Los padres seguirán desbordados un año más: el 45% de los niños no consigue plaza en ningún jardín de infancia municipal de Barcelona el curso 2024-2025. Eso significa que 3.709 niños de entre 0 y 3 años cuyas familias han hecho la petición se quedarán fuera de la red pública, según datos del Institut Municipal de Educació de Barcelona que ha adelantado la ACN. Por grupos de edad, en I0 (bebés de 0-1 años) se ha atendido el 58% de 1.391 solicitudes de plaza; en I1 (1-2 años), el 57% de 4.403, y en I2 (2-3 años), solo el 51% de 2.497.
Por distritos, donde menos demanda se atiende es en el Eixample (37,2%), seguido de Gracia (45%) y Sants-Montjuïc (47,2%). Por el contrario, la ratio más alta está en Nou Barris, donde casi el 67% de la demanda es atendida, seguido de Sant Martí (65,8%), un "desequilibrio" territorial hecho expresamente para "privilegiar zonas con una mayor vulnerabilidad sociales", según el consistorio.
Uno de cada cuatro niños de Barcelona va a un jardín de infancia municipal
La red de 105 jardines de infancia municipales acogerá el próximo curso a 8.845 niños de 0 a 3 años, cerca de una de cada cuatro criaturas de este grupo de edad de la ciudad. Aunque los últimos años la oferta pública ha ido aumentando, pasando de 35 equipamientos el año 2000 a 105 actualmente, el número de familias que solicitan una plaza pública también han crecido: desde hace tres cursos la matrícula de la red pública supera en volumen la de la privada.
El concejal de Educació del Ajuntament de Barcelona, Lluís Rabell, en declaraciones a la ACN, ha asegurado que es "consciente" de la problemática y ha admitido que hace falta un "esfuerzo de desarrollo de jardines de infancia". En este sentido, ha adelantado que el consistorio quiere inaugurar cuatro más antes que acabe el mandato, lo cual supondría un total de 647 plazas nuevas, y dejaría la red pública con una capacidad total de más de 9.200 plazas. Las instalaciones que se inaugurarán —hay una que se ampliará— son Casernes (Sant Andreu), Can Carreras (Nou Barris), La Mar (Barceloneta) y una cuarta a la Sagrada Familia (Eixample).
Baja la natalidad pero crece la demanda
Rabell ha subrayado la "contradicción" que se produce en la ciudad: mientras baja la natalidad y la población menor de 3 años en la ciudad, crece la demanda. Un efecto que, en su opinión, se debe a la mayor "conciencia" social sobre la importancia de escolarizar a los niños de esta franja de edad, pero también de la "calidad" y "el éxito" de la red pública municipal de jardines de infancia.
La realidad, sin embargo, es también que hoy en día no es habitual que uno de los progenitores se quede en casa para cuidar a las criaturas y matricular a los hijos en el jardín de infancia es una necesidad. Este es el caso de Natàlia González, madre de uno de los bebés que se ha quedado sin plaza para el curso 2024-25 en el Eixample. En una conversación con la ACN, explica, con gran "incertidumbre", que uno de los dos tendrá que renunciar a su vida laboral para hacerse cargo del hijo de 10 meses, generando un problema para la economía familiar. "En nuestro centro aplicamos 80 familias por 30 plazas, los números son escandalosos", se queja amargamente de la situación.