Medio centenar de organizaciones de la sociedad civil han expresado su rechazo al Pacto Europeo de Migración y Asilo alcanzado este miércoles por los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo por el "retroceso en los derechos humanos". Ante aquellos dirigentes que aseguran que es un acuerdo "histórico", Willy Bergogné, director de Save the Children Europa, ha replicado que es "históricamente malo". Desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) han lamentado que el pacto socava aún más el derecho al asilo y destaca que con el nuevo pacto se ve amenazado el "principio de no devolución". Desde Oxfam Intermón han rechazado el acuerdo y han pedido a la Unión Europea (UE) establecer "mejores reglas para compartir de manera justa la responsabilidad de las personas que llegan a Europa".
Los derechos de los niños, en juego
"El Pacto sobre Migración de la UE viola descaradamente los derechos de los niños, pone en peligro a los niños en tránsito y conducirá a una mayor separación de las familias inmigrantes. Es evidente que la prioridad era cerrar fronteras", ha criticado Bergogné. En la misma línea se ha expresado el director general de Save the Children España, Andrés Conde, que, en declaraciones a Europa Press, ha denunciado que el pacto "facilita la detención y la permanencia en instalaciones policiales de niños y niñas de Europa". Asimismo, ha manifestado su preocupación por las "dificultades" que introduce a la reunificación familiar. "No contempla a los hermanos como familiares para procesos de reunificación", avisa.
Stephanie Pope, asesora de política migratoria de la UE en Oxfam Internacional, ha criticado que el pacto supone un "un peligroso desmantelamiento de los principios clave de los derechos humanos y del derecho de los refugiados". Ha subrayado que se ha acordado "aumentar la detención, incluidos niños y familias, en centros similares a prisiones, y cerrar la puerta a quienes buscan asilo con procedimientos deficientes y deportaciones aceleradas". Además, ha apuntado que el acuerdo "se basa en pagar a países no pertenecientes a la UE para que cumplan las órdenes de la UE".
Críticas al mecanismo de "solidaridad a la carta"
CEAR denuncia que "se aplicarán criterios discriminatorios y procedimientos fronterizos acelerados", hecho que provocará que determinados migrantes tengan "menos garantías y derechos" por su país de origen o por estar indocumentados. Además, la organización muestra su preocupación por el mecanismo de “solidaridad a la carta” que se pretende implementar, ya que no aliviará la presión migratoria que reciben los países fronterizos como España y que está en el origen de la necesidad de una reforma del Sistema Europeo Común de Asilo. Este mecanismo fijará, en situaciones de crisis, un objetivo de 30.000 reubicaciones anuales para el conjunto de la UE, pudiendo los Estados miembro intercambiar sus cuotas por 20.000 euros por cada persona no reubicada, fondos que podrían destinarse a reforzar las políticas de externalización y control de las fronteras.
En este sentido, desde Oxfam Intermón han reprochado que "a los países de la UE no se les debería permitir pagar en lugar de cumplir con sus obligaciones de acogida" e insta a reformar el sistema de Dublín y crear un mecanismo de solidaridad obligatorio.
Hope Barker, analista principal de políticas de la Red de Monitoreo de Violencia Fronteriza, ha advertido de que los legisladores saldrán en los próximos días con la narrativa de que se ha alcanzado "un acuerdo histórico para gestionar la migración eficientemente en Europa y garantizar la solidaridad entre los Estados miembros". Un relato, que, asegura, "será una mentira". Barker apunta que las negociaciones se han acelerado por razones políticas y que el resultado es "una farsa vergonzosa" que debe ser denunciada. Nyanchama Okemwa, presidente de la junta directiva de la Red Europea contra el Racismo, ha añadido que el resultado del pacto no es por incapacidad, sino por "falta de voluntad" de Europa para compartir la riqueza. "Este Nuevo Pacto refleja esta mentalidad racista y explotadora. ¡Es una vergüenza!", ha criticado.
Sara Prestianni, directora de promoción de EuroMed Rights, ha comentado que el acuerdo mantiene el "peligroso" concepto de 'terceros países seguros' para permitir a los Estados miembros devolver a los solicitantes de asilo a pesar del riesgo de violaciones de derechos humanos. "Esto significa que los solicitantes de asilo podrían ser enviados a países como Túnez, incluso si el gobierno apoyara la violencia. Y podría haber expulsiones colectivas de migrantes de África subsahariana, a Libia y Argelia", asegura, al tiempo que lamenta que se defina como "solidaridad" el apoyo económico a la "dimensión exterior y la gestión de fronteras exteriores".
Las ONG de la Iglesia rechazan el pacto: "Otro sistema de asilo es posible"
Alberto Ares, director regional del Servicio Jesuita a Refugiados Europa (JRS Europa), ha augurado que el acuerdo "probablemente concentrará a miles de personas en detención de facto en las fronteras exteriores de la UE y aumentará exponencialmente su sufrimiento y los obstáculos que deben enfrentar para obtener protección". Igualmente, Cáritas Europa asegura que no resuelve los problemas de asilo de la UE, sino que limita el acceso al asilo y los derechos de quienes buscan protección. Por ello, pide un nuevo enfoque que fortalezca los derechos de asilo, la solidaridad y la unidad social. "Lamentamos que el nuevo mecanismo de solidaridad a la carta no compense la mayor responsabilidad que recaerá sobre los Estados miembros en el ámbito exterior de la UE. En lugar de hacer que el sistema de asilo de la UE sea más fuerte y más justo, los Estados miembros de la UE prefieren transferir su responsabilidad de asilo a países no pertenecientes a la UE, impedir las llegadas y acelerar el retorno, exponiendo a los migrantes a violaciones de derechos humanos. Otro sistema de asilo es posible", resaltan.