Novedades desde Polonia. La familia del corresponsal vasco Pablo González, arrestado en este país desde casi el inicio de la invasión rusa, ha recibido, por primera vez, información oficial sobre el estado procesal del hombre. El periodista, de nacionalidad rusa y española, con raíces también en Barcelona, fue detenido por el ABW (de sus siglas en polaco; Agencja Bezpieczeństwa Wewnętrznego) el equivalente al CNI español, acusado de espionaje a las órdenes del Kremlin, tendrá que estar en prisión provisional, como mínimo, hasta el día 29 de mayo. Es la primera notificación que ha recibido la familia desde que fue arrestado. Tampoco han podido encontrarse con él, han denunciado sus familiares y amigos y su abogado, Gonzalo Boye, que ha calificado la detención de "incomunicación fáctica". El periodista, colaborador de medios como La Sexta, Público o el diario vasco Gara, fue detenido en la frontera de Polonia el pasado 28 de febrero. Ya había sido interrogado por los servicios secretos ucranianos, con las mismas sospechas, y agentes secretos españoles del CNI también "visitaron" las casas de su pareja, su madre y un amigo.

La comunicación que ha recibido por correo ordinario la familia de Pablo González explica, en castellano, que Pablo González, o Pavel Rubstov -tal como consta en su pasaporte ruso- fue ingresado a prisión provisional el pasado 2 de marzo y que, como mínimo, durante tres meses, estará privado de libertad. Según el mismo comunicado, que ha avanzado El País, está a disposición de la Fiscalía Nacional de Rzeszów, en relación al caso 1001-106.Ds 5.2022 y está ingresado a la prisión de Rzeszów, la capital de la región donde fue arrestado, en la zona fronteriza con Ucrania. El documento que ha recibido ahora a la familia, casi tres semanas después de la fecha que consta al escrito, no aclara, sin embargo, si el 29 de mayo el periodista quedará en libertad o la Fiscalía Nacional podrá prorrogar este arresto del periodista vasco.

Sin contacto con él

Pablo González fue detenido de madrugada por agentes secretos del equivalente del CNI de Polonia, el Agencja Bezpieczeństwa Wewnętrznego (ABW), y quedó incomunicado, ni su familia ni su abogado han podido contactar con él de manera efectiva, han denunciado. El mismo Boye llegó a calificar la detención "de incomunicación fáctica" y aseguró que imaginaban los motivos por|para los cuales las autoridades polacas, en vez de expulsar en González del país, lo cerraron en una prisión, donde sigue cautivo.

El periodista Pablo González, en una imagen de archivo / Cedida

Las acusaciones que pesan sobre él, investigado por un posible delito de espionaje a las órdenes de Vladímir Putin, pueden comportar penas de prisión importantes, un hecho que genera inseguridad a la familia, y sobre todo, después de recibir esta comunicación oficial, donde pone fecha al final de la prisión provisional, si bien no aclara si podrá ser prorrogada o no por las autoridades judiciales.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, han evitado entrar en detalles sobre la situación del periodista vasco detenido en Polonia en sus intervenciones públicas cuando han sido preguntados por este caso, y se ha limitado a confirmar que tienen conocimiento de la detención de este hombre de doble pasaporte. Partidos políticos de la izquierda española han criticado la posición fría de los dos ministros al aportar información y soluciones al arresto del periodista en Polonia.