intervenido y que le han asegurado que la operación "ha salido genial". Romero no ha podido disimular su alegría y tampoco su cara de sueño después de una noche muy intensa. El niño llegó a Barcelona a finales de octubre gracias a uno dando anónimo que pagó los 200.000 euros necesarios para costear un avión medicalizado que lo trasladara de México a la capital catalana.
La segunda operación de Oliver se llevó a cabo este miércoles en el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, y duró unas diez horas en que todo se desarrolló cuando estaba previsto. Desde entonces, el niño se ha estado recuperando en la UCI pediátrica, mientras los especialistas estudian el tumor para diseñar el tratamiento oncológico más adecuado. El centro hospitalario informó después de la operación de que se había conseguido extirpar más del 90% del tumor. A la espera de la evolución del cáncer agresivo que sufre, el viaje a contrarreloj de Oliver y su familia desde Cancún ha servido para que el niño no tenga ya gran parte del tumor en su cabeza, gracias a una operación compleja que los doctores mexicanos que lo atendieron no vieron viable.
Segunda operación del niño en una semana
Después de la operación, el padre del niño también se dirigió a los medios de comunicación, avanzando las buenas noticias: "Todo ha salido bien, han podido sacar más de un 90% del tumor, según el previsto, y Oliver está bien; ahora tenemos que esperar estos próximos días, que son decisivos," destacaba, con aspecto exhausto y admitiendo que las 10 horas de cirugía han supuesto "una dura espera" pero, una vez superada la operación, encaraban la "siguiente fase": que los oncólogos analicen el tumor y concreten el pronóstico y el tratamiento.
Esta es la segunda operación a la cual se somete Oliver desde su llegada en el Hospital de Sant Joan de Déu de Barcelona el pasado 26 de octubre. Primero fue intervenido para reducir la hidrocefalia que sufría, es decir, la acumulación de líquido dentro de las cavidades profundas del cerebro que provoca un aumento de la tensión intracraneal. Esta primera intervención tuvo lugar el pasado 28 de octubre y era necesaria para poder proceder a la segunda cirugía, que ha tenido lugar este miércoles.